Crece la preocupación por el inminente monopolio absoluto de China en la distribución eléctrica de Lima

Semana decisiva. Indecopi debe resolver en estos días la operación de venta de los activos de la distribución eléctrica de Enel Perú a la empresa estatal China Southern Power Grid (CSGI). Este acuerdo fue transado a inicios de año por un valor monetario de 2 mil 900 millones de dólares. Según conoció el diario La República, el proceso de fusión “va por un buen puerto”.

Dicha operación, que obligatoriamente requiere de la aprobación del Indecopi, ha despertado la controversia, debido a que Enel controla el 54% de la energía eléctrica en Lima; mientras que el otro 46% es atendido por Luz del Sur, empresa que en 2019 cerró una transacción de venta a la empresa estatal China Three Gorges Corporation (CTG). De concretarse la venta de Enel, el dominio absoluto recae en las corporaciones del Estado chino.

A fin de evitar monopolios, surge la Ley 31112 que establece el control previo de operaciones de concentración empresarial en el sector eléctrico, es decir prohíbe que una sola empresa o grupo se haga con la totalidad del mercado.

En los hechos, el 21 de abril de 2023, China Southern Power Grid International (CSGI) notificó a la Comisión de Defensa de la Libre Competencia del Indecopi (CLC) su intención de adquirir el control de “Enel Distribución Perú” (Enel Distribución) y de “Enel X” (empresa que se dedica a la provisión de soluciones energéticas).

El riesgo de que estas empresas -controladas por el régimen chino- monopolicen el tendido, significaría además un riesgo geopolítico para Lima, dándole el poder a Beijing de condicionar medidas soberanas del país a la conveniencia del gigante asiático.

En julio de este año, Indecopi emitió un pronunciamiento mediante la Resolución 072-2023/CLC-INDECOPI, en donde brinda detalles de la investigación relacionada con la compra.

La referida comisión determinó que la empresa estatal china CSGI HK forma parte del mismo grupo económico que otras empresas, entre ellas Luz del Sur S.A.A., Tecsur S.A., Inland Energy S.A.C.,Empresa de Generación Huallaga S.A., Hydro Global Perú S.A.C. y Grupo de Contratistas Internacionales S.A.C.

En la fase inicial de evaluación, se identificaron posibles efectos restrictivos en términos de competencia en el mercado de usuarios regulados que optaron por cambiar a la categoría de usuarios libres en el área de concesión de Enel Distribución y Luz del Sur.

Además, Indecopi sostuvo que esta operación permitiría a la empresa china alinear las políticas comerciales de sus empresas con las de Enel Distribución, lo que podría disminuir la presión competitiva en el mercado.

Sobre este tema, la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) ha sido enfática en expresar su preocupación por una situación que “representaría una concentración del 100% del mercado de distribución de la energía eléctrica en Lima” a manos de la República Popular China.

En línea con su argumento y más allá de las consideraciones técnicas, la SNI invocó al Estado peruano a “tener la suficiente visión para entender y actuar ante una situación que podría exponer a los consumidores a pagar precios excesivos por la energía eléctrica, como consecuencia de la ausencia de competencia”.

Erick Valderrama, especialista en fusiones y adquisiciones, expresó en una anterior conversación con Infobae Perú que el impacto social resultante de esta acción podría manifestarse en la percepción del consumidor peruano, dado que se anticipa la creación de una concentración significativa en el mercado de la energía eléctrica bajo el control de un único conglomerado económico.

“Esto va a generar una preocupación porque toda la luz de Lima, donde se genera la mayor cantidad de negocios, va a quedar en manos de un solo grupo económico”, expresó.

Es decir, cuando haya un incremento dentro del costo de la energía eléctrica, el consumidor final se va a cuestionar, si es que este incremento en verdad responde a una necesidad del mercado o es como consecuencia de abuso de una posición dominante, explica el también socio del área corporativa e inversiones del Estudio Miguel Mur Abogados.

En diálogo con Infobae Perú, el exministro de Relaciones Exteriores, Miguel Rodriguez Mackay, asegura que todo lo que sea inversión extranjera, que permita al país un desarrollo, es importante; sin embargo, hay que tener extremo cuidado cuando la inversión extranjera es sobre activos estratégicos del Estado como el agua y la electricidad, que constituyen el fondo ratio de servicios esenciales del Estado.

El abogado internacionalista sostiene que es importante que se publique de manera clara y transparente el alcance que tendría esta venta de activos y el significado de este dominio.

“El Perú debería entrar en niveles de coordinación y de cooperación con las entidades extranjeras que es diferente. Lo más importante es que a la hora de que se hagan, la soberanía del Estado respecto de estos servicios o recursos debe siempre quedar intacta”, expresó.

Si el Perú pierde cualidad, calidad de manejo y de sostenimiento, puede ser a la larga perjudicial para el Estado. “Por eso creo que el Congreso de la República que tiene una función fiscalizadora debería ponerle ojo para mirar el trasfondo de lo que significa este tipo de venta de activos”, indica.

“Cuando existe un dominio total de los recursos normalmente el Estado pierde capacidad y esto hay que mirarlo con mucha discreción y con mucha preocupación. Las empresas privadas internacionales o incluso estatales internacionales que quieran invertir en el país deberán hacerlo, pensando en el correlato de dejar intacta nuestra soberanía”, enfatiza Mackay.

La preocupación del control de la energía en el país no es la única. Obras de gran envergadura en el país como la construcción del Megapuerto de Chancay ha despertado hasta la preocupación de Estados Unidos—, según el periódico británico Financial Times—, debido a la expansión de inversiones de capitales chinos en infraestructura nacional.

El Megapuerto de Chancay iniciará operaciones comerciales el próximo año y promete convertirse en el primer puerto del Pacífico en atender enormes buques de 18.000 contenedores para el comercio marítimo hacia Oceanía y Asia

“China tiene todo el derecho de continuar con su fase explosiva a través de la franja porque son sus mecanismos de su política exterior en los que ha afianzado su nivel geopolítico, pero el Perú es un país que debe guardar discrecionalidad manifiesta a la hora de establecer su ratios. No generemos un desequilibrio geopolítico. Cuando un solo país se ve inmerso en nuestro espacio y se abandonan los equilibrios, puede producir a la larga situaciones complejas”, señaló.

“Así como le hemos tendido la mano para que ellos ingresen en nuestro país e inviertan, tenemos que exigirle a China que sea recíproco para lo que pueda ser útil a nuestro proceso de industrialización. Si eso no lo alcanzamos, creo que habrá sido en vano”, apuntó Rodríguez Mackay.