En recientes excavaciones arqueológicas en Montegrande, Jaén, al norte de Perú, se han descubierto estructuras monumentales con una antigüedad estimada en 5.300 años, lo que revela aspectos fundamentales sobre los orígenes de la práctica religiosa en la Amazonía peruana. Delimitadas en un periodo de trabajo que comprendió de agosto a diciembre, estas investigaciones aportan nuevas perspectivas sobre el desarrollo cultural y espiritual en la región.
El sitio de Montegrande está ubicado en la provincia cajamarquina de Jaén, una región que poco a poco ha ido revelando su riqueza histórica gracias a intervenciones arqueológicas meticulosas. Las evidencias encontradas en el lugar sugieren que fue un centro neurálgico de la actividad religiosa, no solo en cuanto a su arquitectura, sino por el rol que desempeñaba en la sociedad de la época, lo que empuja los límites establecidos sobre la aparición del culto en la Amazonía.
¿Qué significan los hallazgos en Montegrande?
El período de las excavaciones de agosto a diciembre permitió documentar con mayor profundidad las características de la arquitectura monumental. Los especialistas sostienen que se trata de uno de los primeros ejemplos de construcciones dedicadas al culto.
Para la Agencia Andina, el arqueólogo Quirino Olivera Núñez, investigador principal en Montegrande, consideró que la sofisticación y el esfuerzo invertido en dichas construcciones proporcionan nuevos entramados sobre la complejidad social y cultural de las civilizaciones prehispánicas en el área sudamericana y su relación con prácticas religiosas tempranas.
“Pensábamos que la espiral era una arquitectura simbólica que estaba asociada con el sitio arqueológico de similares características ubicado en Palanda, Ecuador, y ahora nos damos cuenta de que debajo de la capa de color rojo sobre la cual está construida la espiral está apareciendo un conjunto de ocupaciones con pisos, rellenos, rituales de culto al fuego y otros elementos asociados a un conjunto de artefactos hechos de piedra. Eso nos da una señal que Montegrande realmente tiene una fortaleza religiosa muy importante”, expresó.
Montegrande desafía a la comunidad científica
La revelación fue destacada por el arqueólogo presidente de la Asociación para la Investigación Científica de la Amazonía de Perú, una entidad privada sin ánimo de lucro que lidera las excavaciones en Montegrande y otras zonas cercanas al río Marañón. Esta entidad ha sido instrumental en demostrar que estructuras complejas pudieron haber sido construidas bajo un sistema social y económico diferente a lo que se pensaba hasta el momento, que solo la agricultura intensa podía dar lugar a templos y edificaciones de gran escala.
“En este caso nos damos cuenta de que hace 5,300 años ya se rendía culto a dioses, mucho antes de la domesticación de cultivos de consumo masivo como el maíz, teniendo en cuenta que el más antiguo registrado en Perú data de hace menos de 5,000 años. Todo indica que lo primero que está existiendo como preocupación de las antiguas sociedades amazónicas es rendir culto a sus dioses y que hay un trabajo conjunto y organizado capaz de edificar estos templos. Y lo que está apareciendo debajo de estas construcciones es mucho más antiguo y puede llegar a 6,000 años”, acotó el especialista.
Las investigaciones llevadas a cabo por Olivera señalan una mayor visibilidad y reconocimiento de las ceremonias y creencias ancestrales de las poblaciones amazónicas. Además de ser un factor clave en la identidad cultural de estos pueblos, estas prácticas juegan un papel significativo en la cohesión social y en la conexión de los habitantes con su entorno natural.
“La preocupación para construir un templo exclusivamente de culto religioso. Porque Montegrande no tiene otra función que no sea de carácter ceremonial netamente religioso”, señaló para Andina.
Este desarrollo se da en un momento en que hay un creciente interés por parte de académicos y organizaciones culturales en preservar y difundir las tradiciones amazónicas. La labor de Olivera Núñez y otros estudiosos del área es fundamental para documentar y transmitir el legado espiritual que estas comunidades han forjado durante siglos.
¿Dónde queda el sitio arqueológico Montegrande?
El sitio arqueológico Montegrande está situado a tan solo 3,5 kilómetros al sur de Jaén. Emerge como un tesoro histórico a escasos 10 minutos de la Plaza de Armas de la ciudad. Rodeado y promete aportar una valiosa comprensión de las civilizaciones que habitaron la zona mucho antes de la era contemporánea.
Las investigaciones han comenzado a desenterrar estructuras y artefactos que podrían dar luz sobre las culturas preincas que se asentaron en la región. Aunque los detalles aún se están esclareciendo, la proximidad del sitio al centro urbano de Jaén podría sugerir una relación significativa entre las prácticas cotidianas de los antiguos pobladores y la configuración de las ciudades modernas en el Perú.