Un delincuente fue reducido este domingo cuando iba a desatar un tiroteo en la losa deportiva de Flor de Amancaes, en el Rímac. Según un despacho de Canal N, el atacante amenazó a un grupo de jóvenes que participaba en un campeonato y se escondió en un baño público después de que los vecinos dieran aviso a la comisaría local.
Cinco agentes se desplazaron a la zona, rodearon los servicios higiénicos y lo conminaron a salir con las manos en alto, pero Johnny Ayala Venancio (26) lo hizo con un arma empuñada, a punto de apretar el gatillo. En ese momento, el suboficial de primera Hilario Esteban le disparó en la pierna derecha y le ordenó que suelte la pistola, aunque solo lo hizo cuando estuvo a punto de desvanecerse.
De acuerdo con el informe, el sujeto ―denunciado anteriormente por violencia física, microcomercialización de droga, fraude informático y receptación— llegó al lugar para buscar a un hombre con el que habría tenido una rencilla y cuya casa fue atacada a balazos. Después del episodio, los efectivos lo trasladaron al hospital Cayetano Heredia.
El mismo despacho dio cuenta de que el detenido estaba aparentemente bajo efectos del alcohol y drogas. Ocurre en un distrito donde las incidencias delictivas se elevaron de cuatro a ocho al día tras declararse estado de emergencia, según el alcalde Néstor De La Rosa.
En junio del año pasado, el legislador Jorge Montoya (Renovación Popular) presentó un proyecto de ley que posibilita a los efectivos “abatir” a delincuentes armados “en el lugar de los hechos, en legítima defensa y presunción de legalidad”.
El diputado indicó entonces que se trata de una “herramienta jurídica” para que los policías puedan actuar “sin mayor trámite” contra delincuentes que empleen “elementos de evidente peligrosidad”, mediante un “protocolo que debe crear la institución para este tipo de intervención”.
“Hasta la fecha, no hemos visto ninguna noticia que diga que disparó dos tiros a un delincuente o abatió a alguien porque no usan las armas, la protección que tienen es mínima. Terminan en un proceso judicial eterno hasta salir del problema. Evitan hacerlo, por ese motivo”, dijo.
A las calles
A inicios de enero, el Gobierno de Dina Boluarte incorporó a más de 5.000 agentes de la Policía a las tareas de vigilancia en las calles como parte del fortalecimiento del plan estatal de lucha contra la delincuencia y el crimen organizado.
La mandataria detalló que 3.678 de estos agentes “patrullarán las calles y avenidas de distintas regiones” del país, mientras que las tareas de seguridad en Lima serán fortalecidas con más de 1.500 policías, que “serán destacados a los distritos con mayor incidencia delictiva”.
“Los policías que saldrán a las calles son especialistas en investigación y orden público, algo acorde con los objetivos de la política nacional de seguridad ciudadana del gobierno, que apunta a reducir la victimización por robo y hurto en los espacios públicos”, sostuvo.
Según cifras oficiales, hasta el 2023, la PNP desarticuló 181 organizaciones criminales y 11.598 bandas criminales. Asimismo, capturó a 68.660 personas con requisitorias.