El ex presidente de Chile, Sebastián Piñera, falleció en un trágico accidente cuando el helicóptero en que viajaba se precipitó a tierra en la comuna de Lago Ranco, ubicada en el sur del país. Tras el lamentable suceso, el Gobierno chileno ha decretado duelo nacional y anunciado la realización de un funeral de Estado para honrar la memoria del mandatario.
Durante su vida, Piñera mantenía una conexión especial con Perú, afirmando ser descendiente directo del último emperador inca, Huayna Cápac. En 2016, en una entrevista concedida a RPP Noticias, Piñera compartió detalles sobre su linaje, relatando cómo el entonces presidente Alan García le reveló su ascendencia inca.
También detalló en dicho periodo cómo una descendiente de Huayna Cápac contrajo matrimonio con un español que acompañó a Pedro de Valdivia en su expedición a Chile, dando origen a una línea generacional que eventualmente conecta con la familia Echenique, de la cual su madre es parte. Esta narrativa resalta las profundas raíces históricas y culturales que Piñera valoraba, evidenciando un vínculo personal y familiar único con la rica historia de Sudamérica.
Además, dentro de su historia familiar, su bisabuelo, José de Piñera y Lombera, originario de Lima, Perú, estableció el linaje Piñera en Chile. Se recuerda también, que en el contexto de su primer gobierno, ocurrió el importante fallo de la Corte de La Haya, el cual resultó favorable a Perú, marcando un momento significativo en las relaciones entre ambos países el 27 de enero del 2014
La decisión le otorgó al Perú 50 mil kilómetros cuadrados de soberanía de un área marina, y sus consecuentes espacios aéreos. Este hecho fue muy relevante para el sector pesquero.
Sebastián Piñera recibió la noticia de su descendencia inca en Perú
En 2016, el expresidente Chile reveló que este hallazgo genealógico le fue revelado durante una entrevista con Sol Carreño en Perú. En principio, tomó con gracia la información y bromeó con el exmandatario peruano Alan García, marcando un insólito punto de conexión entre la historia precolombina y la política contemporánea sudamericana. Aseguró que ya estaban investigando los lazos que se remontan al notable líder inca. Años después, en otra entrevista habló de documentación que probaba tal lazo genético.
Huayna Cápac se destaca en los anales de la historia como el penúltimo soberano del Imperio Inca, liderando las expediciones que expandieron su territorio desde Pasto (Colombia) hasta el río Maule (Chile). Su muerte en 1525 precipitó una guerra civil entre sus hijos, Huáscar y Atahualpa, fragmentando el imperio justo antes de su caída ante los conquistadores españoles.
Este episodio entre Piñera y García no solamente resalta las curiosas conexiones entre líderes contemporáneos y figuras históricas emblemáticas, sino que también subraya el entrelazamiento de las historias y linajes europeos e indígenas en el tejido de la sociedad sudamericana moderna.
Aunque el encuentro entre Piñera y García tuvo lugar en un contexto diplomático y político, el descubrimiento genealógico añade una capa de profundidad personal e histórica a las relaciones entre Chile y Perú, dos naciones con un pasado complejo pero entrelazado.
Detalles de su ascendencia inca
El historiador Hugox Chugox explica en un video de YouTube la relación del exmandatario chileno y el inca. Huayna Cápac tuvo muchísimos hijos, entre ellos Manco Inca y su nieto Sayri Túpac. Este último tuvo dos hijas: Beatriz Clara Coya y Leonor Yupanqui.
Esta última fue una princesa que se casó con el conquistador español Juan Ortiz de Zárate, cuyas familias descendientes se asentaron en Argentina y Chile. Una de ellas se apellidaba Garmendia Alurralde. De allí es donde desciende el político Sebastián Piñera.
El genealogista Narciso Binayán también da cuenta de este parentesco. Luisa Pinto Garmendia y Ricardo Ariztía Urmeneta son tatarabuelos por línea materna del fallecido jefe de Estado.
En un artículo publicado en 2011 en el portal El Quinto Poder, la historiadora Mariel Rubio da más luces sobre el árbol genealógico de Piñera y confirma su ascendencia peruana. Sin embargo, apunta: “Dudo honestamente que Piñera sienta verdadero orgullo por tener sangre indígena en sus venas, la que a estas alturas, tras 500 años y tanto cruce de genes, me tinca que bien poca le va quedando”.