El Campo de Marte, ubicado en el distrito limeño de Jesús María, se ha convertido en el principal punto de búsqueda de descartes para la COVID-19. En este lugar, largas filas de ciudadanos, muchos de ellos con síntomas de enfermedades respiratorias, se extienden a lo largo del centro de tamizaje, ansiosos por someterse a pruebas de detección del virus. Esta escena llama la atención, teniendo en cuenta el incremento de contagios reportado por el Instituto Nacional de Salud (INS) en el último mes.
En las últimas horas, este punto de vacunación y descarte viene recibiendo un número creciente de personas para las pruebas rápidas. Una de las principales preocupaciones sobre el incremento de pacientes era la falta de distanciamiento físico adecuado, lo que aumentaba el riesgo de contagio entre los presentes.
Un equipo de RPP, presente en el lugar, captó la magnitud del problema: la cola de atención para las pruebas de descarte, que se extendía por varios metros, contrastaba con el escaso número de personas que esperaban recibir la vacuna contra la enfermedad.
Caos y demora en la atención
La alta demanda de pruebas ha causado retos logísticos y la situación en el Campo de Marte se complica aún más por las quejas relacionadas con la atención. Los testimonios recogidos por el medio revelaban la frustración entre los asistentes, que se lamentaban por la escasez de personal. “Hay un caos. Tenemos que registrarnos y, luego, esperar a que nos llamen... Y no nos dan el resultado”, señaló una ciudadana afectada.
Además de la demora en la atención, los ciudadanos expresaron su inquietud ante la posibilidad de contagio en las filas del centro de tamizaje: “Acá hay personas (con síntomas), no hay distanciamiento. Estamos saturados. Si no tienes (la enfermedad), te vas a ir con el COVID, porque acá todos está tosiendo”, agregó una de las personas. Esta preocupación se ve agravada por la confirmación de solo entregar certificados a quienes resulten positivos para el virus, excluyendo a aquellos cuyas pruebas son negativas.
Pocas personas acuden a vacunarse
Este escenario contrastaba con la calma relativa en el área de vacunación. Allí, apenas dos o tres personas se acercaban para recibir sus dosis. Los trabajadores de salud señalaron que, aunque la afluencia es variable, la cantidad de ciudadanos que se vacunan sigue siendo baja. El vacunatorio atiende de 8:00 a.m. a 5:00 p.m., para quienes aún no habían completado su esquema de vacunación.
Según la Dirección de Inmunizaciones del Minsa, más de 3 millones de personas han sido vacunadas con la dosis bivalente contra el COVID-19 en 2023, incluyendo a más de un millón de adultos mayores de 60 años.
Contagios se incrementan en el país: Minsa recomienda usar mascarillas
En el contexto más amplio, el Instituto Nacional de Salud (INS) informó un aumento del 35% en los casos de COVID-19 en el último mes en Perú. Las regiones más afectadas incluyen a Ica, Pasco, Tumbes, Piura, Lambayeque, La Libertad, Áncash y Lima.
Este aumento coincide con la identificación en el país de los primeros 12 casos del linaje JN.1, una variante descendiente del linaje BA.2.86, conocido coloquialmente como ‘Pirola’, que proviene de la variante ‘ómicron’. La vigilancia genómica realizada por el INS detectó los nuevos contagios en muestras respiratorias tomadas en Lima y la región San Martín. Las personas infectadas, con edades entre 23 y 58 años, se encontraban estables y en manejo ambulatorio.
“Es importantísimo considerar las medidas que todos aprendimos durante la pandemia, como el adecuado lavado de manos y, sobre todo, el uso de mascarillas cuando uno tiene síntomas respiratorios, es decir, cuando estamos aparentemente resfriados”, refirió Ricardo Peña, viceministro de Salud Pública del Minsa, a la agencia Andina.
El experto en epidemiología del Minsa subrayó la importancia de no esperar un resultado positivo de coronavirus para comenzar a utilizar mascarilla. “La confirmación de un contagio no debería ser el detonante para empezar a usar tapabocas. Tanto en el ámbito laboral como en visitas sociales, la mascarilla se presenta como una herramienta clave para minimizar la transmisión de virus respiratorios”, indicó.
Ricardo Peña solicitó a las personas de todas las edades completar su esquema de vacunación contra el COVID-19, haciendo hincapié en la importancia de que los adultos mayores y aquellos con enfermedades crónicas, incluyendo diabetes, hipertensión, cáncer y otras afecciones que demanden cuidados específicos, reciban la vacuna de manera prioritaria. “Las personas susceptibles de complicaciones con un contagio, son aquellas que se encuentran en los extremos de la vida, o sea, muy niños o muy adultos, y con comorbilidades”, enfatizó el viceministro de salud.