Adentrarse en la vida de Adrián Bello es como asistir a un concierto privado donde cada nota cuenta una historia, cada canción desvela un sentimiento. Esta vez, el escenario es más íntimo, más cercano. Lejos de los focos y las ovaciones, el cantautor peruano se sentó con Infobae Perú para desgranar con entusiasmo los nuevos compases de su carrera.
Con la emoción de un nuevo disco asomándose en los próximos meses, el intérprete habló de sus desafíos artísticos y, también, abrió las puertas de su corazón al mencionar a Bruno Ascenzo, su compañero de vida.
Desde el respaldo en sus actividades hasta el simple goce de la compañía mutua, contó que ha sido una fuente de inspiración y fortaleza. Desde que se conocieron hace más de 10 años, han compartido sueños, proyectos y momentos muy íntimos.
Adrián se dispuso a contar, con la sinceridad que lo caracteriza, cómo es con el cineasta, cómo juntos han ido construyendo un espacio donde cada uno es refugio y trampolín del otro, y sobre todo, cómo han formado un hogar cuya arquitectura descansa en pilares de respeto, amor y mucha música.
Adrián Bello y cómo comparte su vida con Bruno Ascenzo
En la conversación reciente con el cantautor peruano, desveló los detalles más cálidos de esta relación que, lejos de ser una simple coincidencia de intereses, se revela como un entramado de complicidades y apoyos recíprocos entre bambalinas y acordes.
Adrián Bello describió su vínculo con Bruno Ascenzo como un tejido hecho de feedback constante, un diálogo abierto donde cada uno nutre su camino con las vivencias del otro.
En cada proyecto, en cada idea, se encuentran para compartir y aconsejarse, como dos artistas que, además de amarse, se comprenden en las complejidades y desafíos que sus carreras implican.
“Nos contamos las cosas en la que trabajamos y buscamos apoyo. Es muy bonito y más fácil estar con alguien que se dedica al arte si tú también lo haces. Entiende los retos que aparecen, te ayuda a resolver cosas. Así estamos como en equipo, tratando de remar nuestros propios caminos”, relató.
El musical que desean hacer juntos sigue en la lista de “algún día”, esperando que el tiempo y el espacio se conjuren para convertirlo en una realidad.
“Ahora, no hay proyectos en común. A veces hablamos de algún día hacer un musical. Pero no hemos tenido tiempo para hacerlo realidad. Ojalá que algún día se nos abra el espacio para llevarlo a cabo”, añadió.
¿Qué actividades disfrutan hacer juntos en su tiempo libre?
Adrián Bello confesó que son más de esas pequeñas alegrías domésticas, lejos de los flashes y el escenario. Se consideran “bien hogareños”, disfrutando de la compañía de sus tres gatos y la serenidad de su hogar, rodeados de plantas y ese cálido sentido de pertenencia.
“En realidad, somos bien hogareños. Nos encanta estar descansando en nuestra casa con los 3 gatos. Tenemos muchas plantas. Estamos aquí como unos viejitos cuidando de nuestra casa”, mencionó, entre risas.
Agregó que es casual encontrarlos cocinando, reuniéndose con amigos y familiares o, cuando la ocasión lo permite, escapando a algún viaje. Sin duda, han encontrado en su intimidad un refugio lejos del ojo público.
La posibilidad de formar una familia
En las sinuosas rutas del amor, cada pareja traza su propio mapa, y en el caso de Adrián Bello y Bruno Ascenzo, parece que han encontrado el itinerario perfecto para su viaje en común.
Conversando con el artista, surgió inevitable la pregunta sobre si han contemplado la posibilidad de cementar aún más su unión con un matrimonio o ampliando la familia. Su respuesta fue tan sincera como su música: no es una opción en un Perú que todavía camina hacia la inclusión total.
En cuanto a tener descendientes, con una sonrisa, el cantautor habló de sus gatos, esos compañeros peludos con los que ya han formado un hogar. Añadió que la vida que han construido juntos es tranquila y llena de satisfacciones.
En ese mismo esquema de amor y respeto, ambos están inmersos en sus carreras artísticas, que absorben la mayor parte de su tiempo y energía.
“Estamos tranquilos como estamos. Bastante contentos. Tampoco es fácil en un país como este, estamos enfocados en nuestras carreras. Yo en la música, él en lo suyo. No tendríamos tiempo, con nuestros gatos estamos felices y contentos”, señaló.
Futuro artístico y proyectos
Su decisión de lanzarse al ruedo del arte de manera independiente no ha sido una hazaña menor, y en sus palabras, este camino es tan apasionante como desafiante. Admitió sin reparos que no es un sendero sencillo, que hay días en que la dificultad se hace sentir con más fuerza, pero su amor por la música es demasiado fuerte.
“Es difícil dedicarse a la música. Definitivamente, requiere de mucha paciencia, trabajo, rodearte de gente buena y en quien puedas confiar. No ha sido, ni es fácil, pero es lo que me gusta. No podría estar haciendo otra cosa por el hecho de querer hacer algo más comercial. Uno debe hacer lo que le nace”, dijo.
Respecto al futuro, el cantautor dibuja un horizonte lleno de música y posibilidades. Su visión es clara: llevar su arte más allá de los límites que conoce, recorrer su país, y extender sus melodías hasta otros rincones de América Latina como Colombia, Chile, Argentina, Ecuador y regresar a México, naciones que ya parecen esperarlo con los brazos abiertos.
Y, claro está, el lanzamiento de su próximo disco, que promete ser el más ambicioso y emocionante de su trayectoria.
“Quiero ir de gira, a varias provincias del Perú. Luego a Colombia, Chile, Argentina, Ecuador, volver a México. Incluir más ciudades de allá. Tengo el concierto de lanzamiento de este disco, que será el más grande que he hecho, hasta ahora”, finalizó.
Así, entre deseos compartidos y proyectos individuales, Bruno Ascenzo y Adrián Bello configuran todos los días, con la certeza de que el amor es el mejor de los escenarios, y que, al final, la música y la vida son una sola gran gira, llena de instantes únicos, pero siempre con el corazón abierto a cada nuevo acorde que traiga el mañana.