En 2022, Ecuador ocupó la décima posición en la lista de los países más violentos de América Latina y el Caribe, experimentando un notable incremento del 82% en los casos de homicidios en comparación con 2021. Sin embargo, en 2023, la crisis de inseguridad en el país superó la de Honduras, Venezuela y Colombia, debido a los conflictos entre grupos criminales fragmentados por el dominio del tráfico de drogas.
Así lo detalla Insight Crime, la fundación que lleva más de 10 años investigando el crimen organizado y la corrupción en América del Sur, América Central, el Caribe y México.
Según el medio de comunicación especializado, las bandas delictivas en Ecuador, cada vez más divididas, mantienen un conflicto continuo por controlar las rutas de distribución y los puntos de venta de estupefacientes, especialmente la cocaína, cuya demanda en el mercado internacional sigue siendo alta.
El brazo delictivo de estas bandas criminales ya traspasó las fronteras del Ecuador y vienen amenazando a países vecinos, como el Perú, cuyas autoridades policiales dieron cuenta de la captura reciente de varios delincuentes ecuatorianos ligados a las organizaciones más sanguinarias del vecino país del norte.
Las bandas con base en Ecuador que ya operan en Perú
El escenario actual en Ecuador representa un reto desafiante para las autoridades de seguridad, quienes aún evalúan estrategias para contrarrestar y prevenir futuros episodios de violencia.
En esa línea, aunque existen distintas organizaciones criminales en el país vecino, hay tres bandas delictivas que se distinguen por su brutalidad: Los Lobos, Los Choneros y Los Tiguerones. Estas dos últimas, según el exministro del Interior, Rubén Vargas, ya se encontrarían en Perú.
“Ya están en el Perú estos dos grupos criminales considerados grupos terroristas en Ecuador. Están ahora mismo presentes en las regiones Tumbes y Piura, y están disputándose La Libertad. Son regiones en donde la minería ilegal del oro tiene importante presencia. El Perú no solo tiene la producción de la cocaína, sino también del oro ilegal, la trata de personas y extorsiones. Y son precisamente estas actividades a las que se dedican estas bandas criminales ecuatorianas”, reveló el exfuncionario a El Comercio.
Asimismo, dio a conocer que un miembro de la organización criminal Los Lobos ha sido capturado en el departamento Piura, donde se escondía bajo una falsa identidad, utilizando un documento peruano con el nombre de Juan Fabián Rivera.
No obstante, su nombre real es Manuel Salazar Aguilar. El ciudadano ecuatoriano de 54 años fue arrestado, luego ser buscado intensamente por Interpol debido a su implicación en el homicidio del policía Darwin Anrango del Escuadrón Antidrogas de Ecuador.
Y, por otro lado, está Bryan Ricardo Maza Pardo, un presunto sicario de 25 años, presunto integrante de ‘Los Lobos’. Maza fue capturado en el distrito de Aguas Verdes, provincia de Zarumilla.
Exintegrante de GEIN recomienda adoptar medidas radicales
Al respecto, el exintegrante del Grupo Especial de Inteligencia del Perú (GEIN), José Luis Gil, conversó con Infobae Perú y explicó que las razones por las cuales la criminalidad transnacional en Sudamérica está en desarrollo se debe a que “en los últimos 30 años, las fuerzas de seguridad en el continente han sido debilitadas en su mayoría por gobiernos socialistas o progresistas”.
Esto debido a que, según Gil, estos han pretendido que la solución a la crisis de criminalidad esté enfocada desde un trabajo social. “Han romantizado el manejo de cómo solucionar la crisis de criminalidad en Sudamérica, y no se puede excluir al Perú de este fenómeno”.
En esa línea, el exintegrante del GEIN especifica que si bien la adopción de medidas en Sudamérica, especialmente en Perú, debe ser multisectorial, ahora para enfrentar de manera inmediata la crisis de criminalidad deben establecerse acciones contundentes que busquen “frenar y detener” la situación.
Una de sus propuestas sugiere que el Congreso debería derogar de forma urgente las normativas que despenalizan ciertas acciones, con el fin de endurecer las políticas penitenciarias.
Adicionalmente, propone que el Estado utilice inmuebles incautados para transformarlos en cárceles transitorias a fin de abordar la problemática de hacinamiento en los establecimientos penitenciarios actuales.
Los Lobos vs. Los Choneros: ¿quiénes tienen más poder?
Una investigación publicada por Insight Crime describe que Los Choneros —asociados al Cártel de Sinaloa, la organización narcotraficante que cuenta con conexiones en los niveles más altos de la Policía Federal y el Ejército de México— son grupo que durante casi veinte años ha controlado el tráfico de cocaína desde Colombia hasta Guayaquil, la ciudad portuaria de Ecuador, conocida como la puerta de acceso a las playas del Pacífico y a las Islas Galápagos.
No obstante, tras una sangrienta disputa marcada por el asesinato de líderes clave de Los Choneros —específicamente de alias Rasquiña en diciembre de 2020 y de ‘JR’ en mayo de 2023— otra banda llamada Los Lobos emergieron como una nueva fuerza dominante del crimen organizado en Ecuador.
A partir de ello, la lucha por el control en el contrabando de sustancias ilícitas posicionó a Los Lobos —vinculados al Cártel Jalisco Nueva Generación de México (CJNG), conocido por su uso extremo de la violencia— como los nuevos jefes de la criminalidad en el país, extendiendo su influencia más allá del narcotráfico.
En esa línea, según Max Campos, analista de seguridad y viceministro del Interior, Los Lobos no solo han heredado el negocio del narcotráfico, sino que también “controlan el transporte, el almacenamiento, en ciertas rutas de nuestro país para que sea trasladado, o en este caso contaminando contenedores para trasladar, a otros países”.
Además, sus operaciones también incluye la minería ilegal, la extorsión y la trata de personas. En otras palabras, tienen una capacidad de adaptación a distintos mercados ilícitos.
La alianza entre Los Lobos, Los Tiguerones y Los Chone Killers
Desde 2020, el poder de Los Lobos se ha fortalecido gracias a su relación con las bandas Los Tiguerones y Los Chone Killers.
Esta alianza criminal ha extendido su influencia desde la frontera con Colombia hasta la ciudad de Guayaquil, coaccionando y desplazando a grupos menores para controlar actividades ilícitas como el narcotráfico y la extorsión. Además, han sido acusados de forzar a jóvenes en situación de pobreza a unirse a sus filas bajo amenazas de muerte.
Por un lado, el grupo criminal conocido como Los Tiguerones se ha convertido en el principal perpetrador de extorsiones en Guayaquil, Ecuador.
Pues, siguiendo informes de la Policía, esta banda es responsable de más de la mitad de los casos registrados en dicha ciudad, y su alcance no se limita al ámbito urbano, puesto que también realizan estas prácticas ilícitas en zonas rurales, afectando desde puestos de venta ambulante hasta camiones de reparto y distribuidores de agua potable.
En tanto, Los Chone Killers operan en otros puntos de Guayaquil y se le atribuye la supervisión de las rutas de narcotráfico pertenecientes a la banda Los Lobos.
La posible razón que desencadenó la ola de violencia en Ecuador
En el contexto de la campaña electoral, el candidato Daniel Noboa modificó su enfoque de lucha contra el crimen organizado, pasando de un modelo que prestó especial atención a la seguridad social y la educación, a uno que priorizó la militarización tras el asesinato al candidato a la presidencia Fernando Villavicencio.
Con ello, Noboa concedió mayor poder a las Fuerzas Armadas y dotó de nueva tecnología y armamento a la Policía. Pero, el giro del discurso del mandatario, hacia una política de mano dura contra la delincuencia, coincidió con la creciente violencia de las pandillas.
En medio de ese panorama, el Gobierno ha admitido que su iniciativa de construir cárceles de máxima seguridad y el traslado de cabecillas podría haber despertado un incremento en los hechos de violencia y fugas en las cárceles. Por tanto, este reconocimiento marcaría un punto de inflexión en la percepción estatal sobre la eficacia de las políticas de seguridad implementadas.