La presidenta Dina Boluarte anunció este miércoles que una comitiva de ministros viajará a Puno para impulsar los principales proyectos que demanda esta región, donde ocurrió la jornada más sangrienta de las manifestaciones antigubernamentales hace un año.
“Queremos desterrar de Puno los índices de pobreza e indiferencia. Vamos a trabajar con empeño para revertir esta situación de manera sostenible”, declaró en una reunión en la que se abordó, junto con alcaldes provinciales y distritales, el destrabe de obras y la ejecución de planes de contingencia ante los periodos de lluvias y heladas.
Previamente, el viceministro de Construcción y Saneamiento, Jorge Bustamante, había presentado el cronograma de actividades del megaproyecto de mejoramiento y ampliación del sistema de agua potable y alcantarillado de Juliaca, donde murieron 18 personas en enfrentamientos con las fuerzas del orden.
Según estimaciones oficiales, la planta empezará a construirse el próximo agosto. La mandataria se reunió con las autoridades puneñas horas antes de participar en la ceremonia de saludo por parte del Cuerpo Diplomático.
La semana pasada, el jefe de gabinete, Alberto Otárola, confirmó que Boluarte no viajaría a la celebración de la Virgen de la Candelaria, la fiesta más representativa de Puno, donde los deudos de los fallecidos en protestas le invocaron abstenerse de participar en la festividad para no “generar caos” ni “más derramamiento de sangre”.
“(Ella) va a viajar a todo el país, no tiene ninguna restricción de hacerlo, pero nunca dijimos que iba a ir a la fiesta de la Candelaria o que se había puesto en concreto una fecha para este viaje. Creo que (la fiesta) va a ser exitosa y vamos avanzando a la reconciliación nacional”, dijo al concluir el Consejo de Ministros.
“Como jefa de estado tiene la obligación de coordinar con todas las autoridades; por ejemplo, hoy ha estado reunida con ocho gobernadores regionales y también con los alcaldes de todo el país”, agregó.
Después de que la mandataria fuera agredida durante una visita a Ayacucho, el ministro Juan Carlos Mathews deslizó que continuaría con sus visitas a otras regiones, entre ellas Puno, un anuncio que produjo la convocatoria de una rueda de prensa de familiares de las víctimas en protestas.
“Señora Dina Boluarte y Alberto Otárola, dejen en paz a Puno. Nosotros estamos aún con el dolor por la muerte de nuestros familiares. Sus presencias pueden generar un caos. No queremos más derramamiento de sangre”, dijo el presidente de la Asociación de Mártires y Víctimas en la Protesta Juliaca-Puno, Raúl Samillán.
El dirigente sostuvo que las acciones de Boluarte “solo aumentan el dolor y odio”, ya que el año pasado estigmatizó a las víctimas. Juliaca, ubicada a unos 1.300 kilómetros de Lima, fue el epicentro de las movilizaciones que exigían su dimisión, el cierre del Congreso y nuevas elecciones.
Una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llegó hasta la ciudad andina mientras se celebraba una procesión con ataúdes y una misa comunitaria. En la misma rueda de prensa, Samillán invocó a la Policía Nacional (PNP) y al Ejército no participar con sus conjuntos de danzas en la festividad, debido “al dolor que han generado”.