El expremier Aníbal Torres ha causado gran controversia por unas polémicas declaraciones respecto a que tuvo un encuentro y negociaciones con miembros de la organización terrorista Sendero Luminoso cuando era decano en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).
En una entrevista concedida al portal digital Rimac Llaqta TV, el excolaborador cercano del encarcelado expresidente Pedro Castillo recordó que cuando lideraba la facultad de Derecho tuvo un encuentro con un jefe terrorista, quien le hizo una cuestionada petición a cambio de que no le pasara nada.
Según Torres, integrantes de Sendero Luminoso se acercaron a su despacho a fin de pedirle que se reúna con un alto dirigente que le iba hacer un pedido.
“Yo les digo dónde y cuándo. Ellos me dijeron que en el comedor. Les respondí que estaban locos porque allí entran estudiantes y personal administrativo a cada rato. Pero me volvieron a decir que nadie iba a entrar”, anotó.
Es así que el exprimer ministro accedió y se juntó con el jefe terrorista, quien lo acusó de recibir dinero del expresidente Alberto Fujimori para las actividades del decanato de la facultad de Derecho. Sin embargo, Aníbal Torres negó esto y manifestó que los fondos provenían del centro federado y de la oficina de economía.
Torres anotó que los senderistas le ofrecieron protección ante cualquier atentado, pero rechazó la propuesta. Entonces, tras este intercambio de palabras, le exigieron que saque un comunicado público en el que denunciaba los presuntos abusos de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú (PNP) que intervenían los campus de las universidades nacionales para tratar de capturar a terroristas infiltrados en los noventa.
Ante ello, el extitular de la cartera de Justicia no tuvo reparos y confesó que aceptó el acuerdo con los subversivos porque también no aceptaba que los militares y los policías estuvieran en esos espacios universitarios.
“Me dijo queremos que saque un comunicado contra los abusos que cometían miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú. Les dije yo saco eso a cambio de que me dejen trabajar. Conforme, doctor. Lo dejamos trabajar a usted, me dijeron”, confesó.
“Las Fuerzas Armadas no hacían nada. Por el contrario, querían impedir la realización de las clases, cerraban las aulas y yo, como autoridad que era decano, abría el salón y decía: ‘Aquí, yo soy la autoridad y no son ustedes’”, mencionó Aníbal Torres.
El expremier agregó salió de la reunión y se dirigió al decanato para mencionarle al secretario, cuyo apellido era Zevallos, que sacarían un pronunciamiento contra los militares y policías.
“Comencé a dictarle lo que iba a salir en el comunicado. Agregué mucho más a lo que me habían pedido los de Sendero. Entre esos puntos de más estaba que condenaba que a los estudiantes sanmarquinos los estén deteniendo en los ómnibus solo por el hecho de portar su carnet y se difundió”, anotó.
Aníbal Torres mencionó que el acuerdo con los terroristas permitió que la facultad de Derecho tenga mejoras y ciertas libertades para sus estudiantes.
Procesado por golpe de Estado
La Fiscalía está próxima a presentar la acusación formal ante el Poder Judicial contra Aníbal Torres por el fallido autogolpe de Estado del 7 de diciembre del 2022. El expremier sería procesado por los delitos de rebelión, , abuso de autoridad y grave perturbación a la tranquilidad pública.
Los mismos delitos, cuyas penas entre tres a veinte años de prisión, también alcanzan al expresidente Pedro Castillo, la expremier Betssy Chávez, el extitular de la cartera de Interior, Willy Huerta, y el congresista de Cambio Democrático, Roberto Sánchez.
De otro lado, el fiscal comprendió también a otros siete procesados por el delito de rebelión entre los que destacan tres altos mandos de la Policía Nacional: el general Manuel Lozada, el comandante Justo Venero y el teniente Eder Infanzón Chávez.