Ameba ‘come cerebros’: ¿Qué es y por qué es mortal en niños? Especialistas advierten su peligrosidad

Hace unos días, se conoció la historia de lucha de Marnon Zambrano, un adolescente de 17 años de edad, que vive con una ameba en el cerebro y que requiere con urgencia que el Ministerio de Salud (Minsa) reponga en su stock de farmacias un medicamento cuyo costo en el extranjero asciende a los US$20,000.

El caso del menor se dio a conocer recientemente, sin embargo, su padecimiento inició hace aproximadamente nueve meses cuando acudió a una piscina ubicada en Canta. La familia del adolescente no creyó que una tarde de diversión familiar les cambiaría la vida tres meses después cuando especialistas del Hospital Cayetano Heredia le diagnosticaron una ameba en el cerebro.

Se trata de un párasito llamado Naegleria fowleri, conocido como ‘ameba’ que vive en aguas contaminadas y estancadas, como lo pueden ser piscinas, lagos, ríos, aguas termales e incluso en el agua del grifo. Este peligroso microorganismo unicelular de libre vida es capaz de dejar secuelas graves, incluso causar la muerte de cualquier persona si es que ingresa a su organismo y se aloja en el cerebro.

“La ameba habita en aguas estancadas y se introduce principalmente por la nariz. Solo entre 1 y 4 pacientes llegan a sobrevivir, de cada 100 casos que se presentan”, explicó Cruz Vílchez en una entrevista anterior con Cutivalú. Agregó que los que sobreviven presentan secuelas de regular gravedad.

Los especialistas recomiendan tener cuidado al elegir las piscinas a los que se tiene previsto visitar. Es necesario tener en conocimiento si estas cuentan con la inspección de la calidad del agua y presencia de ameba. En el caso de ríos y aguas termales, es recomendable hacer uso de clips especiales para la nariz a fin de que estas aguas no ingresen de forma directa al cerebro.

No obstante, es necesario tener en cuenta que la nariz no es el único medio por donde este parásito puede ingresar al cerebro. Cruz Vílchez señala que también puede ser por el oído o por vía oral.

Aunque la ameba Naegleria fowleri puede infectar a individuos de cualquier edad, aquellos con sistemas inmunológicos debilitados, en particular los niños cuyos sistemas inmunitarios aún se encuentran en desarrollo, representan el grupo con mayor riesgo para hacerle frente a los síntomas. Esto se debe a su menor capacidad para combatir infecciones invasivas como la meningoencefalitis amebiana primaria, la enfermedad devastadora causada por esta ameba.

En el 2019, el caso de Bania, una niña de tan solo un año y 11 meses, conmovió en redes sociales. La menor había sido diagnosticada con una enfermedad causada por la ameba ‘come cerebros’ luego que, junto a su madre, acudiera a una piscina de la provincia de Urcubamba, en Amazonas. Lamentablemente, el organismo de la pequeña no pudo resistir la infección y falleció solo meses después del diagnóstico.

Además de la poca capacidad del organismo para resistir a la enfermedad, el diagnóstico, por lo general, suele tardar y ello agrava la situación de quienes lo padecen. Aída Palacios, entonces directora del hospital Cayetano Heredia, señaló que a Bania le atendieron primero en la ciudad de Chiclayo por una meningitis bacteriana y viral.

“Fue atendida en Chiclayo, donde la enfermedad es manejada como una meningitis bacteriana y viral, que son difíciles de diagnóstico y raras. Al ver que no mejoraba, un especialista llega y le hace una pulsión lumbar y es ahí donde se diagnostica que habían amebas en el líquido cefalorraquídeo”, dijo Palacios en El Comercio.

Para prevenir la infección por Naegleria fowleri, es importante tomar las siguientes precauciones al entrar en contacto con agua dulce, especialmente en lagos, ríos y termas:

• Evitar sumergirse o zambullirse en aguas estancadas o calientes, donde la ameba tiende a proliferar.
• Mantener la cabeza fuera del agua o utilizar tapones nasales para evitar que el agua ingrese por las vías nasales.
• Evitar remover el fondo de cuerpos de agua al nadar, ya que esto puede levantar la ameba del sedimento.
• No utilizar agua del grifo para irrigaciones nasales a menos que haya sido previamente hervida, filtrada o tratada adecuadamente.
• Enseñar a los niños a evitar jugar o lanzar agua hacia arriba cerca de su nariz cuando estén en ambientes acuáticos dulces.

Se debe buscar atención médica inmediata si se presentan los siguientes síntomas:

• Fuerte dolor de cabeza.
• Fiebre.
• Náuseas y vómitos.
• Rigidez en el cuello.
• Confusión o cambios en el estado de conciencia.
• Sensibilidad a la luz.
• Pérdida del equilibrio o convulsiones.