En un dramático giro de los acontecimientos, el Instituto de Medicina Legal Forense del Ministerio Público ha concluido que las dos pequeñas momias de supuesto origen extraterrestre, incautadas en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez el 10 de octubre de 2023, son nada más que un elaborado fraude.
Estas misteriosas figuras, inicialmente asociadas a un posible enigma extraterrestre, se han revelado nada más y nada menos que como una confusa construcción de huesos terrestres y elementos sintéticos.
Un fraude de película
Las momias, vestidas con trajes coloridos, fueron interceptadas por el personal del Ministerio de Cultura antes de ser enviadas a México. Se creía que provenían de Nasca, añadiendo un toque de enigma a la historia desde el principio.
Sin embargo, el forense Flavio Estrada Moreno fue el encargado de arrojar luz sobre la verdadera naturaleza de estas figuras, desenmascarando la farsa.
El cráneo de una de las momias, inicialmente sospechosa por su apariencia no terrestre, fue identificado como perteneciente a un mamífero cuadrúpedo de nuestro propio planeta. Asimismo, el cuerpo estaba compuesto por huesos de ave, desenmascarando por completo la narrativa de origen extraterrestre.
Lo más asombroso fue el descubrimiento de que partes del presunto cuerpo estaban unidas con pegamento sintético moderno, desmantelando la idea de autenticidad prehispánica. “Esto es una historia o cuento, en términos simples, es un fraude”, dijo Estrada Moreno en conversación con RPP Noticias.
El análisis minucioso del Ministerio Público desveló que la mano tridáctila, que supuestamente provenía de la cultura Nasca, estaba compuesta por huesos humanos con una placa metálica en la palma, ensamblada con algodón y pegamento.
Este revelador peritaje ha sacudido la creencia en un enigma extraterrestre vinculado a Nasca, llevando la atención mundial hacia un fraude meticulosamente planeado. La historia, que comenzó con una incógnita inexplicable, se ha transformado en un caso destacado de decepción y manipulación.
Líneas de Nasca resultan dañadas
Una avioneta de la empresa Aero Fénix que transportaba a seis personas realizó un aterrizaje de emergencia sobre la pampa donde se ubican las Líneas y Geoglifos de Nasca, en Ica, el pasado domingo 7 de enero.
Afortunadamente, tras ser trasladados a un centro médico local, los tripulantes se encuentran estables; sin embargo, desde la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Ica indicó que el aterrizaje terminó por dañar gravemente tres líneas y que éstas alteran el paisaje cultural.
“Personal especializado del Plan Gestión Palpa-Nasca del Ministerio de Cultura con la ayuda de un vehículo aéreo no tripulado constató que hubo afectación a tres líneas que cruzan por la pampa, más no alguna figura”, indicó Alberto Martorell Carreño, director de la DDC para la Agencia Andina.
“Muy aparte de la afectación a las líneas, la afectación mayor es el paisaje cultural, se tiene que investigar las causas del accidente porque sobrevolar sobre un patrimonio mundial implica mucha responsabilidad”, añadió.
Las primeras informaciones revelaron que el descenso no causó daños en la figura del sapo, pero esto no fue así. Personal de la Fiscalía y la Policía Nacional del Perú (PNP) supervisaron la zona y confirmaron el daño en las estructuras.
“La avioneta cayó en un primer momento y luego volvió a tomar cierta altitud. Pasando por encima de esa línea. Su impacto ha sido unos metros antes de la línea y luego ha tenido cuatro intentos de aterrizaje más en los que ha tenido como rebotes ya sobre la pampa misma, donde no hay ningún tipo de figuras. No hay afectación felizmente y quisiera ser muy enfático en esto”, dijo el funcionario a RPP.