El ahorro es el punto de partida para cualquier plan financiero exitoso. Crear un fondo de emergencia con al menos tres meses de gastos cubiertos es esencial para protegerse ante situaciones imprevistas. Gestionar tus ahorros, configurando transferencias automáticas a tu cuenta, puede garantizar que una parte de tus ingresos se destine a cumplir este objetivo antes de que tengas la oportunidad de gastar ese dinero extra.
Sin embargo, solo con esto no alcanza. También conviene invertir parte del dinero que logramos separar todos los meses. La inversión permite que tu dinero crezca y vayas acercándote al sueño de la libertad financiera. El primer gran secreto detrás de las inversiones es el interés compuesto: los rendimientos que se ganan sobre los rendimientos. Al comienzo, es difícil notar los efectos, pero una vez que la capitalización compuesta funciona, el impacto es impresionante. Una buena heurística es la regla del 72: dividen 72 entre la tasa de interés o rentabilidad de una inversión, y resultará en el plazo en años que demorará el dinero en duplicarse.
Por ejemplo, una inversión que rinde 10 % al año se duplicará cada 7,2 años. Una inversión de US$ 5.000 llegará a US$ 10.000 en 7,2 años, a US$ 20.000 en 14,4 años, a ¡US$ 160,000 en 36 años! Si tienes 29, no es necesario invertir demasiado para alcanzar ese patrimonio a los 65. Invirtiendo US$ 5,000 al año (US$ 600 al mes), a los 65 tendrías US$ 1,65 millones, que serían solo US$ 180 mil si no se hubieran invertido. Por eso, Warren Buffett, que tiene una fortuna de US$ 130 mil millones, dice que su “vida ha sido el producto del interés compuesto”.
El segundo gran secreto es la diversificación. Ray Dalio, fundador del hedge fund más grande del mundo, llamó a la diversificación el “Santo Grial de las inversiones”. Esta consiste en distribuir tu portafolio entre diferentes tipos de activos, como acciones, bonos y bienes raíces para reducir el riesgo y la probabilidad de pérdida de dinero, manteniendo o mejorando el retorno de largo plazo.
¿Cuáles son las opciones de inversión posibles?
A través de la tecnología, comenzar a invertir es más accesible. Existen diferentes opciones que analizamos a continuación:
- Fondos de Inversión y ETFs: los fondos de inversión son ideales para principiantes. Permiten invertir en una variedad de activos con poco dinero y diversificar tu cartera. Los ETFs, por ejemplo, combinan características de los fondos tradicionales y de las acciones, ofreciendo flexibilidad y la posibilidad de diversificar con menos dinero.
- Criptomonedas: estos son activos más especulativos y riesgosos. Las criptomonedas son volátiles y su valor puede fluctuar significativamente en poco tiempo. Sin embargo, las criptomonedas como bitcoin han ido ganando terreno en portafolios institucionales, y comienza a ser llamado “oro digital” por algunos comentaristas del mercado.
- Renta fija y renta variable: son piezas fundamentales de un portafolio diversificado, con diferentes niveles de riesgo: las acciones, más volátiles, y los bonos, más estables y con un rendimiento menor.
- T-Bills estadounidenses: se trata de las letras del Tesoro de los Estados Unidos. Son una opción considerada segura y de bajo riesgo y tienen vencimientos a corto plazo. Invertir en T-Bills puede ser una buena estrategia para aquellos que buscan preservar su capital y obtener rendimientos modestos, pero seguros. Hay ETFs que invierten en T-Bills y facilitan el acceso a ellos.
El aspecto fundamental es que, una vez que se define la estrategia de inversión, no debe detenerse el efecto del interés compuesto. Este se encargará de que el dinero crezca.