Tradiciones de Año Nuevo en Perú: 12 uvas, ropa interior amarilla y otras cábalas curiosas para recibir el 2024

Conforme el año 2023 llega a su fin, las calles y mercados de Perú se llenan de objetos amarillos. Esta temporada, marcada por tradiciones y costumbres ancestrales, se destaca por la búsqueda de amuletos, flores, uvas y vestimentas coloridas, con el objetivo de atraer buena fortuna para los próximos 365 días.

Después de la Navidad, en los mercados distritales y espacios concurridos como el Mercado Central y Mesa Redonda, se puede observar una notable afluencia de personas en busca de elementos simbólicos para empezar el año con optimismo.

El amarillo, considerado un símbolo de prosperidad y suerte, predomina en esta época. Una de las tradiciones más importantes es vestir prendas de este color. Además, no solo se enfoca en la vestimenta; una práctica peculiar incluye correr alrededor de una manzana con una maleta, simbolizando el deseo de viajes y nuevas experiencias en el año que inicia. Nuestro país empieza a tener una atmósfera festiva y significativa, demostrando cómo las tradiciones preservan la esencia de una cultura diversa.

En esta época, muchos se sumergen en rituales con la esperanza de atraer buena fortuna y prosperidad para los meses venideros. Es común observar como personas de diversas edades y procedencias se entregan a prácticas tradicionales para dar la bienvenida al Año Nuevo. Estos rituales, transmitidos de generación en generación, buscan invocar energías positivas y simbolizar un comienzo auspicioso.

Algunos optan por la vestimenta como canal para atraer la buena suerte, seleccionando meticulosamente prendas de colores específicos. Otros recurren a la tradición de comer 12 uvas justo en el momento de la medianoche, cada una representando un deseo para el próximo año. Además, la colocación de dinero en los bolsillos o llevar una maleta en mano para simbolizar viajes futuros son prácticas comunes durante esta celebración.

Estos rituales, que podrían parecer simples actos simbólicos, para muchos representan la esperanza y la fe en un futuro próspero. La idea de comenzar un nuevo ciclo con optimismo y buena fortuna parece otorgar consuelo y motivación en estos tiempos de cambio y desafíos constantes.

Ropa interior amarilla

La tradición de seleccionar meticulosamente la ropa interior con colores específicos, esconde significados sorprendentes detrás de cada tonalidad. Por ejemplo, el amarillo, asociado con la riqueza, el éxito económico y estrechamente vinculado al trabajo, los proyectos profesionales y los viajes, es el color favorito y esencial para muchos al inicio del año nuevo.

Esta costumbre, que también incluye colores como el rojo y verde, tiene sus raíces en antiguas creencias chinas, en donde estos tonos simbolizan la atracción de energías positivas. En Perú, en los días previos al Año Nuevo, miles de personas acuden a centros comerciales y mercados, como Gamarra, para adquirir estas prendas.

Es posible encontrar modelos con símbolos de dólares, frases coloquiales y diseños que van desde corazones hasta motivos que reflejan la cultura local.

Comer 12 uvas

Una costumbre durante la llegada del Año Nuevo es la práctica de consumir uvas como un ritual para atraer la suerte y la prosperidad. En el Perú, esta tradición llegó a principios del siglo pasado y se ha mantenido vigente hasta la actualidad. Este hábito, de origen español, dicta que se debe ingerir una uva por cada campanada que anuncia la medianoche del primer día del nuevo año.

El acto de comer estas uvas no solo implica degustar la fruta, sino también asignarles deseos o propósitos para el próximo año. Algunas personas optan por pedir un deseo por cada uva consumida, mientras que otros les atribuyen un propósito específico. Esta tradición se ha convertido en una práctica común en diversas partes del mundo.

Comer lentejas y otras costumbres con esta legumbre

La presencia de las lentejas en las celebraciones de Año Nuevo tiene raíces ancestrales que se remontan a la Antigua Roma, donde este alimento era comúnmente asociado con las monedas romanas, simbolizando la atracción de la abundancia.

En la actualidad, llevar lentejas en los bolsillos al recibir el 2024 se considera un gesto de buena fortuna. En Perú, dependiendo de la región, se practican diferentes usos para este grano. Algunos optan por llevarlo suelto o en pequeñas bolsitas, colocándolo minutos antes de la llegada del 1 de enero como una superstición que busca el bienestar a lo largo de todo el año. Además, el arroz también se emplea en estas prácticas.

Baño de florecimiento

En Perú, los rituales se centran en las propiedades energéticas atribuidas a las plantas, flores, esencias y otros productos de origen vegetal. En ese sentido, los baños especiales, realizados el 31 de diciembre, tienen como objetivo abrir caminos, purificar y propiciar el crecimiento personal en salud, dinero y amor.

La esencia de estos baños radica en alejar las malas vibraciones del cuerpo, marcando el inicio de una nueva etapa llena de renovación y la búsqueda de los mejores deseos para la persona que los realiza. ¿Qué se requiere para llevar a cabo estos rituales? Ingredientes como romero, agua florida, hierbabuena, flores amarillas y un mínimo de seis litros de agua, entre otros.

Es imperativo tener en cuenta la utilización de líquidos envasados que cuenten con el respectivo registro sanitario. Además, el contacto con ciertas hierbas o flores puede afectar la piel de algunas personas, por lo que es fundamental prestar atención a este aspecto.

Correr con maletas por la calle

Una práctica que se remonta a principios del siglo XX es salir corriendo con maletas en la víspera del Año Nuevo. Este ritual, cargado de simbolismo, representa los viajes que se realizarán a lo largo de los próximos 12 meses. Según la creencia, cuanto más extensa sea la distancia recorrida, mejores y más placenteros serán los viajes por venir.

Las posibilidades son diversas: se puede optar por salir con una maleta, un maletín u otro tipo de equipaje, pero todas deben estar repletas de ropa. Las personas deben estar listas para salir en el momento exacto en que el reloj marca las 00:00 horas del nuevo año.

Sin embargo, correr no lo es todo: durante todo el recorrido, es crucial mantener la mente enfocada en los destinos que se esperan visitar. Un detalle importante: no olvidar el pasaporte, símbolo de la apertura a nuevas experiencias y destinos por descubrir.

Ekeko, un pequeño personaje para ser próspero

En la cultura Tiahuanaco, Tunupa es conocido como el dios del fuego y el agua. Se le representa como un diminuto ser humano con dinero y otros objetos, como televisores, que parecen estar ‘pegados’ a su cuerpo. Se dice que este ser tiene la capacidad de otorgar todos los deseos a las personas que tengan este objeto. La prosperidad y la riqueza son sus dones.

Para aquellos que desean beneficiarse de su influencia, hay rituales que deben llevarse a cabo. Por ejemplo, se recomienda hacer que el ekeko fume cada viernes y variar los objetos que lo rodean de forma periódica. La creencia señala que, si bien es capaz de conceder todos los deseos, también puede actuar en sentido contrario si no se le trata con el ‘debido respeto’. Esto es algo que debe tomarse en cuenta.

Se dice que la manera ideal de obtener a Tunupa es recibiendo su imagen como un regalo y colocándola en un lugar específico de la vivienda, en lugar de comprarla en una tienda. Además, esta figura también es un símbolo en juegos de lotería, lo que ha llevado a muchas personas a dirigir su atención hacia él durante la llegada de este próximo Año Nuevo.

Quema de muñeco de trapo

A pesar de estar prohibida en diversas zonas del país, la antigua costumbre de despedir el Año Nuevo armando un muñeco con ropa vieja aún se mantiene viva en algunas comunidades. Este ritual implica la construcción de un muñeco representativo con el propósito de quemarlo simbólicamente, marcando así el fin de los malos recuerdos y las energías negativas del año que culmina.

Debido a las restricciones y normativas que prohíben la quema abierta o en la vía pública, muchas personas han optado por adaptar esta tradición. En lugar de quemar los muñecos, se sustituyen por piñatas u otras figuras decorativas fabricadas con plástico y cartón, manteniendo el mismo propósito simbólico de despedir lo negativo y dar la bienvenida a lo nuevo.

Este ritual, aunque modificado en su ejecución, sigue manteniendo su esencia: la intención de purificar el inicio del año, librando el camino de energías indeseadas y dejando espacio para la llegada de nuevas oportunidades y experiencias positivas.

Velas de colores

Al recibir el Año Nuevo, las velas de colores se convierten en protagonistas de una de las cábalas más arraigadas y simbólicas en Perú. Cada tono posee un significado especial: las velas blancas para la paz, las rojas para la pasión y las verdes para la esperanza y la prosperidad. Encenderlas al unísono es un ritual que refleja los deseos y anhelos para el próximo ciclo que comienza.

• Gracias por todo el amor que me has dado este año, gracias por darme tanto por lo que estar agradecido.
• Todas las estrellas te desean un feliz año nuevo, incluso la luna está más brillante para guiarte, no tengas miedo. ¡Feliz Año Nuevo!
• Que este año nuevo te dé el coraje para enfrentar un nuevo horizonte. ¡Que tengas un maravilloso Año Nuevo!
• Para la cena de Año Nuevo, ¿el móvil va a la derecha o a la izquierda? ¡Feliz 2024! Y el móvil fuera de la mesa.
• Te deseo 12 meses de placer, 52 semanas de emoción, 365 días de risa, 8.760 horas de buena suerte, 525.600 minutos de alegría y 31.536.000 segundos de éxito.
• Comienza el año corriendo. Hacia tus seres queridos, hacia el trabajo que te emociona y hacia la vida que sueñas.
• Que el Año Nuevo sea como un lienzo en blanco en el que podamos escribir con felicidad nuestro paso por la vida.
• Espero que este año que comienza cometas muchos errores, porque eso querrá decir que estás viviendo, cambiándote a ti mismo y cambiando el mundo. ¡Feliz Año!