La ministra de Vivienda, Hania Pérez de Cuéllar, se pronunció tras la decisión del Ministerio Público de investigarla de manera preliminar por presuntamente favorecer al director ejecutivo del programa de Saneamiento Urbano (PNSU), Jonatan Ríos, para que sea contratado en tiempo récord a pesar de que no cumpliría con los requisitos.
“Señores, el que no la debe no la teme”, dijo Pérez de Cuéllar cuando fue abordada por los medios de comunicación en Piura. Seguidamente, la integrante del gabinete del premier Alberto Otárola recordó que cuando se unió al Gobierno de la presidenta Dina Boluarte juró que no estaría involucrada en ningún acto de corrupción.
“Soy una mujer de palabra. He hecho un juramento a todo el pueblo peruano, a través de la presidenta de la República, cuando juré como ministra, y lo que juré fue no cometer ningún acto de corrupción y tengo que honrar esa promesa”, alegó.
De otro lado, la titular de la cartera de Vivienda también trató de minimizar el escándalo suscitado en torno a la designación de Jonatan Ríos. Al respecto, deslizó que dicho funcionario está bajo evaluación en su sector.
“(Jonathan Ríos) está en evaluación, el propio viceministro tiene el encargo de evaluar las denuncias que se han hecho. Se va a tomar acción prontamente, se informará sobre ello, pero el señor Ríos, el señor viceministro y yo somos funcionarios públicos y estamos sometidos a evaluaciones de nuestros superiores y dispuestos a colaborar con las investigaciones y con la prensa permanentemente”, anotó.
La controversia
La ministra Hania Pérez de Cuéllar está en el centro de la polémica luego que el programa Punto Final difundiera que Jonathan Ríos fuera colocado al frente del programa de Saneamiento Urbano (PNSU). Sin embargo, la Contraloría general de la República observó tal nombramiento al advertir que no cumplía con los requisitos establecidos.
Tras el informe de la entidad de control, Ríos fue sacado de su puesto. No obstante, no pasó mucho tiempo porque el Ministerio de Vivienda modificó las condiciones para acceder a este puesto. Así, se quitó un punto clave como era el “título universitario en carreras afines con la competencia de la Unidad Orgánica”.
Bajo este nuevo escenario es que Pérez de Cuéllar dispuso su retorno en la primera semana de este 2024.
Sin embargo, el escándalo escaló aún más tras conocerse que Jonathan Ríos, director ejecutivo del programa de Saneamiento Urbano, contrató a su entrenador personal, Henry Vega, para que realice sesiones de actividad física a trabajadores, un servicio para el que se desembolsó 27.000 soles, según un informe difundido este martes por La Encerrona.
De acuerdo con el noticiero, entre febrero y noviembre del año pasado, el directivo contrató a su preparador físico para que dirija “pausas activas” por solicitud del área de Recursos Humanos del PNSU. Los documentos evidencian que estaba al tanto del pedido de RR. HH.
Según el buscador de proveedores del Estado, Vega concursó cinco veces para brindar las sesiones y en todas ganó contra otros postores. Finalmente, recibió del erario público cuatro pagos de 6.000 soles y uno adicional de 3.000 soles. La Encerrona también reveló que en 2022, cuando Ríos se desempeñaba como gerente de Fiscalización y Control de la Municipalidad de Lima, realizó la misma contratación.