Tres de cada 10 peruanos considera que no hubo acontecimientos positivos durante el 2023

Las crisis políticas, económicas, sociales y la criminalidad han destapado una cruda y lamentable realidad en el pensamiento de los peruanos y peruanas.

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Peruanos consideran que el 2023 fue un año negativo - Crédito: Andina
Peruanos consideran que el 2023 fue un año negativo - Crédito: Andina

Las muertes en protestas, los presuntos casos de corrupción en la Fiscalía y el Congreso, la liberación de Alberto Fujimori, o las derrotas de la selección nacional de fútbol han hecho que un sector de los peruanos sienta que este 2023 culmina siendo un año gris, sin alegrías, ni triunfos; en general, donde no hubo acontecimientos positivos.

Así lo dio a conocer el Instituto Guestalt de Lima (IGL), que, en un informe publicado esta semana, detalló que tres de cada 10 peruanos considera que este año que termina en pocos días no ha tenido acontecimientos positivos.

“Diversas encuestas durante este año han mostrado que la población peruana ha estado agobiada por situaciones de estrés y ansiedad, lo cual afecta la salud mental al no percibir cambios que mejoren su calidad de vida”, señaló el psicólogo y psicoterapeuta, Manuel Saravia Oliver, director del IGL.

En su balance anual, Saravia considera que una de las características por las que la población no siente que fue un buen año se debe a la falta de liderazgo político, el incremento de la delincuencia, el alza de los precios, las protestas sociales, crisis políticas, además de otros factores. “Necesitamos que el próximo año haya noticias positivas de logros, de avances, de orgullo y de cuidado a nuestra población”, rescató.

Inseguridad ciudadana, el mal que se renueva cada año

Inseguridad ciudadana generó gran preocupación durante este 2023 - Crédito: Andina
Inseguridad ciudadana generó gran preocupación durante este 2023 - Crédito: Andina

En esa línea, el especialista mencionó que una situación que ha mantenido a la gente en vilo y en alerta permanente es la sensación de ser víctima de la delincuencia. En palabras de Saravia, los peruanos y peruanas no se sienten protegidos y ven en el Estado una falta de acción por mantener la seguridad frente a robos, asaltos y otros actos criminales.

“Cada día más de 4.100 personas buscan atención especializada en los centros de salud mental del país debido a que no pueden conciliar el sueño, tienen síntomas de estrés, angustia y depresión. [...] Esperamos que el próximo año nuestras autoridades den acciones concretas frente a la violencia, la inseguridad en las calles y la economía en un contexto de recesión y altos niveles de criminalidad”, indicó.

Asimismo, agregó que “si no se toman acciones reales y concretas, el alto grado de inseguridad ciudadana en el que vivimos generará problemas dentro del hogar y, por ello, se prevé el aumento de la violencia hacia la pareja y maltrato familiar debido a la falta de control de impulsos y manejo de emociones”.

El rol de la salud mental

Peruanos consideran que el 2023 fue un año negativo. (Foto: Andina)
Peruanos consideran que el 2023 fue un año negativo. (Foto: Andina)

El director del IGL comentó, de otro lado, que la salud mental juega un rol muy importante en el bienestar general de los peruanos. Sin embargo, lamentó la falta de políticas públicas para abordar esta problemática. En cifras, señaló que la inversión del Ministerio de Salud en este campo es solo del 2% de su presupuesto anual; por ello es necesario la contratación de profesionales para atender a aquellos que padeces de trastornos mentales y problemas psicológicos.

“Hoy más que nunca necesitamos campañas y despistajes de salud mental para contener el aumento de casos. Lamentablemente como sociedad hemos normalizado y aceptado las situaciones de delincuencia, violencia en el hogar y maltrato en sus diferentes formas”, enfatizó Saravia.

A modo de ayuda, Saravia señaló que si no estás en las posibilidades de llevar acompañamiento psicológico, una forma de autoayudarse es emprendiendo caminatas al aire libre, practicar ejercicios de respiración, exteriorizar sus preocupaciones con su entorno más cercano y realizar actividades que los nutran emocionalmente.

“Debemos ser conscientes de cuál es el tipo de pensamientos con el que alimentamos diariamente a nuestra mente, ya que tenemos ideas ansiógenas que producen ansiedad como por ejemplo ‘y si pasa tal cosa’ o que producen culpa con los clásicos ‘mejor no hubiera’”, comentó.
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