Hace más de siete años, Perú lanzó su primer satélite, un hito que ha sido considerado como el ingreso del país a la era espacial. Ahora, un nuevo proyecto tiene el objetivo de permitirnos no solo enviar cosas al espacio, sino también tener nuestro propio acceso hacia él.
A finales de diciembre de 2023, el Gobierno peruano presentó su propuesta para construir el primer puerto espacial del país, una nueva salida ante la demanda mundial de lanzamientos espaciales, que el último año totalizaron 223.
Actualmente hay 53 puertos espaciales en el mundo, la mayoría en Estados Unidos, Rusia y China. En Sudamérica hay solo dos, el Centro Espacial de Punta Indio en Argentina, y el Puerto Espacial de Kourou en la Guayana Francesa.
El que se planea para ser construido en Perú sería el más grande y completo del subcontinente, lo que nos posicionaría como la principal puerta al espacio en esta parte del planeta. Pero, ¿por qué en nuestro país y qué podemos esperar de este megaproyecto?
Ubicación clave
El lugar planteado para la construcción del puerto espacial es la Base “El Pato”, administrada por la Fuerza Aérea del Perú (FAP), cerca de la ciudad de Talara, en el departamento de Piura. Esta ubicación, al estar tan cerca de la línea ecuatorial, es ideal para los lanzamientos espaciales.
Ello se debe a que en el ecuador la velocidad de rotación terrestre es mayor. Eso significa que todo se mueve más rápido, aunque no lo notemos.
“Si se lanza una nave espacial desde un lugar cercano al ecuador de la Tierra, puede aprovechar la mayor velocidad de rotación. Tan solo al estar situada en una plataforma de lanzamiento cerca del ecuador, ya se mueve a una velocidad de más de 1.650 kilómetros por hora con respecto al centro de la Tierra”, explica la NASA.
Este impulso extra ayuda a la nave a alcanzar la velocidad necesaria para orbitar el planeta (aproximadamente 28 mil km por hora).
“En comparación con un lanzamiento lejos del ecuador, el vehículo lanzado desde el ecuador necesitaría menos propulsor, o un cohete determinado puede lanzar una nave espacial más masiva”, agrega la agencia espacial estadounidense.
José Martinelli, comandante espacial y ciberespacial de la FAP, le dijo a Infobae Perú que la ubicación privilegiada de este puerto espacial podría animar a las empresas que se encargan de estos lanzamientos, ya que ahorrarían combustible y reducirían sus costos.
Además del envío de satélites y sondas espaciales, el puerto espacial está planeado para que permita los vuelos suborbitales, que permiten viajar de un continente a otro en cuestión de minutos.
Para poder ejecutar sus funciones, el puerto espacial contará con un centro de control de lanzamiento, una plataforma de lanzamiento, una plataforma de aterrizaje vertical, una banda transportadora, túneles de escape de gases, reservorios de agua y disipador de ondas, un hangar de integración de cohetes y vehículos lanzadores, una pista de decolaje, una pista de taxeo, instalaciones para bancos de prueba y test de acondicionamiento, así como otras que se requieran más adelante.
Inversión privada y beneficios
De acuerdo con el Informe Multianual de Inversiones en Asociaciones Público-Privadas del Ministerio de Defensa para el período 2023-2026, la obra costaría aproximadamente mil millones de soles.
“Ese monto se va a ir afinando conforme los estudios vayan concluyendo. En cualquier caso, la inversión deberá provenir totalmente de capitales privados”, aclara Martinelli.
La inversión podría llegar de cualquier institución o empresa interesada en el proyecto y será gestionada por Proinversión.
Hasta ahora, la FAP ha tenido un mayor acercamiento con el Comando Espacial de EE. UU., división con capacidades militares en el espacio exterior, la cual ha brindado asesoramiento para la definición de este proyecto.
“Este acercamiento e interés mostrado por el Perú ha despertado la posibilidad de una alianza el ámbito de la defensa y la seguridad”, indica el teniente general.
Una vez que el puerto espacial esté operativo, la FAP se beneficiará mediante la transferencia tecnológica por parte de la entidad que haga uso de las instalaciones. De ese modo, la institución peruana podrá mejorar sus capacidades espaciales.
Asimismo, la FAP tendrá acceso a vuelos orbitales y suborbitales, entre otras ventajas.
Por su parte, la Agencia Espacial del Perú (Conida), organismo adscrito al Ministerio de Defensa, podrá hacer uso de estas facilidades para abocarse a la investigación científica y potenciar su programa espacial en curso.
¿Cuándo estará listo?
Todavía hay un largo camino hacia la construcción del puerto espacial.
En un plazo de 1 a 4 años, se tiene planeado realizar estudios de viabilidad para terminar de definir el lugar: si bien lo idóneo es construir el puerto espacial en el norte del país, aún se estudia la posibilidad de hacerlo en la base La Joya, en Arequipa.
Asimismo, se requiere la visita a puertos espaciales de otros países para obtener información técnica de funcionamiento, mantenimiento, infraestructura y operación.
En una segunda fase, tras la confirmación de la ubicación y sus capacidades, Proinversión determinará los plazos para el inicio y fin de la construcción del puerto espacial.
“Ya en una tercera fase, tendríamos que contar con la presencia de expertos de países desarrollados que cuentan con este tipo de tecnología y conocimiento para la construcción de puertos espaciales”, precisa Martinelli.
Aumento de vigilancia
Por lo pronto, el mencionado acercamiento entre el Comando Espacial de EE. UU. y la FAP beneficiará al Perú en materia de defensa.
Martinelli informó que es muy probable que esta alianza le permita al país adquirir telescopios para la vigilancia del espacio y el cuidado de nuestros activos en órbita, como el satélite PerúSat-1.
“De ese modo, podríamos ofrecer más información a nuestros socios, un servicio que será retribuido”, añade el comandante espacial y ciberespacial, división creada hace apenas tres meses.
Asimismo, Martinelli detalla que una parte de los miembros de la FAP, incluidos varios oficiales, se han capacitado en los últimos años en vigilancia espacial o han dedicado su carrera a este campo. El objetivo es contar un personal altamente calificado para adaptarse a los nuevos conocimientos que llegarán con este tipo de alianzas estratégicas.