Con la reciente autorización de Indecopi sobre la venta de activos de Enel Perú a la empresa China Southern Power Grid International (CSGI), el 100% de la administración de la energía eléctrica en Lima— es decir más del 65% del mercado de energía en el Perú—, recaerá en empresas controladas por el Estado chino.
Luego de nueves meses de evaluación a cargo de la Comisión de Defensa de la Libre Competencia (CLC) del organismo, se dio luz verde a la operación, pero bajo ciertas condiciones que resguarden la competencia y el interés de los consumidores.
Sobre esta transacción, valorizada en más de US$2.900 millones, han salpicado legítimas dudas respecto a si este monopolio resulta riesgoso para un importante sector de los peruanos, en razón de que Enel controla el 54% de la energía eléctrica en Lima; mientras que el 46% es atendido por Luz del Sur, compañía que en 2019 vendió sus activos a la empresa estatal China Three Gorges Corporation (CTG).
De acuerdo con el comunicado de Indecopi, se corroboró que la compañía china CSGI forma parte del mismo grupo económico de Luz del Sur, Generación Huallaga, Inland Energy e Hydro Global. “Ello genera riesgos cuando Enel Distribución compre energía para abastecer a sus usuarios regulados”, indicó el organismo.
Un monopolio natural pero se advierten riesgos ante un organismo débil
En diálogo con Infobae Perú, Rafael Laca, especialista en Energía, sostuvo que la operación configura un monopolio natural debido a que la determinación de las tarifas eléctricas sobre los usuarios es regulado y fijado por el Estado. Sin embargo, hace énfasis en posibles riesgos frente al caso de un organismo regulador “débil”.
“Toda la compra de energía está regulada. Cuando estas distribuidoras compran energía se rigen bajo el procedimiento de la ley de licitaciones públicas. Supongamos que en esta licitación hubiera concentración por el grupo chino, para eso está el propio Estado”, indicó.
Aunque sostuvo que al ser un conglomerado o un inversionista mucho más grande como ha sucedido en el país desde el año 1993, “las instituciones del Estado no están lo suficientemente a la altura”. “De hecho no lo han estado en muchos casos llámese Osiptel cuando los directores negociaban con Telefónica algunas tarifas o el derrame de petróleo por ejemplo, ¿hay alguien detenido?”, indicó.
“Han habido casos en Osinergmin, cuando inversionistas chilenos en un mismo caso, se dieron el lujo de enjuiciar al Estado por una aplicación tarifaria”, agregó.
Por su parte, el exministro de Relaciones Exteriores, Miguel Rodriguez Mackay, asegura a Infobae que toda inversión extranjera es siempre bienvenida; sin embargo, se debe tener un extremo cuidado cuando invierten en activos estratégicos del Estado peruano como el agua y la electricidad.
“Habría que ver los alcances técnicos naturales. Creo que hay que tener mucho cuidado con estos dominios exógenos que promueven y generan servicios fundamentales en el país. Siempre he creído que la participación extranjera debe ser a discreción y no es que esté en contra, siempre estoy a favor de la inversión privada sea nacional o extranjera, pero que no coluda con la soberanía del Estado y con el interés nacional”, indicó.
¿Cómo debe fortalecerse Osinergmin?
Laca señala que han pasado 30 años y no se ha hecho una revisión de estos organismos reguladores. En las audiencias de determinación de tarifas, que por normativa debe ser pública, durante muchos años se ha cuestionado la labor del Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin), el cual debe reconocer costos eficientes.
“Te pongo el ejemplo de una camioneta. Para costos de operación y mantenimiento, la empresa me pone que el vehículo vale 100.000 dólares, cuando yo sé que esa camioneta en Argentina, Chile, Brasil, Venezuela y un mercado referente igual al peruano, en lugar de 100.000 está 60.000. Es labor del Osinergmin decir ‘no, el costo eficiente es 60.000′. Así como ese detalle hay un montón″, indicó.
“Si ante el gasoducto sur se pusieron de rodillas, imagínate qué pasará contra un grupo chino mucho más poderoso, estoy haciendo una hipótesis de las posibilidades que podrían ocurrir ante un organismo regulador débil. El sector energía ha sido el que más se ha debatido en cómo está el mercado comparado con Osiptel, Sunat, transportes, etc”, dijo a este medio.
¿Está preparado Osinergmin para afrontar a un conjunto tan grande? Señala el experto que un ejemplo claro es lo ocurrido el año pasado cuando los costos marginales de la energía se dispararon de 30 a 200 dólares.
“Osinergmin hizo una propuesta y quedó ahí bajo la manga y jamás se hizo público. Fue algo muy subterráneo y simplemente el viceministro salió a hablar y luego no se hizo nada, los precios se dispararon y nunca se hizo ninguna normativa”, apunta el especialista de Enerkory.
Los riesgos ante un conglomerado chino
La energía eléctrica administrada por capitales chinos no solo abarca a Lima. “Luz del sur también tiene Cañete, y Enel también está en Huacho y Chancay”. Por ello, indica que más del 65% de la energía eléctrica en Perú va a ser manejado por el grupo chino.
“En mi opinión, China no solamente está comprando energía, sino también información con la tecnología y el manejo de las redes 5 G, big data. El grupo chino va a tener muestras de cómo se comporta el consumo de cada usuario, inclusive de hasta los niveles de pobreza”, señala.
Ello debido a que el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) siempre está en función del crecimiento del sector eléctrico. “¿Qué pasa si el grupo chino me comienza a colocar medidores electrónicos? Puede almacenar la información que requiera. Lo principal está comprando, pero queda el efecto secundario.
Los grupos económicos cuando intervienen un sector no vienen solos, refiere. “China ya colocó un banco hace cinco años en el Perú, vienen con todo. Los grupos económico chinos actúan algo más estructurados”, mencionó.
Luis Espinoza Quiñones, experto en en el sector energético, sostiene que el mercado de la energía eléctrica es uno de los más importantes del Perú.
Hasta el 2021, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) señalaba que existían más 80 empresas generadoras, 21 transmisoras y 23 distribuidoras. Pero de todas estas compañías, las más importantes en el país son Enel y Luz del Sur, ya que poseen los mayores activos en materia de distribución.
La Sociedad Nacional de Industrias (SNI) puso en alerta la situación que “representaría una concentración del 100% del mercado de distribución de la energía eléctrica en Lima” a manos de la República Popular China.
“En 2020, Luz del Sur fue vendida al grupo China Three Gorges Corporation, empresa de propiedad del Estado chino, y ahora en 2023, la empresa China Southern Power Grid, también de propiedad del Estado chino con sede en Guangzhou, ha suscrito un contrato de compra-venta con Enel, que de aprobarse, llevaría a una concentración del 100% del mercado de distribución eléctrica de Lima”, advirtió en un comunicado.
En línea con su argumento y más allá de las consideraciones técnicas, la SNI invocó al Estado peruano a “tener la suficiente visión para entender y actuar ante una situación que podría exponer a los consumidores a pagar precios excesivos por la energía eléctrica, como consecuencia de la ausencia de competencia”.