La presidenta Dina Boluarte cierra el 2023 con cifras en contra. Además del incremento de la delincuencia y crisis económica en el país, apenas alcanza un 9% de aprobación, de acuerdo a una encuesta de Datum Internacional. Frente a ello, en un mensaje a la Nación emitido este 31 de diciembre, aseguró que trabajará para hacerle frente a las demandas de la población.
“Queridos compatriotas, la llegada del 2024 abre un nuevo capítulo en la historia de nuestra querida patria. [...] La prioridad de nuestro gobierno es y será el cierre de brechas en salud, educación, agua, saneamiento e inclusión social. Además, enfocaremos todos nuestros esfuerzos en dos temas que para todos son más que prioritarios: el impulso a la economía y la lucha frontal contra la criminalidad y delincuencia”, mencionó.
En ese sentido, señaló que su gestión se encuentra elaborando estrategias para atacar los temas que afectan a la ciudadanía e invocó a “la sociedad civil, la academia, el sector privado, la iglesia, los administradores de Justicia y medios de comunicación” a comprometerse y trabajar en conjunto.
Fiel a su estilo, hizo un flojo mea culpa. En lugar de enumerar o referirse a los principales hechos que podrían haberse manejado mejor desde el Ejecutivo, indicó que “si durante el año 2023 como gobierno hemos cometido errores, los estamos enmendando para seguir trabajando para cada uno de los millones de peruanos que anhelan un presente de esperanza, progreso y paz”.
“En democracia podemos discrepar, no todos pensamos igual, pero lo más importante es trabajar unidos sobre la base del diálogo y priorizando el bien común”, agregó.
“No tenemos ninguna carpeta fiscal abierta”
En otra parte de su discurso, la jefa de Estado omitió las diversas investigaciones en su contra y se limitó a decir que no cuenta con carpetas fiscales abiertas por corrupción.
“Somos un gobierno de hechos y no de palabras, hoy reafirmamos nuestro compromiso en la lucha contra la corrupción, un flagelo que lastima y le roba los sueños y la esperanza a nuestras hermanas y a nuestros hermanos. Finalizando el año 2023, no tenemos ninguna carpeta fiscal abierta por corrupción y esa es la prueba clara de la honestidad con la que trabajamos y con la que seguiremos trabajando”, expresó.
“El Perú de Arguedas”
Previo a finalizar, hizo mención al escritor José María Arguedas, caracterizado por retratar la vida y costumbres de las comunidades indígenas en sus obras, pese a que a la presidenta se le ha criticado múltiples veces su desconexión con el país.
“La transparencia, las manos limpias y la integridad en la gestión pública son valores fundamentales que guían las acciones de mi gobierno en la construcción del Perú de [José María] Arguedas, donde confluyen todas las sangres. Seguiremos demostrando que somos capaces de superar cualquier adversidad con coraje y determinación. Tomémonos de las manos y caminemos juntos hacia el Perú que todos anhelamos”, declaró.
Entre las polémicas más recordadas que la jefa de Estado protagonizó se encuentran cuando dijo que “Puno no es el Perú”, en medio de protestas en contra de su gobierno, y que el “Perú está en calma y paz”, pese a que la población afronta una de las olas de inseguridad ciudadana más grandes en los últimos años.
Ambas frases obligaron a la Presidencia a realizar una aclaración. En el primer caso, a través de redes sociales, el Ejecutivo escribió: “No fue una expresión de discriminación ni soberbia. De haberse malinterpretado, nos disculpamos con las hermanas y hermanos de nuestra querida región altiplánica. Reiteramos nuestro llamado a la paz, el diálogo y la reconciliación”. En el segundo, aseguró que se refería a que ya no había terrorismo.