Reportan caída de huaico a cinco minutos de Canta: interrumpción del transporte perjudica a productores agrarios

La tarde de este sábado se vio marcada por un inesperado desastre natural cerca a Canta, cuando la activación de la quebrada de Tambo desencadenó un huaico que interrumpió el paso en una carretera vital para la conectividad de la región.

Este incidente, ocurrido precisamente a las 4:30 p.m., ha dejado varados a numerosos vehículos junto con sus pasajeros, quienes buscaban dirigirse hacia Lima o hacer el trayecto hacia el Cerro de Pasco, por lo que ahora se encuentra en una situación de incertidumbre y preocupación.

Entre los afectados por este bloqueo se encuentra Raquel Puris, quien, tras cuatro horas de angustiosa espera, expresó, en conversación con Canal N, una creciente frustración dada la falta de una solución efectiva por parte de las autoridades competentes.

A pesar de los esfuerzos de equipos enviados por una empresa privada, el intento por despejar el camino no ha prosperado, lo que exacerba la situación para aquellos cuya necesidad de avanzar es urgente, como es el caso de una ambulancia que, según la entrevistada, se encuentra atrapada en medio del caos vehicular con un paciente que requiere soporte de oxígeno.

La alarma no solo se limita a los desafíos logísticos que implica esta obstrucción, sino que también afecta desde una perspectiva humana muy profunda. Los relatos de Puris arrojan luz sobre la difícil circunstancia de estar rodeada de personas vulnerables, incluidos ancianos y niños, cuya seguridad y bienestar pueden verse comprometidos por la prolongada espera y la incierta resolución del evento.

Mientras las horas avanzan, la comunidad espera ansiosa la intervención de las autoridades para despejar la ruta y permitir que los afectados, especialmente aquellos en condiciones de mayor vulnerabilidad, puedan continuar con sus trayectos de manera segura. A su vez, este incidente sirve como un recordatorio de la fragilidad de nuestra infraestructura frente a la fuerza de la naturaleza y la importancia de adoptar todas las medidas posibles para mitigar los riesgos y proteger a la población.

Los mercados de Huancayo enfrentan un desafío que afecta directamente la economía doméstica de sus habitantes, con un aumento promedio del 50 % en el precio de las frutas. La causa de este fenómeno es el bloqueo de las rutas clave por huaicos recientes, lo cual ha dificultado el transporte de estos productos esenciales desde las áreas de producción en la selva.

Este obstáculo logístico ha desencadenado un efecto dominó que impacta el precio final que los consumidores deben pagar. Proveedores y comerciantes buscan alternativas para mitigar esta situación que pone en peligro su fuente de ingresos diaria. Ante esta realidad, una periodista de Latina decidió explorar el impacto directo de estos cambios en el mercado frutero local. En su visita, interactúa con Beatriz, una vendedora que ha testimoniado el incremento en los precios.

Según la comerciante, la papaya y la piña son ejemplos claros de este ascenso, pasando de costar 3 soles a 5 y 6 soles respectivamente, lo que representa una significativa carga para el bolsillo de los consumidores.

Esta situación representa no solo un desafío financiero, sino también un cambio en el comportamiento de compra de los consumidores, obligándolos a reconsiderar sus patrones de consumo ante el aumento de precios. La adaptabilidad se convierte en un aspecto esencial tanto para los vendedores, que luchan por mantener un equilibrio entre la disponibilidad de productos y los costos incrementados, como para los compradores, que tienen que ajustar sus presupuestos para seguir accediendo a estos productos esenciales.

El Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred) —encargado de investigar el origen, comportamiento y consecuencias de los fenómenos naturales causantes de desastres— ha estimado que aproximadamente 1 millón 446 mil 991 personas en el Perú están expuestas a riesgos potenciales de huaicos y deslizamientos de tierra.

Esto como consecuencia de las intensas lluvias, posiblemente asociadas al fenómeno de El Niño, que se caracteriza por el calentamiento anormal de las aguas del Pacífico, las cuales pueden impactar directamente en los patrones climáticos, resultando en precipitaciones que exceden los estándares habituales.

Las regiones de Áncash, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Junín, Lima, Pasco y Puno se encuentran en riesgo muy alto y alto.