El arte es conocido por ser una de las tantas formas que tenemos los seres humanos para expresar emociones, pensamientos, deseos, entre otros, que constituyen la forma en que cada persona interpreta el mundo que la rodea. A todos se nos ha dotado de cierta sensibilidad; sin embargo, hay quienes logran llevarlo a otro nivel. Es exactamente en ese punto donde nacen los artistas.
En Perú tenemos más de uno, y muchos de ellos han logrado hacerse un nombre por su talento, logrando traspasar las fronteras y llevar la bandera hasta lejanos lugares. Tal es el caso de la artista visual Teresa Bracamonte Novella, peruana de nacimiento, que desde hace años emigró para empezar desde cero y cumplir sus sueños.
El arte en las venas
Su pasión por el arte la tuvo desde muy pequeña, épocas en las que ya empezaba a expresarse a través del color y la creación de sus propios universos. Por supuesto, sus padres tuvieron un rol muy importante en cuanto a su formación, pese a que sus profesiones distaban mucho de esos menesteres. “Tú eres una artista, me decía mi padre desde muy chiquita, entonces yo crecí con eso, diciendo que yo soy una artista”, asegura Teresa.
El paso del tiempo la llevó a seguir sus sueños, sin embargo, no niega que tuvo gran preocupación en un inicio al no saber si era factible dedicar su vida a un oficio tan complicado. “Tuve un miedo enorme de estudiar una carrera así porque el camino del artista es bien complejo, especialmente en Perú, particularmente siendo mujer”.
Pese al temor, Teresa logró no solo culminar sus estudios en Perú, sino que también se aventuró a empezar completamente desde cero en París, Francia.
“Yo amo Perú, amo Lima, pero yo quería más, quería ser más libre, vivir en una ciudad donde me pueda desarrollar como artista y ver otras cosas. Siempre tuve ese deseo desde muy joven [...] cuando te vas bien joven en verdad es más fácil, pero en esa época yo tenía 28 años y una vida construida acá, me fui sin ayuda de nadie más. Allí hice una maestría que era por concurso, o sea, no es que pagas, sino que postulan miles de personas y solo eligen a 30 por año”, precisó respecto de su formación que se dio desde muy joven con estudios generales en reconocidos espacios como Corriente Alterna o la Universidad de San Marcos.
Una mirada social
La artista visual habló también sobre su trabajo y cómo ha orientado su arte, que pasa por la pintura y la fotografía, hacia un espacio un poco más social mediante su trabajo con minorías, mujeres, entre otros. Esto ha dado como resultado una serie de exitosas muestras que ha presentado tanto en Perú como en la ciudad luz, dando a conocer su talento y convirtiéndose en una prolífica artista.
“Durante nueve años de mi vida me dediqué a hacer fotografía más social, trabajé con poblaciones excluidas, sobre todo con el transgénero en Perú y en Francia, también con trabajadoras sexuales y durante la pandemia hice un proyecto sobre las personas sin hogar, entonces he hecho mucho trabajo social. A mí siempre me ha interesado mucho el lado humano y el retrato, entonces cuando me gano la residencia artística empiezo a pintar otra vez [...] empecé a pintar mujeres desnudas, reales porque me gusta esa noción del cuerpo, y luego experimenté mucho con el autorretrato. ‘Espejos’ fue una muestra donde expuse pinturas de mujeres peruanas, porque quería mostrar la diversidad, y expuse también lo de las personas sin hogar”, afirma.
Sobre el autorretrato, Teresa también precisó que ha tenido un gran impacto en su trabajo, ya que le ha permitido tocar temas más personales, pero que a su vez son universales, como el hecho de que hasta hoy se sigue viendo a las mujeres como un ‘objeto de vitrina’.
“Siempre me ha interesado este tema de la mujer como objeto de deseo, cómo se representa en la imagen y cómo esto repercute en nuestras vidas, las consecuencias y también los efectos y orígenes de esto. Entonces yo empiezo a tratar ese tema pero a través de mí misma y cómo yo como mujer he vivido eso. Yo he sido modelo también, entonces desde los 18 hasta los 25 o 26 años también he encarnado de alguna manera ‘ese objeto deseo’, por así decirlo. He sido fotografiada, pero también he fotografiado, o sea, he estado como en ambos lados. Los estereotipos y el cuerpo son temas que me interesan mucho”, sostiene.
De este modo, Teresa logró presentar otra de sus muestras que ha tenido gran relevancia en su carrera, llamada ‘I’m your fantasy’, con la cual busca expresar la problemática que envuelve a muchas mujeres en todo el mundo.
“Como artista me pasó mucho que tuve experiencias de hombres que se me acercaban supuestamente interesados en mi arte y para nada, o sea, no estaban interesados en mi arte, sino en mí y era una manera de acercarse; entonces todo eso me llevó a desarrollar más este tema de la sexualización de la mujer y así hago esta última muestra individual en Bruselas, que es un cuestionamiento de la identidad de la mujer y cómo esa identidad se puede llegar a convertir en una fantasía, una ficción. Parto de ese cuestionamiento para abrirme a otro, ya que si ves hoy en día en redes sociales, todos queremos encajar, no solo las mujeres, ser amados, aceptados, ser la fantasía de otros y las redes sociales finalmente muchas veces son pura ficción”, precisó.
Nuestra compatriota lleva varios años incursionando en el mundo del arte y asegura que ser artista es una constante exploración de distintos temas y cuestionamientos sobre muchos temas. Uno de sus objetivos es empoderar a las mujeres y que su obra tenga un aporte significativo en la sociedad. De este modo ha aprendido a lidiar con la crítica que muchas veces ha recibido debido al tipo de trabajo visual que presenta, en más de una ocasión considerado tabú.
“Por ese lado ya estoy acostumbrada, creo que es parte del trabajo de todo artista, de los que realmente vivimos de nuestro arte y nos dedicamos a esto, las críticas se vuelven parte de nuestra vida, de nuestro día a día y todas son bien recibidas cuando son constructivas [...] uno de los objetivos del arte es cuestionar y crear diferentes reacciones, impactar, debe ser reflexivo, justamente eso es lo bonito, confronta al espectador, cada uno interpreta desde su punto de vista y genera una reacción, esto significa que la obra habla, en cambio si una uno presenta algo y no genera ningún tipo de reacción creo que eso sería más triste”, apunta.
La importancia de ‘creer en uno mismo’
La fotógrafa peruana mira al futuro con mucha expectativa, sabiendo que está lleno de nuevos retos. Actualmente, radica en París, ciudad que le abrió las puertas, pero espera mudarse a Estados Unidos para seguir explorando y reconectarse con lo social, no obstante, continúa investigando e incluso espera publicar su propio libro donde se dé visibilidad a la comunidad transgénero.
Sobre Perú, enfatiza que siempre lo lleva en su corazón. Finalmente, consciente de que su carrera como artista ha tenido impacto y relevancia, precisa la importancia de creer en uno mismo.
“Si tú no crees en ti mismo, nadie va a creer, tienes que intentar hacer lo que te haga feliz, haciendo lo que realmente quieres y te llena, así puedes conquistar al mundo, encontrar un propósito. Mi filosofía es que los sueños están hechos para cumplirse”, puntualizó.