El Seguro Social de Salud (EsSalud) en problemas. El organismo público, adscrito al Ministerio de Trabajo y Promoción (MTPE), creado para garantizar el derecho a la salud se encuentra en rojo, de acuerdo al último informe financiero realizado por la Organización Internacional de Trabajo (OIT).
El estudio reveló que los gastos de Essalud incrementan, pero el ingreso no. Solo en 2022, S/15.010 millones salieron de las arcas para pagar prestaciones económicas, asistenciales, gastos administrativos, infraestructuras y otros. Aunque se proyecta que para el 2023 el monto aumente en 6.09 % hasta alcanzar los S/27.827 millones, las deficiencias continúan siendo visibles.
“Durante los últimos cinco años, el seguro ha venido mostrando un debilitamiento persistente en sus resultados monetarios”, advierte, al respecto, la OIT.
¿Cuáles son los motivos detrás del déficit económico?
Si bien existía un superávit en 2022, este año el panorama tuvo un revés. La Organización Internacional de Trabajo mencionan que la escasez de recursos se debe al aumento de los gastos a nivel de infraestructura e inversión en hospitales de provincia, los cuales recién empezará a construirse, equiparse o mejorarse en 2026.
“La evolución financiera muestra una situación financiera frágil en el corto y mediano plazo. Se parte de un resultado del ejercicio positivo de 911 millones de soles para 2022, superávit que se convierte en déficit en 2023 al registrar déficits crecientes y alcanzar S/-3,901 en el año 2032″, se lee en las conclusiones del documento.
Si bien se menciona que la pandemia del coronavirus también impactó, ya que llevó a la disminución de la cobertura y menor uso de algunos servicios de salud, la OIT advierte que Essalud no ha adoptado las recomendaciones con mayor impacto financiero que se reflejaron en las valuaciones actuariales anteriores realizadas en los años 2015 y 2018.
Por el contrario, se ejecutan contrataciones para almacenes y farmacias que no son del todo beneficiosas para los asegurados. Solo en 2022 se han desembolsado S/780 millones para esta área. Sin embargo, las medicinas están agotadas al menos en un 50 %, hay centros médicos con embalse de citas e infraestructura hospitalaria deficiente.
En diálogo con Perú21, el exministro de Trabajo Rudecindo Vega sostuvo que “Essalud ha cumplido su labor siempre a medias, y lo que el Perú y los asegurados necesitan es una institución que cumpla bien siempre, no a medias”.
“Su ubicación en la estructura del Estado peruano no es la más adecuada, porque en realidad tiene demasiadas jefaturas y a ninguna obedece. Está adscrita al Ministerio de Trabajo, pero en realidad no le reporta nada. Funcionalmente, obedece más al Ministerio de Salud, pero, al no estar adscrita a dicho ministerio, tampoco le obedece en nada”, mencionó Vega.
En ese sentido, opinó que los titulares deberían ser designados por los empresarios y trabajadores y no por el gobierno central a fin de evitar que la presidencia sea vista como una dependencia política.
Ocho presidentes en dos años
Pese a que de lejos es la entidad más grande del Estado peruano, con más de 12 millones de afiliados y un presupuesto de 14 mil millones, el organismo público ha sido víctima de diversos cambios de cabeza, lo que impacta directamente en la crisis de la entidad y, por supuesto, en la afectación a los usuarios.
Desde agosto de 2021 con Pedro Castillo y hasta la actualidad, se ha cambiado la presidencia ocho veces. El primer presidente fue Mario Carhuapoma, y luego siguieron Gino Dávila, Alegre Fonseca, de nuevo Gino Dávila, Arturo Orellana, Rosa Gutiérrez, César Linares y María Elena Aguilar.
Aunque de todos los mencionados Carhuapoma fue el más polémico, no fue el único con cuestionamientos. La República reveló que la Fiscalía de Arequipa pidió tres años de prisión en contra de Linares por el presunto delito de colusión simple, en un caso en el que empezará el juicio oral en junio de 2024, y Gutiérrez salió despotricando contra la presidenta Dina Boluarte.
Como es de conocimiento público, la también exministra de Salud denunció que había direccionamiento en contratos y que su salida respondió a la negativa de reponer al entonces gerente general Ivan Pereyra.