Tras reportarse la primera víctima mortal por golpe de calor en Perú, los efectos de las altas temperaturas y radiación comienzan a ser vistas como un potencial peligro este verano 2024.
Especialmente luego que el Seguro Social de Salud del Perú (EsSalud) confirmara que la exposición a los rayos ultravioleta (UV) del sol pueden provocar desde enrojecimiento, quemaduras de segundo grado y hasta incrementar el riesgo de desarrollar cáncer de piel a largo plazo.
Sin embargo, la dermatóloga de EsSalud, Antuaneh Sobrino, recuerda a la población que la sensibilidad de la piel al sol varía entre los seres humanos, ya que está influenciada por el tiempo de exposición y las características dermatológicas de cada persona.
“Algunos pueden haber estado tan solo 10 minutos y les aparecen ampollas, mientras que otros están expuestos horas bajo el sol, y no se dañan”, señala la especialista a la agencia Andina.
Los efectos más comunes de la radiación UV en la piel
La radiación ultravioleta penetra en diferentes capas de la piel, lo que quiere decir que puede tener diferentes efectos en el cuerpo. Entre las afecciones más comunes se encuentran las arrugas, la opacidad, la flacidez y el melasma, una condición caracterizada por manchas de pigmentación oscura, principalmente en el rostro.
Por tanto, la especialista de EsSalud resalta que lo que comúnmente se confunde con un simple caso de insolación, en realidad podría llegar a tener consecuencias irreversibles en la piel.
Esto a través de la aparición de manchas, lunares y lesiones benignas, lo cual ocurre, por lo general, a partir de los 35 años, edad en la que ocurre el inicio del proceso de envejecimiento con mayor intensidad.
Asimismo, la dermatóloga explica que, hasta los 18 años, una persona acumula aproximadamente el 80% de la radiación que su piel recibirá a lo largo de su vida, y partir de los 25 años, la piel comienza a perder aproximadamente el 1% anual de colágeno.
¿Qué hacer para evitar los daños irreversibles en la piel?
Teniendo en cuenta que el envejecimiento cutáneo y la mayoría de las afecciones relacionadas con la radiación UV son prevenibles con un adecuado cuidado desde temprana edad, la representante de EsSalud considera fundamental fomentar una cultura de prevención y cuidado de la piel, enfocada no solo en la estética sino también en la salud dermatológica.
En ese sentido, Sobrino aconseja, en primer lugar, aplicar protector solar con un factor de protección solar (FPS) alto, que debe ser reaplicado cada dos horas o después de nadar o sudar.
Además, se debe limitar la exposición directa al sol durante las horas de mayor intensidad, generalmente entre las 10 a.m. y las 4 p.m, e incorporar en el uso diario, sombreros y ropa protectora para disminuir considerablemente el riesgo de daños en la piel.
Personas que padecen rosácea deberán estar más alertas
Finalmente, la dermatóloga de EsSalud ha compartido valiosa información sobre cómo el aumento de temperatura puede afectar la piel, especialmente en aquellas personas que padecen de rosácea, quienes deberán estar más alertas ante el incremento de las altas temperaturas.
Esta enfermedad crónica —que afecta al 10% de la población mundial— se caracteriza por provocar un enrojecimiento persistente en el rostro, efecto que se intensifica con la exposición a altas temperaturas o incluso al consumir bebidas calientes, como el café.
Según Sobrino, el enrojecimiento facial asociado con esta condición es el resultado de la vasodilatación cutánea, un proceso que se agrava por el calor.
Dicha explicación resalta la importancia de comprender los factores desencadenantes de la rosácea para adoptar medidas preventivas efectivas, especialmente durante los períodos de temperaturas elevadas o consumo de alimentos y bebidas calientes.