Diversos expertos coincidieron que el mundo enfrentaría una recesión global en 2023 y si bien esta ha llegado a varios países, algunos consideran que un menor crecimiento en las economías mundiales aún está por verse. Líderes en empresas extranjeras, como Kokou Agbo-Bloua y Hatem Mustapha, concuerdan en que se vería un escenario similar al que precedió a la crisis global financiera del 2008 y la pandemia, según un artículo publicado en The Financial Times.
En este contexto, Perú ya tiene su propia crisis económica, anunciada antes de ingresar al segundo semestre del año, por diversos expertos, y portales como Bloomberg en julio del 2023 —”la economía de más rápido crecimiento de América Latina en este siglo se enfrenta a lo que alguna vez fue impensable: una recesión técnica”—.
El gobierno peruano, sin embargo, después rehusarse a referirse con estas palabras a la situación económica, recién reconoció esto a finales de octubre: “Es, sin duda, una recesión. (...) En ningún momento hemos subestimado la situación. Era básicamente una discusión muy academicista, que nosotros reconocimos, en su momento, innecesaria. Pero la situación es completamente difícil y vamos a seguir avanzando”, dijo en su momento el ministro de Economía y Finanzas, Alex Contreras.
Así, tras varios programas que el MEF ha impulsado para reactivar diversos sectores —Con Punche Perú, 1 y 2, el Plan Unidos—, aún no se pueden ver resultados concretos que muestren una salida de la crisis, sobre todo luego de una campaña navideña que no tuvo las proyecciones que se esperaban para aumentar el consumo —los indicadores de consumo privado han caído por primera vez en los últimos 20 años sin contar la pandemia—.
Sin embargo, tanto el MEF, como el Banco Central de Reserva (BCRP), como lo detalló su presidente, Julio Velarde, en la presentación del último informe de inflación del año, confían en un rebote de la economía peruana, luego de este año sin crecimiento. El PBI cerraría en 2023 en -0,5%, pero para el 2024 se prevé que esté en 3,0%. ¿Cuáles son los retos que tiene el Perú frente a este escenario? ¿Se puede asegurar el rebote? Infobae Perú habló con diversos expertos para analizar el panorama del 2024 frente a la crisis económica peruana.
El Perú se enfrenta a un 2024 en un mundo con conflictos bélicos, un dólar que, según expertos indican, va a tender a la apreciación, y un panorama interno complejo; con una crisis política latente que podría agravarse, y el fenómeno El Niño y sus efectos para el siguiente año —con este último afectando el sector de Agricultura, Pesca y las industrias afines—.
También no debe dejarse de lado que la inversión privada no muestra señales de levantarse, y el descenso del PBI tiene cifras críticas como un crecimiento negativo de -8,7% en Construcción y -5,8% en la industria manufacturera. Frente a este panorama, Infobae Perú conversó con Washington López, CEO de Washington Capital, empresa peruana de asesoramiento en inversiones, para saber cuáles son los grandes retos del país frente a este complejo 2024, luego de un desalentador año que confirmó la recesión en Perú.
Según el experto, el país está atravesado por seis factores que deben resolverse
Algunos de estos factores están fuertemente entrelazados. Como detalla a Infobae Perú Luis Alberto Arias Minaya, exvicepresidente del Banco Central de Reserva y profesor de Finanzas públicas en la Pontifica Universidad Católica del Perú (PUCP), “la recesión en la que hemos caído el 2023, lamentablemente, ha elevado los niveles de pobreza. Y probablemente esta elevación nos esté llevando a niveles cercanos a los de la pandemia”.
Por otro lado, el fenómeno El Niño impacta ha afectado este año la agricultura, y el siguiente aún hay posibilidades de que dañe en un nivel fuerte. El economista y exviceministro de Gestión Ambiental José de Echave señala a Infobae Perú que “cuando hablamos de la agricultura, estamos hablando de un sector que tiene un impacto importante en la generación de empleo”.
Asimismo, todo esto está atravesado también por la baja inversión privada. Consultada por Infobae Perú, Claudia Sicoli, directora de la carrera de Economía de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), opina que el Perú tiene el mayor y principal reto en esto, en incentivar la recuperación de este indicador. “Si el sector privado no esta adquiriendo crédito, la demanda interna está empezando a caerse también —que era un poco donde el motor de la economía venía— y si seguimos con alguna expectativa no muy positiva, el crecimiento de la actividad económica va a estar complicado para el año que viene”, señala.
Así, cuando se escucha sobre recesión, un PBI a -0,5% para el 2023 y baja inversión privada, podría no hacerse clara la magnitud del problema. Pero si el Perú no logra crecer económicamente el 2024, el desempleo no se a combatir como es debido, y el país no va a poder reducir los índices de pobreza como venía haciendo los anteriores años —y esto no solo quiere decir que se evite que los pobres sean más pobres, sino que la clase media tenga menos riesgo de empobrecer—. Y todo esto está atravesado por cómo el mundo se siga moviendo, la economía de Estados Unidos, y los factores internos, con el impacto del fenómeno de El Niño y nuestra latente crisis política. ¿Qué es lo que recomiendan estos expertos para afrontar estos grandes retos del Perú el siguiente año?
“Está claro que el crecimiento del Producto Bruto Interno va a ser negativo. En términos generales estamos en una situación complicada y muy por debajo del promedio de América Latina, cosa que no pasaba antes”, señala José de Echave.
La necesidad de salir de la recesión en 2024, según Luis Alberto Arias Minaya, exvicepresidente del Banco Central de Reserva (BCRP), recae en la importancia de mejorar lo niveles de empleo y los sueldos. “Ese el primer reto que tenemos. Nos importa crecer [económicamente] para reducir la pobreza a través de una mejora del empleo y a través de una mejora de salarios reales”, señala Arias Minaya.
Uno de los sectores más afectados este año, que tiene que ver con esta generación de trabajo, ha sido Agricultura. “Es un sector que ha sido seriamente golpeado por fenómenos climáticos, como el tema de la ausencia de lluvias. Estamos en una situación de sequía desde el año pasado, y va a depender mucho de cómo se comporta el ciclo de lluvias este nuevo periodo, para ver si el sector va a tener una recuperación”, advierte, por su lado, el exviceministro de Gestión Ambiental.
Según Julio Velarde en la presentación del último reporte de inflación del BCRP, en el empleo formal, el crecimiento este año ha sido bastante bajo (%0,7) frente al 4% que se solía tener. “El empleo forma estaba creciendo más que la fuerza laboral; en los últimos meses está creciendo menos”, resaltó Velarde, y explicó que eso se debía a la caída del empleo en el sector agropecuario. “A octubre, el empleo formal, agrícola, cultivo y agroexportación principalmente, ha caído en casi 20%, por efectos del clima y de El Niño”, reveló.
Pero para asegurar que estos indicadores se mantenga al alza y en buena proporción, Arias Minaya no considera que sea suficiente crecer en el 2024 como efecto ‘rebote’ de la economía “que seguro se va a dar”. “Un crecimiento alrededor de 2%, eso sería solo un rebote. Necesitamos salir con un crecimiento vigoroso, de al menos 3%”, resalta. Esta cifra es la que el Banco Central de Reserva espera para este año, en la que también concuerda Alex Contreras, titular del MEF. Sin embargo, según la proyección del BCRP, esta cifra también se mantendría al 2025.
Una de las medidas que ha resaltado el ministro Alex Contreras los últimos ese, sobre todo con el ‘shock’ que prometió en el Plan Unidos, fue la recuperación de la inversión privada. Este es uno de los principales retos que tiene el Perú para 2024, según la especialista Claudia Sicoli, quien nota que hay indicadores de la economía y medidas positivas para poder fomentar que más empresas inviertan en el país.
“El Banco Central de Reserva ha reducido su tasa de referencia en 0,25%. Está dando una llamada de un incentivo de inversión privada. Pero también tenemos que ver el tema del crédito al sector privado. Si se analiza el último año el crédito al sector privado viene aumentando a tasas menores. A principios de año, teníamos un crecimiento de 4,2% respecto del año anterior. Y eso ha ido disminuyendo a 3,0%, 1,9%, luego a 1,6%. En junio se ha hecho negativa esta cifra, también en agosto. En noviembre fue de 0,1%, y recién parecería como quiere retomar algún nivel de crecimiento”, señala la experta.
También resalta que la inflación parece controlada, la cual se va acercando al rango meta del BCRP cada vez más. “Pero falta el componente de efectivizar la inversión”, aclara Sicoli. “El gobierno debe mantenerse en generar políticas que vayan fomentando confianza; es decir, generar este crédito para las pequeñas empresas, generar facilidades para para la formalización de de algunos emprendimientos, mantenerse con el proceso de destrabar la proyectos de inversión privada; así como no estar modificando las reglas del juego en el camino”, agrega.
Por su parte, Washington López recomienda que “es necesario revisar y potenciar los programas existentes, como Con Punche Perú 1 y 2, y explorar nuevas estrategias que estimulen la inversión y el desarrollo económico sostenible”, así como abordar los problemas de la inestabilidad política, “evidenciada por proyectos de ley que afectan la confianza en las AFP y crisis institucionales”, para así restaurar la confianza de los inversionistas y generar un entorno propicio para el crecimiento.
Sin embargo, este gobierno también esta atravesado por otro tema. Y es que diversos especialistas concuerdan en que el gobierno parece no comprarse pleitos, como señalaba Luis Miguel Castilla a Infobae Perú en una anterior entrevista, quien señalaba la importancia de, por ejemplo, viabilizar el proyecto Tía María. Cabe agregar, también, como recuerda José de Echave, que este es un Ejecutivo con 8% de aceptación, “un gobierno precario”.
Además, para Luis Arias, el gobierno muestra una clara ausencia de ideas. “No tiene rumbo ni en lo económico, ni en lo político, ni en lo jurídico. En lo institucional acaban de crear una nueva entidad en la PCM para dar asistencia a los gobiernos regionales y locales. Y por otro lado, han creado otra entidad que es la ANIN, la Agencia Nacional de Infraestructura”, comenta sobre entidades que asimismo implican un mayor gasto, mayor burocracia, mayor tramitología, “y, en consecuencia, mayor ineficiencia”.
La crisis económica también viene atravesada, sin embargo, por la crisis política. Ante todo esto, un pedido de parte de la ciudadanía y también actores políticos es el adelanto de elecciones.
Como se sabe Dina Boluarte asumió el mandato el 7 de diciembre del 2022 tras el fallido intento de golpe de Estado del expresidente Pedro Castillo, y su posterior vacancia por el Congreso, pero no ha logrado ser aceptado por gran parte de la población, teniendo una desaprobación de 85%, según la última encuesta de Datum para El Comercio, y cabe mencionar que también contribuyó a esto la imagen deteriorada de la mandataria tras las protestas de fin de 2022 e inicios de 2023, en las que fueron asesinadas 50 personas en el contexto de la represión. Su gobierno es otro capítulo más en la inestabilidad política del Perú.
“La salida económica está empieza por una salida política, por la sencilla razón de que estas tensiones políticas que tiene nuestro país, desde hace varios años, y que se ha manifestado el tener seis presidentes en seis años, lo único que está generando es incertidumbre. Y esta es muy mala para la la economía: retrae la inversión privada, que es el principal motor de crecimiento”, señala Arias Minaya.
Y ante esto se plantea esta salida democrática. “No sabemos exactamente cuándo van a ser las próximas elecciones. En estricto, Las elecciones deberian ser el 2026, pero siempre está abierta la interrogante sobre si las elecciones van a esperar hasta el 2026 o se van a adelantar, señala José de Echave.
“Yo creo que esto tiene un impacto muy importante en los inversionistas. Esta suerte de incertidumbre, de no saber si finalmente el gobierno va a tener la capacidad de gestionar el País hasta el 2026. Eso hace que la confianza se haya deteriorado y que muchos proyectos de inversión, sobre todo de gran envergadura, estén esperando”, explica el exviceministro.
Este también es uno de los grandes retos que tiene el Perú. Poder resolver la crisis política para renovar la confianza y resolver la crisis económica, ya que estas materias ya no van por cuerdas separadas, según comenta José de Echave, como anteriormente señalaba el economista Elmer Cuba a Infobae Perú.
“¿Qué posibilidades hay de que este gobierno se pueda mantener hasta 2026 si la recesión se agudiza? Si el sector Empresarial, comienza a decir ‘este gobierno ya no me da la estabilidad que yo quisiera para desarrollar las inversiones’, y el destrabe de proyectos de inversión no se da como como se ha planificado, entonces ese sería un ingrediente que podría cambiar un poco el escenario actual: presión política, presión económica y presión social para ver si es que hay un escenario distinto y un posible adelanto elección”, concluye Echave. Sin embargo, como advierte, “lo que está claro es que del Congreso no va a haber una iniciativa en ese sentido. Y todo indica que tampoco del Ejecutivo”.