Como parte de los efectos ocasionados por la temporada de lluvias, además del cambio de estación, algunos ríos en todo el Perú aumentaron su caudal y están en observación por parte del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi). En particular el río Marañón, en el departamento de Loreto, que presenta el incremento más pronunciado.
Este río se encuentra actualmente en un estado de observación de nivel naranja emitido por el Senamhi, pues su caudal aumentó de forma drástica entre los días 27 de diciembre y 29 de diciembre.
Según la institución, este escenario puede generar condiciones de riesgo para actividades que se realicen en este río además de afectar a zonas aledañas con la posible erosión de sus márgenes, lo que además podría perjudicar a la infraestructura que se encuentre cerca al río.
Por otro lado, el organismo adscrito al Ministerio del Ambiente informó que los centros poblados de Atlántida, Oropreto, Borja, Capernaum y Saramiriza podrían ser afectados por el aumento del caudal de este río. “Se recomienda a la población tomar las precauciones correspondientes y evitar realizar cualquier actividad cercana al río”, sugiere.
Si bien la alerta de aumento del caudal del río tenía un periodo inicial de vigencia entre el 29 de diciembre y el 31 de diciembre, este se ha visto ampliado hasta el 1 de enero del año 2024 debido a que el incremento no ha cesado hasta el momento.
Este aumento en el caudal del río se produce principalmente en la estación de observación Borja del Senamhi. Sin embargo, las estaciones Cumba y Corral Quemado se mantienen en un nivel de alerta amarilla. Esto quiere decir que, al menos en las estaciones nombradas, sí se podría afectar a las actividades del río y de las zonas cercanas, pero no a un nivel de riesgo mayor como erosión o afectación a estructuras.
Otros cinco ríos bajo monitoreo
Por su parte, los ríos Chicama, Chilete, Chillón, Cajamarquino y Mala también se encuentran bajo la observación del Senamhi debido al incremento de su caudal, aunque todos estos casos mencionados también incluyen una alerta amarilla.
En el caso del río Chicama, el aumento de su caudal podría afectar a los centros poblados de Cerro Negro, Panamá, Tambo, Cruce Huancay, Jolluco Bajo, Pueblo Nuevo, Septem, Pampas del Bao, Tierras Negras y Payanique. Se estima que este periodo no dure más que unas horas durante el día 31 de diciembre.
De igual forma, el río Cajamarquino podría afectar a los centros de Huaraclla, San José de Canay, Succha, Huaylla, La Pampa, Conchambul, Tierra Blanca, Poyo, Jesús y Chuquita. El estado de alerta también es de corta duración y solo hasta la tarde del 31 de diciembre.
Otra alerta a corto plazo se encuentra en el río Mala, que presentó un aumento a su caudal durante la mañana del 31 de diciembre, se encuentra en el río Mala, que podría afectar a los centros poblados de Yanacaca, La Vuelta, Yuncaviri, Nicochay y La Oroya.
Por su parte, el río Chilete también ha sido catalogado por Senamhi con una alerta de nivel amarillo que duraría, posiblemente, hasta el mediodía del 31 de diciembre, aunque no se podría descargar una extensión del plazo regular de observación.
En ese sentido, los centros poblados de Chilete, Los Pinos, La Paloma, Cogollar, Tabacal, La Beria, El Ingenio, El Coco y Puquio podrían verse afectados por esta situación.
El caso del río Chillón es similar, aunque pasó de tener una alerta de observación naranja a amarilla y se estima que podría empezar a reducir su caudal para el 31 de diciembre. Sin embargo, sigue siendo importante considerar que los poblados Jansha, Tarapo y Cullhuay pueden verse afectados si el escenario aumenta de magnitud.