Crisis en Machu Picchu: pérdidas superan los S/3 millones y miles de puestos de trabajo en riesgo

La situación en Machu Picchu, la mayor atracción turísticas del Perú, se agrava. Las controversias alrededor de la ministra de Cultura, Leslie Urteaga Peña, que involucran la salida de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) —quien criticó las decisiones altamente centralista en su carta de renuncia— la supuesta falta de transparencia en la venta de boletos al santuario por medio de Joinnus, siguieron a un paro indefinido por medio de colectivos populares y ciento de personas que protestan en la ciudad de la maravilla turística.

El Comité de Lucha por la Defensa del Pueblo de Machupicchu, quienes van en su tercer día de paro y protesta piden dejar sin efecto el contrato con Joinnus “por vicios legales insalvables” y remitir los actuados al Ministerio Público, así como la destitución de la ministra de Cultura por “los daños y perjuicios” causados al distrito de Machupicchu.

Diferentes autoridades han declarado para medios sobre la situación en Machu Picchu. Asimismo, gremios en Cusco también se han dado alcances sobre las pérdidas que está generando este paro en la zona.

El presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Ollantaytambo, Carlos González, declaró a Exitosa dando la cifra: se estarían perdieron S/3 millones de soles en todo el Cusco por las protestas en el santuario. “Por cada día de paralización, la región de Cusco, en toda su cadena de valor; es decir, aquellas personas que se dedica a agencias de viaje, hoteles, guías, transportistas, mercados y otros, dejan de percibir S/3 millones diarios”, señaló.

Asimismo, el Presidente de la Cámara de Comercio de Cusco, John González, informó a RPP que solo Machu Picchu estaría perdiendo alrededor de S/80 mil soles por día. “Las pérdidas que se van generando a nivel de Cusco y agencias de viajes, deben estar bordeando los S/500 mil”, agregó.

El paro y protestas en Machu Picchu se dan luego que se anunciara y empezaran la venta de entradas al santuario por Joinnus. Lo que sucedió primero fue la renuncia de la directora de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Cusco, la arqueóloga Maritza Rosa Candia, en diciembre de 2023.

Además de mostrar su “desacuerdo con su gestión altamente centralista en la conducción del Ministerio de Cultura, a las decisiones verticales y arbitrarias adoptadas desde hace ya varios meses por su despacho que han venido obstaculizado, limitando y hasta ignorando a esta Dirección”, la exdirectora alertó que el acuerdo con Joinnus se habría gestionado sin el conocimiento previo de su Dirección, lo que evidenciaba una “falta de transparencia y posible conflicto administrativo”.

Asimismo, a esto se sumaban las acciones del Mincul, donde altos funcionarios se acercaron a DDC de Cusco para “coordinar y coadyuvar en las acciones necesarias” para poner en marcha el sistema de venta virtual de boletos, pero sin incluir en la participación al persona de la DDC.

Otras entidades también mostraron su preocupación por esto. El gerente de la Gerencia Regional de Comercio Exterior y Turismo (Gercetur), Saúl Caipani, explicó a El Comercio que “hay temor que estos actos sean parte de una preprivatización directa de Machu Picchu. Le pedimos al Ministerio de Cultura que sean claros y responsables al momento de impartir la información”, contestó.

Por su lado también la Unidad de Gestión del Santuario Histórico de Machu Picchu (UGM) cree que la venta de boletos por Joinnus se trata de un caso de “monopolización del sector turístico”, así como alertó de que esto afectaría los intereses de la población y de los operadores locales.

Ante esto la ministra de Cultura señaló que solo están utilizando “tecnología mejorada para brindar un mejor servicio de los boletos que ya vendemos virtualmente”.