La persistencia de lluvias intensas en la región de Arequipa ha desencadenado varios huaicos, lo que viene dejando en lo que va del año la muerte de tres personas y causado el aislamiento de cientos de pobladores. Entre los fallecidos se encuentran un adulto mayor, quien perdió la vida este miércoles 24 de enero, al ser arrastrado por un deslave en el sector Allanca, y dos jóvenes que intentaban cruzar ríos en Condesuyos y Caravelí.
Según informes de medios locales, las víctimas quedaron bajo el alud mientras las lluvias continúan afectando la infraestructura y las vidas de los habitantes de la zona. Las autoridades locales y el Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) de Arequipa están coordinando esfuerzos para enviar ayuda a los afectados y realizar trabajos para contener los daños.
Los datos suministrados por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) reportan que los caudales de los ríos Ocoña y Majes han alcanzado niveles críticos, generando alerta hidrológica roja debido a la magnitud del agua vertida. La población ha sido alertada para evitar actividades cerca de las quebradas, dada la alta posibilidad de activación de deslizamientos y la amenaza que representan las condiciones inestables propiciadas por las precipitaciones.
La situación se agravó cuando Marcelino Menacho, la víctima de avanzada edad, perdió su hogar y posteriormente la vida debido a la fuerza del huaico en Allanca. Las tragedias en Condesuyos y Caravelí involucraron a Tito Alexis Taya Zuñiga, quien fue arrastrado por el río Blanco y al operador Israel Toma Mamani, sorprendido por un huaico mientras laboraba en labores de defensa ribereña.
El gobierno regional a través del COER y la Gerencia Regional de Transportes y Comunicaciones se ha movilizado para enviar maquinaria pesada a las zonas afectadas, buscando mitigar la situación y asistir a los damnificados, mientras la Gerencia Regional de Agricultura también se está desplegando para ofrecer su apoyo.
Alrededor de 4 mil personas afectadas
Un huaico en el distrito de Choco, provincia de Castilla, Arequipa, causó un aislamiento significativo afectando a alrededor de 4,000 personas. El suceso ocurrió el domingo pasado en horas de la tarde, dejando a la comunidad sin comunicación tras el colapso de un puente carrozable y daños en varias estructuras.
Las consecuencias del deslave natural fueron graves, con 15 viviendas afectadas, daños a un establecimiento educativo inicial y al cementerio local. En el anexo de Miña, también se reportaron daños en 12 casas. Ante la emergencia, un helicóptero de las Fuerzas Armadas intentó llevar dos toneladas de ayuda humanitaria al distrito sin éxito, debido a la compleja geografía y condiciones climáticas adversas, según indicó el alcalde provincial de Castilla, Renzo Pastor.
El esfuerzo por socorrer a la población sigue su curso, aunque la dificultad de acceso aéreo complicó las labores de asistencia. Las autoridades están haciendo lo posible por establecer un corredor terrestre para hacer llegar la ayuda necesaria. Por otra parte, existe preocupación por la decisión del gobernador de Arequipa, Rohel Sánchez, de tomar vacaciones en medio de la situación de emergencia.
El Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) de Arequipa bajo la dirección de Juan Carlos Burga Regalado ha registrado unos 80 damnificados formalmente, aunque se estima que la cifra real puede ser mayor. Las operaciones continúan para evaluar y asistir a todos los afectados por este desastre natural.
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