Tengo grabado el recuerdo de un viaje en un auto viejo que parecía tener los amortiguadores completamente vencidos. La ruta no ayudaba y cada vez que la rueda del auto pasaba por un nuevo hueco en la vía, sentía que mis riñones se comprimían contra mis pulmones y me sujetaba de donde podía para evitar que mi cabeza terminara estampada en el techo del auto. Los amortiguadores son lo último que consideramos antes de empezar un viaje, revisamos el nivel de combustible, si las llantas tienen la presión correcta, monedas para el peaje, hasta si llevamos snacks o agua de ser necesario.
Lo mismo les pasa a los empresarios en relación con los seguros. Si los tuviesen su viaje sería mucho más confortable, porque no habría apremios de liquidez cuando un cliente no pagó a tiempo, no se angustiarían de que está lloviendo mucho o que el sol en demasía arruine sus productos. Manejarían por una ruta con amplios carriles, con vías de escape, con barandas que perdonen en las curvas. Pero, como no es gratis, como cualquier tema valioso, a veces preferimos ni siquiera contemplar la posibilidad de revisar si nos harían falta.
Es fácil decir que por culpa del incendio o del clima mi empresa no puede ni pagar la planilla, lo cierto es que el proceso de gerenciar un negocio no solo se trata de producir o vender, sino de manejar los riesgos del negocio. La mejor manera de hacerlo es combinar herramientas financieras. Hay temas que se resuelven con un fondo de emergencia y muchos otros que requieren un seguro, porque de otro modo necesitaríamos inmovilizar una gran parte de nuestro capital de trabajo. Esto es demasiado costoso porque nos obliga a tener una operación más pequeña y, por lo tanto, más ineficiente. Esto agrava nuestros riesgos haciendo nuestro negocio aún más vulnerable.
Si bien uno puede encontrar seguro para casi cualquier situación, es importante privilegiar aquello que es más catastrófico, aquello donde podemos hacer menos para mitigar ese riesgo.
Claro que podemos llegar a nuestro destino sin luces, amortiguadores y alguna que otra cosa más del vehículo, pero el viaje será innecesariamente incómodo y peligroso. Pida ayuda, oriéntese para que el viaje de ser empresario sea uno provechoso