Inició el año 2024 y, como tal, algunas denominaciones gubernamentales deben ser modificadas. Esta semana marcó el fin del 2023, que obtuvo la denominación del “Año de la unidad, la paz y el desarrollo”. Ahora, la ciudadanía espera que el accionar del Gobierno nacional sea esta temporada un poco más consecuente con el nombre asignado. Al respecto, el presente año recibió el título del “Año del bicentenario, de la consolidación de nuestra independencia y de la conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho”.
Para algunos, la denominación del año quizá no pasa de un título folclórico, mas puede reflejar una voluntad política. Un detalle no menor y un tanto desapercibido es que la denominación oficial del presente año ha retomado la costumbre de honrar una fecha conmemorativa, en vez de ser nombrado bajo una promesa o deseo de campaña. Vale recordar que en el último sexenio, todos los años a excepción del 2021 mantuvieron esta norma: el 2018, “Año del diálogo y la reconciliación nacional”; el 2019, “Año de la lucha contra la corrupción e impunidad”; el 2020, “Año de la universalización de la salud”; el 2022, “Año del fortalecimiento de la soberanía nacional”; y el mencionado 2023, “Año de la unidad, la paz y el desarrollo”.
Ante la irrespetuosa incongruencia entre la denominación del año 2023 y lo ocurrido, el haber apostado por conmemorar un hecho histórico parece una decisión menos comprometedora.
¿Qué dijo el Gobierno?
La denominación fue firmada por el Ejecutivo el 25 e noviembre del 2023 y publicada por el diario oficial El Peruano el 26 de noviembre, un día después. Entre las razones que inspiraron el nombre, la presidenta Dina Boluarte y el premier Alberto Otárola argumentaron lo siguiente:
- Que el artículo 43 de la Constitución nacional establece que la República del Perú es democrática, social, independiente y soberana;
- que ejecutar, articular y dar seguimiento a la Agenda de Conmemoración del Bicentenario de la Independencia del Perú es de alto valor simbólico para el ejercicio de una ciudadanía democrática y fortalece la identidad nacional;
- que, como actualizado en el Decreto Supremo N° 011-2021-MC, el proceso oficial de conmemoración de la independencia del país culmina el 31 de diciembre del 2024, ya que marca el fin del año en el que se cumplen dos siglos de la victoria patriota en la batalla de Ayacucho;
- que es relevante resaltar la victoria patriota en la batalla de Junín, entendiéndose como un hecho histórico que aportó a la consolidación del proceso de independencia del Perú y de toda la América hispana;
- que el fortalecimiento del régimen democrático y del Estado de Derecho, el cual mantiene como uno de sus pilares la identidad nacional, es una política de Estado que busca promover la consolidación de la nación peruana integrada, respetuosa de sus valores, de su patrimonio milenario y de su diversidad étnica y cultural, vinculada al mundo y proyectada hacia el futuro;
- y que uno de los nueve ejes de la política general de Gobierno es el Eje 1: Paz social y gobernabilidad, que incluye reafirmar al Perú como un país que respeta el derecho internacional, fortalece la democracia, protege los derechos humanos y lucha contra la corrupción.
¿Qué se decreta en el Decreto Supremo N°129-2023-PCM?
Artículo 1
El año 2024 es declarado como el “Año del bicentenario, de la consolidación de nuestra independencia y de la conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho”.
Artículo 2
La frase debe ser consignada en los documentos oficiales durante todo el año.
Artículo 3
El Ministerio de Cultura establece la traducción de la denominación del año a las lenguas indígenas u originarias que correspondan, para su uso en los distritos, provincias y departamentos en donde predominen, conforme a lo establecido en el Mapa Etnolingüístico del Perú.
Artículo 4
El Decreto Supremo N°129-2023-PCM es refrendado por el presidente del Consejo de Ministros.
Denominaciones oficiales del siglo XXI
2001: Año de la conmemoración de los 450 años de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
2002: Año de la verdad y la reconciliación nacional.
2003: Año de los derechos de la persona con discapacidad. / Año del centenario de Jorge Basadre Grohmann.
2004: Año del Estado de Derecho y de la gobernabilidad democrática.
2005: Año de la infraestructura para la integración.
2006: Año de la consolidación democrática.
2007: Año del deber ciudadano.
2008: Año de las Cumbres Mundiales en el Perú.
2009: Año de la unión nacional frente a la crisis externa.
2010: Año de la consolidación económica y social del Perú.
2011: Año del centenario de Machu Picchu para el mundo.
2012: Año de la integración nacional y el reconocimiento de nuestra diversidad.
2013: Año de la Inversión para el desarrollo rural y la seguridad alimentaria.
2014: Año de la promoción de la industria responsable y del compromiso climático.
2015: Año de la diversificación productiva y del fortalecimiento de la educación.
2016: Año de la consolidación del mar de Grau.
2017: Año del buen servicio al ciudadano.
2018: Año del diálogo y la reconciliación nacional.
2019: Año de la lucha contra la corrupción e impunidad.
2020: Año de la universalización de la salud.
2021: Año del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia.
2022: Año del fortalecimiento de la soberanía nacional.
2023: Año de la unidad, la paz y el desarrollo.
2024: Año del bicentenario, de la consolidación de nuestra independencia, y de la conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho.
¿Desde cuándo se nombran los años en el Perú?
La tradición inició en diciembre de 1962, fecha en la que el entonces Ministerio de Educación Pública nombró el año 1963 como “Año de la alfabetización en todo el territorio patrio”. La costumbre se mantuvo desde entonces, salvo contadas excepciones como la de 1969, la de 1975 y la de 1998.