Existen muchas marcas en Perú que son populares y tienen un alto nivel de recordación entre las personas debido a su tiempo en el mercado o lo entrañables que se volvieron con el paso de los años; sin embargo, muchas de ellas guardan en su haber no solo el éxito que las catapultó hasta donde han logrado llegar, sino también historias de esfuerzo y lucha para salir adelante.
Una de ellas es la marca Walon, que destaca por la calidad de sus productos deportivos que han acompañado a cientos de peruanos desde hace más de 30 años. Esta es su historia.
Sin miedo al éxito
Como muchas otras empresas en el país, Walon nació como un sueño apostado en las mentes de Alfonso Gilio y Ery Camones, una pareja de esposos que tenía la idea de empezar un negocio propio pese a todas las dificultades que esto podía traer.
El camino para los emprendedores nunca es fácil y mucho menos en una época tan complicada como los años 80, donde los esposos con tan solo 25 años y como empleados tomaron la decisión de invertir los ahorros que con mucho esfuerzo habían conseguido.
Este impulso fue suficiente para su negocio inicial: compraban shorts de drill en la avenida Abancay, ya que allí se fabricaban al por mayor, y para venderlos posteriormente. Vale mencionar que en esa época ese material era el más utilizado cuando de ropa deportiva se trataba, siendo usado incluso por los jóvenes en sus clases de educación física.
Luego, Alfonso y Ery tomaban rumbo hacia los mercados de Pueblo Libre, Breña, Magdalena y Jesús María. Tras esas largas jornadas de trabajo, ambos se dirigían hacia su casa ubicada en El Agustino, lejos de los concurridos distritos donde realizaban sus actividades.
Nace Walon
El tiempo pasó y la pareja de esposos vio cómo la demanda por sus prendas deportivas iba en aumento. En este punto y con la habilidad que muchos emprendedores tienen para analizar el mercado, la pareja amplió su visión del negocio: ya no solo a la venta, ahora también se encargarían de la fabricación. Así, en 1989 y luego de años de trabajo duro, Walon había llegado al mercado para quedarse.
El camino fue cuesta arriba y a los esposos les tomó cinco largos años abrir su primera tienda en Barranca.
Afortunadamente, la dedicación dio sus frutos y no solo consolidaron su negocio, sino que en 1995 incursionaron en otras ligas. Walon, cuyo nombre es una variación de la palabra ‘balón’, patrocinó a su primer equipo de fútbol profesional en ese mismo año, se trataba de Club León de Huánuco, que ahora vestía las prendas de los empresarios.
Una estrella en el deporte
Su incursión en el mundo del deporte profesional no se detuvo, ya que en 1997 se convirtieron en auspiciadores del equipo que ganó la Copa Perú durante ese año, el club José Gálvez.
Sin embargo, el destino tenía preparada una sorpresa, ya que en 1998 Walon pasó a ser el auspiciador oficial de la Federación Peruana de Fútbol, llevando su logo hasta más allá de las fronteras con un contrato que duró once años.
Incluso el astro del fútbol, Diego Armando Maradona, vistió una camiseta marca Walon durante el partido de exhibición “La noche del 10″ en 2006.
Otros clubes que han vestido sus prendas son Alianza Lima, Cienciano del Cusco, Club Deportivo Municipal, Sport Huancayo, entre otros. Vale mencionar que las prendas de Walon también han llegado a clubes internacionales en Bolivia, República Dominicana o Haití.
Walon también ha vestido a jugadoras de la selección peruana de vóley, equipos de esports como Thunder Predator o Infamous Gaming y muchos otros deportistas de disciplinas variadas.
Aunque sus inicios no presagiaban el éxito, lo cierto es que la pareja de esposos fundadores de Walon han conseguido escalar cada dificultad que la vida les puso enfrente. Lo que empezó como una idea de negocio, hoy se consolida como una marca orientada al mundo deportivo, con una amplia variedad de productos y tiendas que hablan de la lucha y el esfuerzo, componentes que son el motor del éxito para todos aquellos que se atreven a soñar con él.