El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, rio este jueves al escuchar la frase que repite desde su campaña y ratificó que su gestión se mantiene en carrera para convertir a la capital en potencia mundial. En una entrevista difundida en Canal N, el burgomaestre explicó cuáles son los ejes de esta promesa, criticada por los ciudadanos en medio de un 64% de desaprobación al término del 2023.
“Lima potencia mundial parte de la base que, en una potencia mundial, todos comen. [...] Segundo, tener agua. Hay un millón 300 [mil] que no tienen agua, tengo datos de Sedapal [Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima]. Ese es el ABC. El tercer tema importante es la electricidad. El cuarto, anemia cero. [...] Estamos en un porcentaje que arrasa a los niños. Vamos avanzando”, señaló.
Para mitigar el impacto de esta enfermedad, que hasta el 2022 afectaba al 33.9% de niños de 6 a 36 meses en Lima Metropolitana, el político ultraconservador ha tendido un convenio con el gobierno regional de Huánuco, donde se elabora el ‘Chocuy’, un superalimento a base carne de cuy liofilizada (deshidratada) y hierro.
“Estamos repartiendo sangrecita por todos lados, he ido hasta Huánuco para ver ‘Chocuy’. Lo siguiente es conectividad para todos, no solo para Lima. Es vital que llegue a las ollas comunes y comedores populares. [...] Seguimos construyendo para la potencia mundial. La potencia mundial debe tener seguridad e infraestructura”, continuó.
El burgomaestre recordó que la comuna ha colocado bonos por 1.205 millones de soles a un plazo de 20 años, los mismos que serán usados para financiar proyectos de inversión pública. Según su pronóstico, esta operación significa un hito, ya que es la primera vez que una emisión de bonos en soles logra un plazo tan extenso.
“Esto es para hacer vías rápidas de primera frase, [como] todo el corredor de Huaylas, con puentes y óvalos. Nos preocupa la vía pista nueva, Juan Pablo II, que va desde San Juan de Miraflores a Villa El Salvador. Me preocupa mucho hacerlo vía rápida. Todo eso es infraestructura”, mencionó.
Por la tarde, López Aliaga brindó una rueda de prensa en la que se negó a admitir el incumplimiento de sus principales promesas de campaña, como la entrega de diez mil motocicletas para brindar apoyo a la Policía y el Serenazgo. Al ser interrogado por una periodista, interrumpió la consulta y explicó por qué no se ha ejecutado la primera compra de las unidades.
“Van a entregarnos cuatro mil motos este año, estamos siguiendo un proceso anticorrupción. En Lima tenemos 500 motos, el hecho de tener cuatro mil motos este año... no hay ningún ‘mea culpa’ que hacer, estamos ayudando a la Policía y al Serenazgo a tener los instrumentos para poder combatir la delincuencia”, deslizó.
“En este primer semestre contaremos cuatro mil, no son de uso común, son motos que usa la Policía”, agregó, pese a que el teniente alcalde, Renzo Reggiardo, garantizó que entre diciembre pasado y este enero arribarían a la ciudad el primer lote de cuatro mil unidades para completar el resto hasta la primera mitad del 2024.
“Mea culpa, no. Fue un gran año. Hicimos una obra importante de alimentar a las personas más vulnerables, nuestros hermanos de ollitas comunes”, remarcó en medio de polémicas relacionadas con el despilfarro de fondos públicos.
La administración limeña ha desembolsado anteriormente 74.250 soles por un árbol de Navidad para la Plaza de Armas de Lima, más de 108 mil soles para que se le proporcione el servicio de ‘coffee break’ a la Oficina General de Comunicaciones y Relaciones Interinstitucionales y unos 381.098 soles en consultorías, aunque meses atrás las había prohibido.
De igual modo, gastó 130 mil soles para costear su defensa legal junto con la de los 35 regidores en un proceso de amparo en el Poder Judicial contra el acuerdo del Concejo Metropolitano de Lima, que declaró “zona intangible” el Centro Histórico de Lima.