Entre los años 1438 y 1533, los incas dominaron gran parte del subcontinente sudamericano a través de su imperio, el Tahuantinsuyo. Hasta ahora, los historiadores han podido determinar cómo era su estructura social, política y económica. Asimismo, se tiene conocimiento de su importante poderío militar que les permitió someter a diversas civilizaciones. Pero, ¿qué información tenemos de sus características físicas?
Durante mucho tiempo se ha popularizado una imagen de los pobladores del imperio incaico que muestra a personas altas y fornidas. Sin embargo, la investigación realizada hasta ahora sugiere que la estatura de los antiguos pobladores andinos era distinta de la que suele difundir.
¿Cuánto medían los incas?
Antes de explorar la evidencia sobre la estatura de los incas, iremos mucho más atrás en el tiempo, hasta la época del hombre de Lauricocha (10.000 - 8.000 a. C.), una de las primeras poblaciones humanas en el Perú.
El arqueólogo peruano-argentino Augusto Cardich encontró un conjunto de entierros en las cuevas de Lauricocha. Allí pudo constatar las características de los cuerpos: cráneo alargado, cara ancha y 1,62 metros de estatura.
Otra investigación, llevada a cabo por la antropóloga María Inés Barreto, examinó las condiciones de vida de los antiguos pobladores del Complejo de Maranga desde la etapa de intermedio temprano (500 a. C. - 700 d. C.) hasta el horizonte tardío (1440 - 1532 d. C.), etapa en la que se desarrolló el Tahuantinsuyo.
El estudio determinó que los varones medían entre 1,50 metros y 1,65 metros, mientras que las mujeres medían entre 1,40 metros y 1,50 metros.
Finalmente, una investigación dirigida por John Verano en el santuario de Machu Picchu, halló que los esqueletos de los hombres medían en promedio 1,57 metros y los de las mujeres 1,49 metros. En tanto, se observó que ningún esqueleto medía más de 1,67 metros.
El caso de la nobleza
Si bien los datos examinados dan cuenta de una baja estatura en la población andina en general. Los registros históricos sugieren que la nobleza poseía distintas características físicas.
Por ejemplo, el esqueleto del señor de Sipán, antiguo gobernante mochica del siglo III, revela una estatura de 1,67 metros, lo cual es 12 centímetros por encima del tamaño promedio en dicha época.
También hay ciertos indicios de la verdadera estatura del inca Atahualpa. En el llamado cuarto de rescate, donde el noble fue encarcelado por los españoles, se puede observar una línea blanca ubicada a 2,1 metros sobre el suelo. De acuerdo con las crónicas sobre este suceso, dicha marca indica hasta dónde llegó la mano del gobernante cuando prometió oro a cambio de su liberación.
De ahí se dedujo una estatura aproximada de 1,83 metros para el inca Atahualpa, 25 centímetros por encima del tamaño promedio de los habitantes del Tahuantinsuyo.
Estas diferencias indican que las condiciones de vida de la nobleza, como la alimentación desde edad temprana, pueden haber influido en su estatura adulta.
¿Cómo se alimentaban los incas?
La alimentación de los incas se basaba en la agricultura andina y la domesticación de animales mediante el aprovechamiento de la biodiversidad de su territorio.
Los cultivos principales incluían el maíz, usado también para la chicha; papas y ollucos con variedades adaptadas a diferentes climas; además de la quinua por su valor nutritivo. La crianza de llamas, alpacas y cuyes sumaba proteínas a su dieta, mientras que en las zonas costeras incluían pescados y mariscos.
Mediante técnicas de conservación como el deshidratado, y un eficiente sistema de distribución a través de caminos y tambos, los incas aseguraban el abastecimiento alimenticio a lo largo de su imperio.