Parece ser una ley no escrita en el Perú, y en el resto del mundo, que el deporte y la política deben mantenerse lo más alejado posible. Tal vez esa sea la ecuación perfecta en muchos casos, pero siempre hay una excepción a la regla que le da a toda la situación una nueva perspectiva.
Y es que seres humanos que lograron combinar ambas con gran y destacando en las dos. Es más, hasta te pueden construir un coliseo con tu nombre.
Ese es el caso de don Eduardo Dibós Dammert, un peruano que se convirtió en una de las figuras más destacadas de la política y el deporte peruano entre las décadas de 1930 y 1950. Su legado se extendió más allá de sus roles como Alcalde de Lima y Ministro de Fomento y Obras Públicas, abarcando un amor inquebrantable por el remo y el básquetbol.
Multifacético y triunfador
Nacido en el rincón histórico de Pacasmayo, el 28 de enero de 1897, Eduardo Dibós fue hijo de Eduardo Dibós Pflücker y Guillermina Dammert Alarco. Desde muy jovencito forjó su camino académico en el Instituto de Lima y el Horst College en Yorkshire, Inglaterra.
Pero su contribución a la sociedad no solo se limitó a la política, sino que también abarcó el ámbito empresarial. Desde 1931, lideró la firma Eduardo Dibós y, posteriormente, asumió como vicepresidente de la Compañía Goodyear del Perú en 1942.
El político y deportista, amante del remo y el básquetbol, presidió el Comité Olímpico Peruano y el Comité Nacional del Deporte, siendo precursor del actual Instituto Peruano del Deporte (IPD). Su ferviente impulso llevó a la participación peruana en los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936, dejando una huella imborrable en la historia deportiva del país.
Casado dos veces
La vida personal de Dibós también estuvo marcada por dos matrimonios. Primero, en 1920, contrajo matrimonio con Rina Chappuis Castagnino, y en segundas nupcias, unió su vida a Esmeralda de Mier Guerrero, bisnieta del legendario empresario español Joaquín de Mier y Benítez.
Su descendencia también supo destacarse en la política peruana. Esto incluye al también alcalde limeño Eduardo Dibós Chappuis, a Iván Dibós Mier, teniente-alcalde de Lima y expresidente del Instituto Peruano del Deporte, y a Ida Dibós Chappuis, madre de la reconocida voleibolista Natalia Málaga.
El fallecimiento de Eduardo Dibós Dammert el 5 de junio de 1987, a los 90 años, en su residencia en el distrito limeño de Santiago de Surco, marcó el fin de una era. La arterioesclerosis avanzada apagó la llama de un hombre que contribuyó significativamente al desarrollo político y deportivo del Perú. Sus restos descansan en paz en el Cementerio Presbítero Maestro.
El Coliseo
Tras la desaparición física de Eduardo Dibós, el gobierno del entonces presidente Alan García decidió la construcción de un coliseo deportivo que llevaría su nombre en reconocimiento a su incansable apoyo al deporte. Situado en la intersección de la avenida Angamos con la avenida Aviación en San Borja, Lima, este recinto techado tiene capacidad para 4900 espectadores sentados.
La obra fue llevada a cabo por la empresa Técnicas Especiales S. A., bajo subcontratación de la empresa Constructora Monsa. Este recinto deportivo ha sido escenario de eventos deportivos y culturales.
Desde competiciones nacionales e internacionales de básquetbol, voleibol, boxeo, gimnasia, hasta espectáculos musicales, el Coliseo Eduardo Dibós ha vibrado con la emoción y el talento a lo largo de los años.
Inaugurado oficialmente en 1989, este coloso acogió el Campeonato Mundial de Voleibol Femenino Juvenil ese mismo año, donde la selección peruana juvenil logró una destacada actuación consiguiendo un meritorio cuarto puesto.
En 2009, la boxeadora Kina Malpartida defendió con éxito su título mundial de peso superpluma, marcando un hito al exhibir la primera pelea de boxeo femenino en suelo peruano.
Música y otras artes
Pero el Coliseo Eduardo Dibós no solo ha sido testigo de gestas deportivas, sino también de momentos musicales memorables. Desde la década de 1980 hasta la actualidad, ha acogido conciertos de artistas de renombre nacional e internacional como Eva Ayllón, Raphael, Vanilla Ice, Maná, Magneto, Alejandra Guzmán, Daniela Romo, Libido, entre otros.
El coliseo, además, ha sido protagonista en el mundo de la lucha libre. Eventos como “LWA Alta Tensión” en 2010 y “Reyes de la Lucha Libre 2010″ en la misma Cancha Auxiliar del Coliseo, marcaron hitos en esta disciplina, atrayendo a luchadores nacionales e internacionales.
En el 2019, el Coliseo Eduardo Dibós fue remodelado para albergar las competencias de baloncesto y baloncesto 3x3 en los Juegos Panamericanos. Su versatilidad lo convierte en un ícono no solo del deporte, sino también de la cultura y el entretenimiento en Lima.
En ese sentido, el legado de Eduardo Dibós Dammert perdura en cada rincón de este coliseo, donde la pasión por el deporte y la cultura se cruzan entre sí. La Federación Peruana de Baloncesto ha encontrado en este recinto su sede principal, consolidándolo como un espacio emblemático para eventos deportivos y culturales en la capital peruana.