En Ventanilla, cámaras de seguridad registraron un incidente preocupante en el cual perros callejeros atacaron a una niña de 7 años. El suceso tuvo lugar en las calles del distrito, donde la menor fue sorprendida y amenazada por los animales, lo cual la obligó a huir aterrada. Durante su escape, estuvo a punto de ser atropellada por un vehículo en tránsito, poniendo en riesgo su integridad física.
Este ataque no representa un caso aislado; durante la semana, una animadora infantil, Saida Pinto, fue asaltada por una jauría en el mismo distrito limeño, y quedó casi inmovilizada, pues los canes le mordieron una pierna de forma grave. Así como también, se ha visto afectada su situación económica, al ya no poder realizar sus labores de organizar eventos infantiles
Pinto ha exhortado a las autoridades a tomar cartas en el asunto para evitar que estos incidentes continúen ocurriendo. Sin embargo, se reporta que las medidas efectivas aún no han sido implementadas.
La comunidad de Ventanilla también ha expresado su preocupación ante la creciente problemática de los perros callejeros y su comportamiento agresivo. Se espera que la acción inmediata de las instituciones correspondientes puedan prevenir futuras agresiones y asegurar la seguridad pública. La atención al control de animales en situación de calle se ha convertido en un tema de urgencia para los residentes del área
Sin control de rabia
Ventanilla se enfrenta a una creciente preocupación por incidentes de mordeduras provocados por perros callejeros. La alarma entre los residentes no solo se debe al aumento de estos ataques, sino a la incertidumbre sobre si los animales están infectados con rabia canina o no. Frente a esta situación, la Municipalidad de Ventanilla ha declarado que no puede asumir la responsabilidad por los perros sin dueño que deambulan por el distrito.
Las autoridades locales explicaron que, aunque podrían encontrar un lugar para albergar a estos animales, enfrentan limitaciones significativas. El principal obstáculo es el mantenimiento, ya que indican que no tienen la capacidad de encargarse de la alimentación de los perros callejeros. Esta situación deja un vacío en la atención de un problema de salud pública que, además de preocupar a los ciudadanos, genera dudas sobre el bienestar animal y el control de enfermedades zoonóticas en el área.
El dilema se extiende más allá de las mordeduras de perros y toca temas de responsabilidad tanto de la municipalidad como de la comunidad. Mientras tanto, no se han detallado planes concretos ni medidas de prevención para mitigar futuros incidentes o para vacunar a los animales contra la rabia. Esta falta de claridad genera una atmósfera de inquietud entre los habitantes de Ventanilla, quienes esperan soluciones a corto y largo plazo.
Es importante resaltar que la rabia es una enfermedad prevenible que, sin embargo, puede ser fatal tanto para los animales como para las personas. La eficacia de la vacunación como medida preventiva es ampliamente reconocida, lo que refuerza la necesidad de una pronta intervención. Por el momento, se recomienda a la población local tomar precauciones, reportar cualquier incidente y mantenerse informados acerca de las acciones que la municipalidad y otras entidades puedan emprender para controlar la problemática.