Los miembros de la Asociación de Pescadores Artesanales San Pedro de la Costa Verde ya no enfrentarán el desalojo de sus embarcaciones de la playa Yuyos, previsto inicialmente hasta el 1 de enero de 2024. Este anuncio surge tras las alertas emitidas por la Municipalidad de Barranco sobre la necesidad de retirar sus equipos de trabajo.
La contención del desalojo fue posible gracias a la intervención de la ministra de la Producción, Ana María Choquehuanca, quien, junto a la mencionada comuna, ha promovido la creación de una mesa de diálogo.
Esta medida tiene como objetivo prioritario hallar una solución consensuada que beneficie a los pescadores. El vicepresidente de Oceana, Daniel Olivares, fue uno de los principales detractores del desalojo y destacó la importancia de este acuerdo alcanzado el viernes 29 de diciembre para preservar las actividades pesqueras tradicionales.
“Excelente noticia que demuestra que el diálogo y buena disposición de las autoridades puede beneficiar a todos los peruanos. Los pescadores agradecen todas las muestras de apoyo”, escribió a través de su cuenta de X.
Iban a ser desalojados
En la vispera, Edwin Yrupilla, de la Asociación de Pescadores Artesanales San Pedro de la Costa Verde, alerta que la Municipalidad de Barranco busca desalojarlos de la playa Yuyos, tras décadas de pesca tradicional en la zona. En sus palabras, es un pedido injusto, pues los socios pescadores, quienes están formalmente registrados en la Organización Social de Pescadores Artesanales (OSPA), tienen derecho a trabajar.
El 26 de diciembre, a través de una carta, la Municipalidad de Barranco comunicó a la Asociación que les daba un plazo de 48 horas para retirar sus embarcaciones de la zona de la playa Yuyos, arguyendo que estos “pernoctan durante todo el día después de sus actividades, ocupando áreas de uso público sin autorización municipal”. De lo contrario, sus embarcaciones serían internadas en el depósito municipal o aplicarían multas.
Los pescadores, desde inicios de 2023, han buscado en repetidas ocasiones obtener una licencia o apoyo municipal para regularizar la situación, pero tras conversaciones con la alcaldesa Jessica Vargas, sus solicitudes no han recibido respuesta positiva. Caso contrario, denuncian que se han burlado de ellos y no les aseguran acciones sobre una posible reubicación.
Este pedido de evacuación afectará no solo su derecho al trabajo, sino también la tradición milenaria pesquera que existe en Barranco y al sustento de decenas de familias. Por lo que Yrupilla enfatiza la importancia de la pesca artesanal como parte de la identidad cultural y económica del distrito costero. Cabe resaltar que el 80% de los mariscos y pescados que se consumen en la región es por la actividad pesquera artesanal.
La organización Oceana se ha pronunciado sobre la situación, y han destacado que las embarcaciones de los pescadores no alteran el paisaje ni obstruyen el tránsito, contrariamente a otras construcciones en la zona. Además, señalan la relevancia de la pesca artesanal en momentos críticos como los afectados por el fenómeno de El Niño. Oceana hizo un llamado a la buena fe de la Municipalidad de Barranco, recordando que se había solicitado formalmente un espacio para las embarcaciones, pero que este fue denegado.
Este grupo de trabajadores, que lleva operando en el área desde hace décadas, mucho antes que los clubes y restaurantes actuales, ve amenazada su fuente de sustento y la de centenares de peruanos.
Actualmente, solamente cuatro embarcaciones empleadas por estos pescadores artesanales se encuentran en la controversia. La Playa Los Yuyos representa no solo un lugar de trabajo, sino también parte de una tradición y modo de vida para las familias involucradas. Estas personas dependen de la pesca para su sustento diario y el de sus comunidades.
Buscan desalojarlos luego que pescadores denunciaran daños a la biodiversidad marina por Lima Marina Club
En un reportaje de El Foco, la Asociación de Pescadores Artesanales San Pedro de la Costa Verde denunció una significativa pérdida de biodiversidad marina en la playa Los Yuyos, atribuida a la construcción y operación del Lima Marina Club. Los pescadores aseguran que el ecosistema marino, que alguna vez fue rico y diverso, se ha visto severamente afectado desde la aparición del club en febrero de 2009.
Edwin Yrupilla, buzo artesanal y miembro de la Asociación, detalla cómo la zona antes florecía con vida marina, albergando especies como el pejerrey y la anchoveta que atraían a otras criaturas. Según César Melgarejo, vicepresidente de la agrupación, en el área también se encontraban variedades como chita, lenguado y pulpo, entre otros, cuya presencia ha mermado drásticamente tras la edificación del recinto. Melgarejo sentencia que “La construcción del Lima Marina Club mató todo”.
Enterprise Galaxy SAC, la empresa detrás del proyecto Lima Marina Club, obtuvo una licencia de operación por 30 años otorgada por la Municipalidad de Barranco en el año 2005. Curiosamente, el alcalde de Barranco de ese entonces, Martín del Pomar Saettone, figura hoy en día como socio del citado club, dato confirmado por el medio periodístico a través de registros oficiales.