El término paraíso fiscal se refiere a aquellas jurisdicciones atractivas para las personas que buscan ahorrar su dinero en lugares con mínimos o inexistentes impuestos. Por el contrario, los lugares que cuentan con regulaciones extremadamente altas y restrictivas, con baja o nula seguridad jurídica, son considerados “infiernos” en esta materia y repelen la inversión extranjera.
En ese sentido, The 1841 Foundation, creada por Martín Litwak, evaluó a 82 países de Europa y América, en función de datos obtenidos de fuentes públicas como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial. Para diferenciarlos, se crearon tres grupos: los infiernos fiscales (del puesto 1 al 13 del ranking), los países en riesgo de convertirse en uno (ocupan del puesto 14 al 32) y los países en situación de normalidad (de la posición 33 al 82 del ranking).
Esta clase de estudios suelen considerar los siguientes criterios:
- Tasas de tributación: Se evalúan las tasas impositivas tanto para individuos como para empresas, incluyendo impuestos directos e indirectos.
- Complejidad del sistema fiscal: Se analiza la dificultad para cumplir con las obligaciones fiscales debido a la complejidad de las leyes y regulaciones.
- Costos administrativos asociados al cumplimiento tributario: Se considera el tiempo y los recursos necesarios para gestionar las obligaciones fiscales.
- Nivel de intervención gubernamental en la economía: Se examina hasta qué punto el gobierno interfiere en el mercado a través de regulaciones y controles.
- Derechos de propiedad y seguridad jurídica: Se valora la protección legal a la inversión y la propiedad privada.
No obstante, la organización aclaró que, para evaluar a cada uno de los países, se utilizó una variable cuantitativa, que representa el 60% de la puntuación total, y una variable cualitativa, que responde a la calidad de gobierno, y representa el 40% de la puntuación total.
“En la variable cuantitativa se tuvo en cuenta la presión fiscal —impuestos totales en porcentaje del PBI—, la presión de la deuda media —el total de la deuda pública sobre el PBI—, la presión inflacionaria —índice de inflación— y la potencial presión fiscal —diferencia entre gastos e ingresos públicos sobre el PBI—; mientras que en otro nivel se considera la rendición de cuentas, el Estado de derecho, la calidad de la regulación, la estabilidad política, la eficiencia estatal y el control de la corrupción”, mencionan.
¿Cómo le fue a Perú en este nuevo ranking?
En esta oportunidad, Perú se ubicó en el lugar número 39 del listado, con un puntaje total de 6.80 puntos (4.67 puntos en la medición cuantitativa y 10 puntos en la medición cualitativa). Esto quiere decir que es considerado como un país en situación de normalidad.
Los países que tuvieron puestos mayores, como Malta, Luxemburgo, Suiza e Irlanda, pueden ser considerados paraísos fiscales que, si bien tienen impuestos altos, ofrecen una gran seguridad jurídica a sus habitantes y a quienes realicen inversiones o negocios allí.
¿Qué países lideraron el ranking de Infiernos Fiscales?
Tal como se reportó en la edición pasada, el top 3 de Infiernos Fiscales incluye a dos países latinoamericanos. Si bien el primer lugar del ranking ha sido para Bielorrusia, le sigue Venezuela y Argentina.
Una de las grandes sorpresas fue la inclusión de Brasil y Bolivia como infiernos fiscales. Asimismo, Ecuador, Paraguay y Colombia ingresaron en la clasificación de países en riesgo; mientras que Uruguay y Chile se consideraron países en situación de normalidad.
¿Cuáles son los 24 países que integran la lista de paraísos fiscales?
Anguila, Bahréin, Barbados, Bermudas, Dominica, Fiji, Gibraltar, Guam, Guernsey, Isla de Man, Islas Caimán, Islas Malvina, Islas Marianas, Islas Salomón, Islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes Británicas, Islas Vírgenes de Estados Unidos de América, Jersey, Palaos, Samoa, por lo que respecta al régimen fiscal perjudicial (offshore business), Samoa Americana, Seychelles, Trinidad y Tobago y Vanuatu.