El general de brigada del Ejército Miguel Kuan Garay, designado en febrero de 2023 como jefe de la Casa Militar del despacho presidencial, ha sido implicado en la agresión que sufrió Dina Boluarte en Ayacucho debido a que, según el manual de organización y funciones, debe velar por la seguridad de la jefa de Estado y su familia tanto adentro como afuera de Palacio de Gobierno.
Según El Comercio, el alto mando militar también tendría responsabilidad en el incidente protagonizado por Ruth Bárcena, la viuda de un asesinado en protestas que burló las medidas de seguridad y llegó hasta la mandataria para encararla, mientras que otra ciudadana la jaló del cabello.
Boluarte había participado en la colocación de la primera piedra del asfaltado de una carretera en tres distritos de esa región donde murieron diez personas durante la crisis social de finales de 2022 e inicios de 2023. Al momento de la agresión, iba acompañada del gobernador regional, Wilfredo Oscorima, y lanzaba caramelos a la población.
La Casa Militar cuenta con personal de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional (PNP) para garantizar la seguridad plena de la gobernante. Después de que fuera relevada toda su escolta, Kuan Garay se reunió este domingo con el ministro del Interior, Víctor Torres; el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, David Ojeda; y el comandante general del Ejército, César Briceño.
Según el registro de visitas de la Presidencia, la cita se desarrolló entre las 8:35 horas y 10:40 horas. En otra reunión dominical en Palacio estuvo el teniente general Víctor Zanabria, quien acudió al área de Seguridad y, de acuerdo con el diario, podría asumir la conducción de la PNP ante la posible destitución del general Jorge Angulo.
Kuan Garay ocupa la jefatura de la Casa Militar desde febrero de 2023 en reemplazo de su homólogo, Óscar Flores Carahuanco, quien apenas duró unas semanas en el cargo. La resolución suprema de su nombramiento fue firmada por Boluarte y Otárola.
Antes de ingresar a una reunión de ministros de Exteriores y de seguridad de la región para tomar acuerdos en la lucha contra el crimen trasnacional, el premier confirmó que “se está evaluando” el cambio del jefe de la PNP porque “hay responsabilidades”, al haber fallado todas las medidas de seguridad hacia la mandataria.
”Aquí hubo un descuido, ese relajo en la seguridad no puede volver a ocurrir [...] es un agravio a la nación que debemos rechazar todas y todos los peruanos”, dijo antes de detallar que se investigará a las agresoras “porque no podemos permitir que esto quede impune”.
”Reitero la intención de la política de la presidenta de buscar la unión de todos los peruanos, pero sin olvidar estos hechos execrables”, zanjó. Boluarte regresó a Ayacucho por primera vez desde las manifestaciones antigubernamentales, aunque su presencia fue rechazada por grupos de familiares y personas que protestaron por las muertes que se produjeron en su localidad.
Durante uno de sus discursos, la jefa del Estado afirmó que las ideologías que se propagan “de manera minoritaria” no alimentan la pobreza, sino que “solo generan miseria, atraso, pena y dolor”.
”Por eso acá estamos, para colocar la primera piedra en obras concretas que puedan cambiar el rostro de nuestros compatriotas, con alegría, para que puedan tener vida y salud los hermanos de Ayacucho”, sostuvo mientras era aplaudida por otro grupo numeroso de ciudadanos que también siguió su visita.
Un día después de la agresión, Boluarte acudió por sorpresa a la reunión de ministros y cancilleres, aunque evitó a la prensa en el ingreso. En su alocución, denunció que el crimen organizado “ahora ataca la democracia” y “el orden interno”, razón por la que pidió una “acción conjunta de los países” que componen la Comunidad Andina (CAN).