Santos Guillermo Sánchez Vera: ¿quién fue el empresario asesinado, cuyo cuerpo fue mutilado en La Libertad?

Fue secuestrado en la madrugada del 18 de enero de 2024 en la localidad de Bello Horizonte, La Libertad. Tras varios días de búsqueda, la Policía lo encontró muerto

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Las investigaciones continúan para dar
Las investigaciones continúan para dar con el paradero de los asesinos - Créditos: RPP/Buena Pepa/Composición.

La comunidad de La Libertad ha reaccionado con consternación y sorpresa ante la trágica muerte de Santos Guillermo Sánchez Vera. El empresario minero, después de seis días de intensa búsqueda, fue encontrado en un terreno baldío en Santiago de Chuco, su cuerpo mostraba claras marcas de mutilación en las manos y otros signos de tortura.

La Divincri (Dirección de investigación criminal de la Policía Nacional del Perú) ha indicado en su informe que los dedos del empresario estaban cortados y contenía un mensaje en su abdomen que sugería un pago incompleto del rescate. Esto abre la posibilidad de que la familia solo hubiera entregado un monto parcial de los 10 millones de dólares solicitados por los secuestradores.

¿Quién era Santos Guillermo Sánchez Vera?

Santos Guillermo Sánchez Vera, de 38 años, ampliamente reconocido en el ámbito minero como ‘Chapana’, nació en el distrito de Chugay, provincia de Sánchez Carrión, La Libertad. Estaba casado y residía junto a su esposa en la zona de Pataz.

De acuerdo con la página Buena Pepa, el empresario era dueño de la compañía Inversiones minerales Sánchez E.I.R.L., la que se dedicaba a la venta mayorista de metales y minerales.

Su empresa sería una de las razones por las cuales los criminales acabaron con la vida del liberteño, ya que quería que deje de extraer minerales en Pataz, una provincia conocida por tener una gran actividad minera ilegal, según información de medios locales.

Investigan desaparición de empresario minero
Investigan desaparición de empresario minero en Trujillo. (Foto: Composición - Renato Silva/Buenapepa)

Por su parte, de acuerdo con una publicación de Correo de diciembre del 2018, la Policía detuvo a Santos Guillermo con un arma de fuego. Se le imputaron cargos de violencia doméstica, tanto física como psicológica, contra su cónyuge.

Cabe mencionar que el empresario fue víctima de secuestro en la madrugada del 18 de enero de 2024 tras sufrir una emboscada en la localidad de Bello Horizonte, La Libertad. Más tarde, la Policía confirmó que el cuerpo hallado correspondía al del empresario. La investigación reveló que la esposa del mismo recibió demandas de rescate a cambio de su liberación.

PNP confirma que hombre encontrado mutilado es el empresario minero secuestrado en La Libertad. RPP

El coronel PNP Javier Méndez Yupanqui, al mando de la División de Investigación Criminal de Trujillo, aportó que previamente se encontró el vehículo del empresario con dos miembros de su equipo de seguridad sin vida, confirmados como Edgard Vera Torres y Roger Leonard Paredes Aguilar. La alerta sobre el secuestro se dio tras localizar dicha camioneta con la placa BFF-945.

Informes locales sugieren que la familia intentó negociar la cantidad exigida por los captores, bajando de 10 millones a 4 millones de dólares, habiendo pagado finalmente USD 1,5 millones. Este hecho podría estar vinculado al mensaje encontrado en el cadáver de Sánchez Vera, aunque aún no hay confirmación oficial.

Empresarios: víctimas preferidas de los secuestradores

En la actualidad, los actos delictivos de secuestro se concentran mayormente en empresarios y sus parientes directos, con sectores como la gastronomía, minería y transporte que son los más perjudicados.

Bandas criminales en el norte del Perú han instaurado un modus operandi marcado por la violencia y la tortura en actividades de secuestro y extorsión, causando alarma en la región. A pesar del éxito en operativos previos, las fuerzas policiales no pudieron salvar al empresario minero en esta última ocasión.

Además, el 3 de diciembre de 2023, un incidente similar golpeó la mina La Poderosa, donde un grupo de vigilantes y operarios mineros, en su mayoría jóvenes de entre 20 y 30 años, fueron víctimas de un ataque con dinamita al ser forzados a ingresar a un socavón, resultando en 10 fallecidos y 13 heridos. Estos trágicos sucesos resaltan la necesidad imperativa de combatir el incremento delictivo en la zona, impulsando un enfoque más firme y estratégico en la seguridad pública para prevenir futuros crímenes de esta escala.

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