En una tarde marcada por la desesperación y el caos, una embarcación fluvial conocida como el “Zafiro” se convirtió en el epicentro de una tragedia inesperada en las aguas del río Ucayali. Con más de 60 personas a bordo, entre hombres, mujeres y niños, el destino de este navío se vio sellado por el peso de una carga excesiva, desencadenando una cadena de eventos que dejó a todos sus ocupantes en estado de shock y desamparo.
Según los informes emitidos por la Capitanía de Puerto de Pucallpa, “Zafiro” se dirigía hacia la ciudad de Iquitos cuando la tragedia se desató. El exceso de carga, que incluía un vehículo, maquinaria pesada, costales de productos agrícolas y más, provocó que el navío se viera abrumado, luchando contra las aguas del río antes de sucumbir por completo.
El fatídico suceso tuvo lugar apenas una hora y media después de que el “Zafiro” zarpara del puerto “Ushico”, ubicado en el último tramo del Jirón Vargas Guerra, alrededor de las 5 de la tarde, en el caserío Santa Elena, en el bajo Ucayali.
Testigos relatan que el navío, cargado hasta el límite, empezó a hundirse lentamente, mientras los pasajeros observaban impotentes cómo sus pertenencias quedaban sepultadas bajo las aguas.
“Navegando por las aguas del Ucayali, el Zafiro colisionó con un banco de arena. Este impacto, combinado con el exceso de carga que llevaba la embarcación, provocó un desequilibrio que culminó en su hundimiento”, sostuvo Ivo Agüero, subgerente de gestión de riesgos y desastres de la municipalidad provincial de Coronel Portillo.
La rápida respuesta de otras embarcaciones cercanas, junto con la intervención inmediata de la Capitanía de Puerto de Pucallpa, fue crucial para el rescate de las personas a bordo del “Zafiro”. A pesar de la magnitud del naufragio, se reporta que todos los 62 pasajeros fueron rescatados a salvo, sin sufrir heridas físicas ni tener que ser trasladados a centros de salud.
Sin embargo, el impacto emocional y psicológico de este trágico incidente resonará en la comunidad durante mucho tiempo. La seguridad y el control de carga en las embarcaciones fluviales se convierten ahora en puntos críticos de discusión, mientras las autoridades locales y los residentes buscan respuestas y medidas preventivas para evitar futuras tragedias en las turbulentas aguas del río Ucayali.
“Los 62 pasajeros se encuentran a salvo. Nadie presentó heridas ni fue llevado al establecimiento de salud. Del total, 24 personas se retiraron por sus propios medios y regresaron con sus familias. Los otros 38 son pasajeros que no tienen residencia en Pucallpa y no tenían donde quedarse. Nosotros hicimos las gestiones para que se alojen en el local comunal del asentamiento humano Ramitrans” agregó Agüero.
La falta de regulación adecuada y el mantenimiento deficiente de las embarcaciones son factores que contribuyen a aumentar el riesgo de accidentes como el ocurrido en el rio Ucayali. Las autoridades del gobierno regional se ven ahora presionadas para implementar medidas más estrictas de seguridad marítima, garantizando así la protección de los pasajeros y la integridad de las embarcaciones que surcan las aguas del mencionado caudal.
Rescatan a diez personas en rio Ucayali
En un acto de valentía y solidaridad, miembros de una embarcación pesquera en Ucayali llevaron a cabo el rescate de pasajeros de otra nave fluvial que naufragó en el río Ucayali, dejando a más de diez individuos, incluyendo mujeres y niños, luchando por sus vidas en las aguas.
El incidente tuvo lugar el pasado viernes 12 de enero en el Centro Poblado Roaboya Mestiza, distrito de Padre Marques. Las víctimas, todas miembros de una sola familia, se dirigían hacia otra localidad cuando su embarcación colisionó con un objeto no identificado bajo el agua, sufriendo una avería crítica en el motor que provocó su hundimiento. La falta de chalecos salvavidas a bordo exacerbó la gravedad de la situación.
La operación de rescate se produjo cuando la mencionada embarcación pasaba por el lugar después de su faena y se percató de las llamadas de auxilio. La tripulación respondió lanzando salvavidas a las víctimas y procedió a sacarlas del agua, priorizando la seguridad de los niños, seguido por las mujeres y finalmente los hombres.