Descubren nueva criatura en Perú: la rana de ‘goma’ con apariencia ‘críptica’

Tras varias expediciones, un grupo de científicos la halló en las montañas de Ayacucho, región sur del Perú. La nueva especie es muy pequeña y tiene una apariencia extraña.

Nueva especie descubierta en Perú. La rana de 'goma' hallada en las montañas de Ayacucho. (Composición/ Zookeys)

Una nueva especie ha sido descubierta en los bosques montañosos de Ayacucho, región del sur del Perú. Se trata de la rana de ‘goma’, bautizada como Pristimantis similaris, según reveló un estudio publicado por la revista científica ZooKeys, que cubre taxonomía, filogenia y biogeografía zoológica, el 20 de diciembre.

Un grupo de científicos identificaron a la nueva criatura tras varias expediciones realizadas entre 2018 y 2021. Este hallazgo aporta a la biodiversidad conocida de la zona, la cual se extiende a elevaciones de aproximadamente 1.189 metros (3.900 pies) y 2.012 metros (6.600 pies) sobre el nivel del mar.

Las denominadas ranas de goma son pequeñas, con una longitud inferior a 2,54 centímetros (1 pulgada), presentando una lengua ovalada, piel áspera y patas estilizadas. El equipo de investigación, integrado por Valia Herrera-Alva, Alessandro Catenazzi y César Aguilar-Puntriano, notó que estas ranas poseen un color marrón anaranjado con patrones en la espalda y rayas en las patas traseras.

Descubren nueva especie en al sur de Perú. Se trata de la rana de 'goma'. (Vladimir Díaz-Vargas)

Las Pristimantis similaris presentan una diversidad de colores y tamaños que varía entre individuos, siendo las hembras de mayor tamaño. Además, el análisis de ADN mostró una divergencia genética de entre un 6% y un 9% con especies de ranas emparentadas, lo que confirma su catalogación como una nueva especie.

La observación detallada reveló que esta nueva especie de ranas suelen encontrarse a varios pies del suelo, descansando en hojas húmedas durante la noche, a menudo cerca de granjas abandonadas o caminos poco transitados. Los machos de la especie raramente emitían llamadas audibles, y cuando lo hacían, solían ser opacadas por el canto de otras ranas más ruidosas. Los científicos optaron por el nombre “similaris” debido a la semejanza de esta rana con otras ya conocidas.

El estudio también señaló una alta prevalencia de una infección fúngica causada por Batrachochytrium dendrobatidis en los especímenes analizados, un patógeno asociado con el declive de poblaciones de anfibios a nivel mundial, lo que plantea una posible amenaza para la supervivencia de la especie.

Pristimantis similaris o una rana de goma similar es la nueva criatura descubierta en Perú. (Vladimir Díaz-Vargas)

En 2023, tres nuevos mamíferos descubiertos en Perú

En el Santuario Histórico de Machu Picchu, situado en Cusco, se descubrieron tres nuevas especies de mamíferos: el yaguarundí (Puma yagouaroundi), el roedor machetero (Dinomys branickii) y una ardilla perteneciente a la familia Sciuridae. Este hallazgo refuerza la notable biodiversidad del santuario y fue posible gracias al empleo de cerca de 200 cámaras trampa y las labores de monitoreo continuo de los guardaparques.

Este descubrimiento es fruto de dos proyectos científicos: el relacionado con el oso andino, llevado a cabo por la organización Conservación del Oso de Anteojos (SBC), y el del Museo de Biodiversidad del Perú, que desde 2018 viene evaluando la diversidad de mamíferos en el santuario. Estas investigaciones tienen el propósito de impulsar la conservación y el conocimiento científico de la zona, contribuyendo a la comprensión de la fauna local y la gestión del área protegida.

Tres nuevas especies en Perú: el yaguarundí, el roedor machetero y una ardilla de la familia Sciuridae. (Composición Sernanp)

El yaguarundí es un felino autóctono de América, que hasta su detección en Machu Picchu, se conocía su presencia en áreas como la Reserva Nacional de Tambopata en Madre de Dios. El roedor machetero es originario de Sudamérica. La ardilla de la familia Sciuridae, marca un precedente por ser el primer miembro de su familia en ser registrado en Machu Picchu, un logro atribuido a los guardaparques Elodio Dávalos y Constantino Quispe. Estos descubrimientos se inscriben en una historia de un siglo de estudios en el santuario destinados a catalogar su biodiversidad.