Un lugar singular que cautiva con su alegría, calidez y sabores únicos es Iquitos. Desde sus orígenes, marcados por la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI, la región amazónica fue objeto de exploración en busca de riquezas. Las expediciones a tierras desconocidas, en busca del legendario ‘El Dorado’, revelaron los tesoros ocultos de la selva peruana.
Los misioneros jesuitas y posteriormente los franciscanos desempeñaron un papel crucial en la evangelización de las comunidades indígenas en Loreto. Enseñaron métodos agrícolas y técnicas de críanza de animales, sentando las bases de poblados como San Pablo de los Napeanos, fundado en 1757.
La ciudad se convirtió así en una atracción para viajeros tanto nacionales como extranjeros, no solo por su singularidad cultural, sino también por ser el punto de partida hacia el asombroso río Amazonas, reconocido como una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo.
El Nacimiento de Iquitos
La extensión que hoy conocemos como Loreto abarcaba la totalidad de la selva peruana bajo el nombre de Maynas. Originariamente, la jurisdicción de este lugar fue parte integral en la formación del departamento de La Libertad. Sin embargo, en 1832, se experimentó una reducción geográfica que condujo a la creación del departamento de Amazonas. No fue hasta 1866 que emergió como entidad independiente con la instauración del departamento de Loreto, donde Iquitos asumió el rol preeminente como su capital.
La trascendencia histórica de Iquitos como capital departamental se conmemora el 5 de enero, fecha importante que marca su fundación. En 1863, este día quedó grabado en la memoria colectiva cuando la primera nave de la flota de vapores de la Marina de Guerra del Perú arribó al recién edificado terminal fluvial. Este acontecimiento se convirtió en el punto de partida de la conexión de la región con el mundo exterior.
Los primeros compases de la República representaron un estímulo para la colonización de la selva amazónica. Sin embargo, este nuevo contacto entre los habitantes de la selva y los colonizadores marcó una etapa desafiante para Loreto. El quiebre del aislamiento al que estaban habituados los pueblos originarios bajo la influencia de los misioneros españoles trajo consigo un impacto considerable. Ante tal situación, el gobierno se vio obligado a establecer normativas específicas para ordenar y restringir este proceso de cambio. A pesar de ello, la región permaneció aislada debido a la carencia de vías que la conectaran con la capital de la República.
El final del siglo XIX representó un periodo de esplendor económico y cultural para la ciudad de Iquitos. La creciente demanda mundial de caucho para la industria automotriz atrajo a un gran número de inmigrantes provenientes de Europa, Brasil, así como de la costa peruana y la selva baja. Esta oleada migratoria incluyó también a población china y judía, generando una mezcla de culturas en la región amazónica. La explotación del caucho reactivó la presencia de misioneros religiosos y se ve reflejado en la arquitectura de Iquitos.
La Casa de Hierro, construida por Eiffel, reconocido por la construcción de la Torre de París, se convirtió en un emblemático edificio de la ciudad.
El influjo extranjero se reflejó en la arquitectura, con construcciones de estilo morisco y el florecimiento de la denominada belle époque. Este auge económico propició un crecimiento urbano sin precedentes, marcado por la instalación histórica de la luz eléctrica pública en la ciudad, consolidando así un capítulo crucial en la historia de Iquitos y su desarrollo como capital de Loreto.
Finales del siglo XX
En los años setenta, un descubrimiento de reservas petroleras desencadenó un nuevo auge económico en el Perú. El gobierno, motivado por este hallazgo, emprendió la construcción del Oleoducto Nor Peruano entre 1972 y 1977, marcando un momento transcendente al llevar el petróleo por primera vez a la costa norte del país. Este acontecimiento generó un cambio significativo en la región.
El proyecto del oleoducto atrajo a muchos agricultores que abandonaron sus tierras para trabajar en la construcción. La demanda de personal cualificado ofrecía salarios más altos que los ingresos generados por la agricultura local, lo que llevó a una emigración hacia esta nueva oportunidad laboral. La empresa encargada proporcionó el entrenamiento necesario, incentivando así la migración de hombres en busca de empleo.
Sin embargo, al concluir la construcción del oleoducto, la región se enfrentó a una realidad desafiante. La agricultura local se encontraba en decadencia, abandonada por aquellos que se habían volcado hacia la construcción. Esto condujo a un deterioro progresivo del entorno agrícola y a una complicada situación social, con hogares afectados por la ausencia de los hombres que se habían desplazado para trabajar en la construcción.
La ciudad de Iquitos, no obstante, experimentó un renacer económico con el auge del turismo. Las décadas siguientes se caracterizaron por un interés creciente en la ecología y la biodiversidad regional. El auge económico también se vio impulsado por los recursos provenientes del canon petrolero, que contribuyeron al desarrollo de la región.
¿Qué significa la palabra “Iquitos”?
El nombre de “Iquitos” tiene sus raíces en la adaptación pluralizada de “ikito”, una derivación del original “Caserío de Iquitos”. La palabra “iquito” encierra el prefijo “ik-”, que denota río, laguna o pozo, y simultáneamente connota, separación o distancia.
Si exploramos su etimología, la combinación de estas acepciones revela el significado de “Multitud separada por las aguas”. Además, según el libro “Sachachorro” del escritor César Augusto Lequerica Delgado, el nombre en idioma iquito se traduce como “ardillas”, perteneciendo a la familia lingüística záparo.
¿Qué lugares visitar en Iquitos?
- Reserva Nacional Pacaya Samiria
- Lago zungarococha
- Malecón Tarapaca - Iquitos
- Complejo Turístico Quistococha
- Mercado Artesanal Anaconda
- Centro de Rescate Amazónico
- El Serpentario de Iquitos
- La isla de los monos
- Mariposario Pilpintuwasi
- Fundo Pedrito
- Barrio de Belén
- Catedral de Iquitos
- Museo de Culturas Indígenas Amazónicas
- Reserva Nacional Allpahuayo Mishana