En la actualidad, numerosos creadores de contenido buscan innovar y destacar en sus respectivas áreas. Un ejemplo es Kurt Caz, un creador de contenido de YouTube procedente de Sudáfrica, se aventuró, hace unas semanas, a explorar la Villa 31 en Argentina, reconocida como uno de los barrios con mayores desafíos de seguridad. Acompañado por dos individuos locales que afirmaban conocer la zona, a pesar de ello el influencer se enfrentó a momentos de alta tensión desde el momento en que arribó al lugar.
Desde su aproximación a uno de los accesos del barrio, un agente de la Policía de la Ciudad advirtió al influencer sobre la peligrosidad del lugar con un simple “zona peligrosa” en inglés, alertándolo sobre el riesgo de ser víctima de un acto violento. Niños residentes reforzaron dicha advertencia con sus propias palabras, enfatizando la peligrosidad del entorno.
Los momentos de tensión
A pesar de estas advertencias, el creador de contenido decidió adentrarse en la Villa 31, portando su cámara para documentar lo que sucedía en el sitio. Al iniciar su recorrido, un hombre se le aproximó con saludos cordiales y le pidió que le comprara una cerveza, ofreciéndole protección durante su trayecto. Sin embargo, la reacción de una kiosquera al advertirles “ojo con lo que haces” generó sospechas sobre las verdaderas intenciones de su acompañante.
Avanzando en su recorrido, el sudafricano mostraba a su audiencia detalles de los negocios y viviendas de la zona, expresando su percepción de que “no parece tan peligroso”. No obstante, un comerciante peruano interrumpió su caminata para prevenirle: “ándate, te van a robar todo, vete, regrésate”, sugiriendo que podrían ser sus propios acompañantes los implicados en un posible robo.
Ante esta situación y la insistencia de sus acompañantes para continuar adentrándose “hacia el fondo” de la villa, junto al momento de tensión vivido con el comerciante, el influencer tomó la decisión de abandonar la zona y explorar otras áreas de Buenos Aires. Explicó que “no le permitieron seguir avanzando”.
Kurt Caz estuvo a punto de enfrentar una situación riesgosa, según las advertencias que recibió en múltiples ocasiones durante su breve estancia en la Villa 31. A pesar de abandonar el barrio, contactó con personas que vivían en la zona para que le hicieran el recorrido. El youtuber tuvo la oportunidad de conocer el lugar.
¿Cómo es Villa 31?
Entre la Casa Rosada y la Villa 31 solo hay un viaje de quince minutos en automóvil, se extienden 4 kilómetros y medio, un territorio marcado por la pobreza y la carencia de servicios básicos, un enclave que ha perdurado en Buenos Aires por más de ocho décadas.
El Barrio Mugica, denominado antiguamente como Villa 31, las villas emergieron en la capital argentina en los años 40, convirtiéndose rápidamente en un desafío urbanístico que los gobiernos, especialmente los regímenes militares, intentaron resolver mediante la expulsión y la erradicación.
A pesar de los intentos por reubicar a las personas desalojadas en barrios construidos para tal fin, la investigadora Valeria Snitcofsky señala una paradoja: estos nuevos asentamientos resultaron ser precarios y, eventualmente, se transformaron en nuevas villas, exacerbando el problema original que se pretendía resolver.
Además, la especialista añade que en los años 60 se establecieron “centros transitorios” para los habitantes de las villas, con el propósito de “enseñarles a vivir en la ciudad”, ya que las autoridades consideraban que sus difíciles condiciones de vida se debían a cuestiones individuales de “orden moral o psicológico”.
El período más violento ocurrió entre 1976 y 1983, durante la última dictadura militar, cuando casi 200 mil personas fueron expulsadas de los barrios populares de Buenos Aires, muchos de ellos sin recibir alternativas habitacionales, llevando a la Villa 31 al borde de la desaparición.
Sin embargo, con el retorno de la democracia y el cambio de paradigma a nivel internacional, las políticas de radicación comenzaron a predominar, buscando equiparar las condiciones de vida en las villas con el resto de la ciudad, y así, la zons empezó a expandirse.
Según un censo realizado en 2017, la población alcanza cerca de 40 mil habitantes, con más del 51% de nacionalidad argentina, un 25% de origen paraguayo, un 13% boliviano y un 11% peruano. Datos más recientes revelan que el 54% de los residentes del barrio tienen menos de 24 años, delineando así un perfil demográfico caracterizado por su juventud.