Un equipo de arqueólogos peruanos realizó un descubrimiento histórico: los vestigios de una ciudad perdida que quedó enterrada más de dos siglos por el devastador terremoto y posterior tsunami del 28 de octubre de 1746, que arrasó por completo el Callao y gran parte de la ciudad de Lima.
El hallazgo se realizó a un lado de la Fortaleza de Real Felipe, castillo construido en el virreinato del Perú, que funciona ahora como museo. Los investigadores han descubierto restos del piso original del primer puerto a cuatro metros bajo tierra. Además, se encontraron botellas, cerámicas, piedras semipreciosas y cráneos de animales.
Este descubrimiento haría tangible lo plasmado en un mapa antiguo, fechado en 1713, bajo el título ‘Plan de la Ville du Callao’ elaborado por el científico francés Amédée-François Frézier, documento que ha sobrevivido al tiempo para ponernos en contexto de cómo lucía la ciudad perdida del Callao, que fue erigida después de la conquista española.
Una fosa que escondía cerámicas, botellas y cráneos de animales
Fue la arqueóloga Gianella Pacheco y su equipo de la Municipalidad del Callao los que dieron aviso de este importante hito arqueológico, cuando realizaba trabajos de investigación en la fortaleza militar. Tras meses de excavación, los investigadores fueron descubriendo capas históricas de sedimentos hasta hallar los primeros vestigios de la ciudad original que fue prácticamente borrada del mapa por el tsunami y que se levantó sobre sus propias ruinas, manteniendo en secreto sus tesoros por 277 años.
El equipo de arqueólogos, durante la excavación, se encontró con una primera capa de botellas que fueron utilizadas y desechadas en 1926. Dando un contexto al hallazgo, Gianella Pacheco indicó que en el lugar de la intervención operó la antigua oficina de Aduanas.
Conforme fueron avanzando en la remoción de tierra, en la zona del ‘Baluarte del príncipe’ (en cuyo patio actualmente se exhiben tanques de guerra), se encontraron restos de fina cerámica hecha a mano y piedras semipreciosas de la época virreinal. Por la fecha de los restos, corresponderían a la ocupación del brigadier José Ramón Rodil, comandante militar de las fortalezas del Callao, que entre 1825 y 1826, después de la batalla de Ayacucho, se negó a aceptar la rendición española y se parapetó en la fortaleza del Real Felipe en el Callao, acompañado de la gente de la clase alta limeña, entre ellos el marqués de Torre Tagle, que se refugió con toda su familia y tesoros.
Además de las piezas de cerámica, también se hallaron cráneos de animales, específicamente de perros, con evidencias de cortes realizados por manos humanas para extraer la carne, lo que graficaría los momentos de extrema hambruna que vivieron los refugiados en el Real Felipe durante el asedio del ejército libertador de Simón Bolívar.
Se descubre el piso adoquinado del Callao original
Durante tres meses, el equipo de arqueólogos fue avanzando en la excavación del foso de investigación y descubrieron hace unas semanas los restos del Callao original. Tras casi tres siglos de estar enterrados en el olvido, el 3 de enero de 2024, el piso adoquinado de la antigua ciudad amurallada vio la luz.
Cuando avanzaron metros más abajo, empezaron a relucir los sedimentos dejados por el gran tsunami, que arrasó el Callao con olas que superaban los 10 metros de altura. “Este piso sería de algún recinto que correspondería a una iglesia o algún convento”, explicó la arqueóloga Gianella Pacheco, quien fue entrevistada por el dominical Panorama.
Sobre el hallazgo, la especialista indicó que se trataría vestigios de la época del ‘Presidio del Callao’, que comprende el amurallamiento levantado en 1624 por el virrey Eduardo Fernández de Córdoba y Melgarejo de las Roelas, y la ciudadela construida en 1640-1647 por el virrey Pedro de Toledo y Leiva; y destruida por el terremoto y tsunami de 1746.
Los trabajos de excavación continúan y aún hay otros 16 puntos en la Fortaleza del Real Felipe a ser investigados. El próximo objetivo de los arqueólogos es encontrar la primera plaza de armas del Callao, así como la tumba del marqués de Torre Tagle y los restos del conde de San Juan de Lurigancho.
Debajo del Real Felipe habría una iglesia sepultada
Mientras se anunciaba el hallazgo del piso original de lo que fue el Callao de hace tres siglos, el arquitecto Diego Celis dio cuenta que, debajo del Real Felipe, también escondería los restos de una iglesia de la antigua ‘ciudad perdida’
El especialista en patrimonio indicó que, durante su investigación, se dio cuenta de una bóveda subterránea y dos fosas en el lado derecho de la fortaleza que tenían una construcción orientada de manera diferente al resto del castillo, como si hubieran tenido un origen distinto. Haciendo el diagnóstico de planos históricos y contrastando con la ubicación exacta de la fortaleza, Celis indicó para el diario La República que la ubicación “calza exactamente con la de una antigua iglesia que desapareció con el maremoto de 1746″.
“Esto es evidencia de que el Real Felipe guarda otros restos y que conserva mayor importancia histórica que lo que está en la superficie. Antes del Real Felipe había el presidio, otra fortaleza que rodeaba la ciudad. Sus construcciones se iniciaron apenas tres décadas después de la conquista”, explicó el historiador Francisco Quiroz, que se sumó al hallazgo.
Tanto la bóveda como las fosas de este descubrimiento pertenecerían a la iglesia de San Francisco del antiguo Callao hispano, similar a la existente en el centro de Lima, y la porción subterránea sería una catacumba, utilizada para albergar a los difuntos antes de la creación de los cementerios. “Basándonos en la investigación de georreferenciación, se han identificado otros posibles sitios donde podrían yacer enterrados bajo tierra más restos del antiguo Callao”, señaló Celis a La República.
Buscan que el Real Felipe sea declarado patrimonio mundial
Construida en el Siglo XVIII, bajo los mandatos de los virreyes José Antonio Manso de Velasco y Manuel de Amat y Junyent, la Fortaleza del Real Felipe se erige como una imponente estructura militar. Su propósito principal fue resguardar el puerto de los constantes ataques de piratas y corsarios.
Considerada una de las escasas muestras de arquitectura militar en el Perú, esta fortaleza representa la obra más extensa erigida por los españoles en América. Además, ha sido testigo de destacados enfrentamientos contra las fuerzas invasoras a lo largo de su historia.
Tanto los trabajos de excavación que vienen realizando los arqueólogos de la Municipalidad del Callao, como las investigaciones del arquitecto Diego Celis y del historiador Francisco Quiroz, quienes integran el colectivo ‘Amigos Amantes del Callao’, son esfuerzos para promover que la Fortaleza del Real Felipe sea declarado patrimonio mundial por la Unesco, lo que tendría gran efecto en toda la provincia constitucional.