El Tratado de Mapasingue: así fue cómo le puso fin a la invasión peruana a Ecuador

A pesar de que ninguno de los dos países lo puso en práctica, sirvió para detener una guerra y ponerle pausa a un conflicto que se resolvería recién en 1998.

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Pintura de autor anónimo que
Pintura de autor anónimo que representa la invasión del ejército peruano a Guayaquil. (Museo Nacional de Historia de Lima)

Luego de los procesos de independencia de la mayoría de los países en Sudamérica, quedó la tarea de que cada uno busque su propio destino. Y esa no fue una tarea para nada sencilla, pues muchos no lograron ponerse de acuerdo en varios puntos y desataron sus propias batallas, sobre todo para marcar sus límites.

En el caso del Perú, también debió escribir su propia historia en varios campos de batalla. Una de las que fueron bastante usuales en el siglo XIX fue la que nos enfrentaron contra Ecuador.

Y es que de todas las veces que los ejércitos de ambos países se vieran la cara, incluidas las del siglo XX, hubo uno en particular que dejó una huella profunda en los contendientes (la librada entre 1858 y 1860) y que tuvo un final inesperado: la firma del tratado de Mapasingue que ninguno terminó por respetar y dejó la puerta abierta para los futuros conflictos que llegarían. Esta es la historia.

Un pasado de disputas territoriales

Estos eran los territorios en
Estos eran los territorios en disputa en la guerra entre Perú y Ecuador de 1958. (William Robert Shepherd)

La génesis del conflicto se remonta a la época del Virreinato del Perú y la división territorial que experimentó con las reformas borbónicas en 1717. A lo largo de los años, surgieron disputas sobre la jurisdicción de territorios como Guayaquil, Maynas y Quijos, que pasaron de una dependencia a otra, generando tensiones entre las incipientes naciones.

Hasta que la República del Ecuador hizo su aparición en escena en el año 1830, pero esto no resolvería ninguna tensión limítrofe, todo lo contrario. A pesar de acuerdos como el Tratado Pando-Novoa en 1832, los reclamos territoriales se intensificaron en la década de 1840, especialmente durante la guerra entre Perú y Bolivia, aprovechando la coyuntura para cuestionar la validez de tratados previos.

La crisis de 1858: de la deuda inglesa a la declaración de guerra

Artículo 'Perú y Ecuador' publicado
Artículo 'Perú y Ecuador' publicado en El Comercio de Lima, el 3 de marzo de 1842, en el que ya se cuentan los problemas limítrofes entre ambos países. (GEC)

La llegada al poder del general Francisco Robles en Ecuador desencadenó una crisis relacionada con la “deuda inglesa”. Esta era una deuda que los norteños tenían con el gobierno inglés y para poder pagarla decidieron otorgar varios territorios que, casualidad, se encontraban en territorio peruano.

Pero el bloqueo peruano, destinado a presionar a Ecuador para resolver el conflicto, coincidió con una guerra civil interna en Ecuador. Mientras el presidente Ramón Castilla buscaba negociaciones pacíficas, la anarquía se apoderó de Ecuador, con múltiples gobiernos disputándose el poder en Quito, Guayaquil y otras regiones del joven país.

Ante la falta de un gobierno ecuatoriano unificado, Castilla decidió intervenir directamente, desplegando una expedición militar hacia Ecuador. La ocupación estratégica de haciendas como Mapasingue, Tornero y Buijo, en Guayaquil, en enero de 1860, marcó un hito en el conflicto, aunque la estrategia de Castilla era lograr un arreglo pacífico mediante la unificación de los gobiernos ecuatorianos.

El Tratado de Mapasingue

El vicealmirante Ignacio Mariátegui y
El vicealmirante Ignacio Mariátegui y Tellería, fue el comandante en jefe de la armada peruana que tuvo a su cargo el bloqueo de toda la costa ecuatoriana en 1858-1859. (Diccionario Biográfico Marítimo Peruano)

El tratado se fundamentó en la interpretación de la real cédula de 1802, que subordinó los territorios orientales de Quito al Virreinato del Perú. Reconociendo la soberanía peruana sobre las tierras en disputa, el acuerdo fue firmado el 25 de enero de 1860 por los representantes de Ramón Castilla y el líder ecuatoriano Guillermo Franco Herrera.

En el Perú la situación fue similar, pues el Congreso no lo reconoció en 1863 y lo invalidó por las circunstancias de su firma. Este episodio, aunque breve, dejó huellas duraderas en las relaciones bilaterales entre ambos países sudamericanos.

Ejemplo de lo que no se debe hacer

Representación de la fragata peruana
Representación de la fragata peruana Amazonas, en la cual el presidente Ramón Castilla viajó durante la guerra contra el Ecuador. (Marina de Guerra del Perú)

La guerra peruano-ecuatoriana de 1858-1860, aunque a menudo olvidada, ilustra las complejidades políticas y territoriales que caracterizaron la América Latina del siglo XIX.

Este episodio, marcado por la diplomacia fallida y la anarquía interna, sigue siendo un recordatorio de la importancia de la resolución pacífica de conflictos en la construcción de relaciones duraderas entre países vecinos. No fue hasta 1998, más de 150 años después, que tanto el Perú y Ecuador encontrarían la paz definitiva con la firma del Acta de Brasilia.