El ministro del Interior, Víctor Torres, remarcó este martes que no dimitirá a su portafolio, pese a que ha sido acusado de solicitar cambios irregulares en la Policía Nacional (PNP), un caso expuesto por el exjefe de la institución, Jorge Angulo, y ya investigado por la Fiscalía.
Angulo reveló semanas atrás que el titular del Interior lo presionó para mandar al retiro al general Harvey Colchado, integrante del Equipo Especial Contra la Corrupción en el Poder (Eficcop), para remover al coronel Segundo Argomedo, uno de los encargados de la pesquisa contra el hermano presidencial, Nicanor Boluarte, y para ejecutar casi 300 requerimientos ilegales más.
En una rueda de prensa, Torres ha desestimado la denuncia de manera enfática, aunque saludó la decisión del Ministerio Público de abrir la pesquisa. “Mi carrera no es de cinco años ni de diez, mi carrera en la policía ha sido de 40 años y he sostenido y he salido con un legajo limpio. En dos meses, soy el peor ser humano que puede tener Lima y el Perú, no es así”, dijo.
El ministro mencionó, de igual modo, que el caso es una creación de la prensa. “No tenemos tiempo para estar pensando en esas cosas. [...] En mi Guardia Civil y hoy Policía Nacional, me enseñaron que en los tiempos difíciles uno tiene que ser fuerte, renunciar sería un acto de cobardía. Uno se mantiene en el cargo hasta que la presidenta disponga lo contrario. Es así el tema y ya lo dejamos por zanjado”, siguió.
En otro momento, Torres indicó que los ascensos de policías ―cuestionados por diversas tiendas políticas, que piden su renuncia— fueron resueltos cuando aún no asumía la jefatura de la cartera. “Yo me he hecho cargo desde el 21 de noviembre y ya los ascensos estaban hechos. Es tema de administración de la Policía [...] Saludo la presencia del Ministerio Público en mi despacho. En buena hora han ido porque ahí se están haciendo las cosas con suma transparencias”, dijo.
Destituido por el Gobierno como jefe de la PNP, Angulo expuso en Punto Final que, debido a esos petitorios inusuales, confrontó a Torres. “Estalló y se puso a renegar conmigo. Me dijo que yo hacía lo que quería. Y yo le dije: ¿le parece poco 150 pedidos de cambio? Para ese entonces todavía eran 150 pedidos”, contó.
El teniente general también reveló una carta que la presidenta Dina Boluarte le entregó el día en que lo citó en su despacho para comunicarle que sería cesado tras la agresión sufrida en Ayacucho.
“Le dije: ‘no tengo ningún problema, puedo retirarme’. Pero ella me hace una notificación, una carta [...] que ha sido formulada en el Ministerio del Interior porque en la parte superior dice IN-DP [siglas de Interior y Despacho Presidencial]. Han estado toda la noche, tengo entendido, buscando las formas [para sacarme del cargo]”, dijo.
Según el dominical, Boluarte deslizó que la agresión fue producto de la ola delincuencial que vive el país y no de un fallo en su escolta. La presidenta había participado en la colocación de la primera piedra del asfaltado de una carretera cuando se dirigió a la población para lanzar caramelos.
En ese momento, Ruth Bárcena, viuda de un asesinado durante las manifestaciones, burló las medidas de seguridad y llegó para encararla. En seguida, Ilaria Aimé, madre de un adolescente ultimado de un disparo por la espalda, jaló del cabello a la mandataria.
Además de la destitución de Angulo, la agresión generó el relevo de toda la escolta de la mandataria, el cese del titular de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI), Roger Arista; y la remoción del jefe de la Casa Militar de Palacio de Gobierno, Miguel Martín Kuan.