El año 2023 está a punto de decir adiós, y antes de que se termine se celebra la Navidad, una época festiva, nostálgica y comercial por excelencia, pero también una temporada propicia para las familias, cuyos integrantes renuevan su deseo de compartir con sus parientes momentos inolvidables y lo mejor de la gastronomía.
En ese sentido, no se puede negar que en Perú todo lo celebramos con comida, y el nacimiento del niño Jesús no podía ser la excepción a esta regla no escrita. Por supuesto, cada lugar del país es un mundo diferente debido a la gran diversidad que nos caracteriza. Y aunque el pavo es casi siempre el rey de las mesas peruanas, es sabido que hay otros tipos de platos que se pueden preparar el 24 de diciembre.
Costa
En esta zona del país no puede faltar en la cena navideña el pavo, que no se podía quedar fuera de la lista porque representa el principal protagonista y se puede encontrar en diferentes presentaciones: horneado, en medallones, entero, y demás. Su carne es suave, saludable y muy sabrosa.
También es muy común consumir pollo a la brasa, que no por nada es uno de los platos más populares de nuestra gastronomía, además de ser uno de los más amados por los peruanos. Hoy en día hay muchas variedades, pero no puede estar separado de sus papas fritas y ensalada que le dan ese toque único.
Otro infaltable es sin duda el puré de manzana, o algunas otras variedades como el de camote, que pueden ir acompañados con tamales, arroz árabe, arroz con aceitunas, ensaladas diversas y hasta el escabeche de pollo.
En regiones como Lambayeque, se puede encontrar la pavita como uno de los platos tradicionales; en tanto, en Áncash, aves como el pato son elegidas para acompañar a los alimentos nativos.
En Arequipa es muy común el pollo dorado con ají yatán y huacatay, que además viene con una buena porción de pallares y beterraga. Mientras que en Tacna, el picante a la tacneña y sus patitas de cordero, mondongo de res, charqui y papas se convierten en protagonistas de la mesa navideña.
Sierra
En los andes del Perú no se puede negar que las tradiciones se mezclan con la festividad y una variada gastronomía. Podemos tomar como ejemplo a Puno, región altiplánica que disfruta en la cena un jugoso lechón aderezado y las deliciosas guaguas que acompañan y dan sabor.
Por otro lado, en Cajamarca se prepara el tradicional caldo verde con paico, ruda, papa y huevo, además de algunos otros potajes como las humitas verdes, pato a la olla y chicha de jora. La ciudad de Cusco, por su parte, se viste de gala y en las mesas no falta el cerdo con mote, mientras que en Huánuco la pachamanca se convierte en un exponente principal de la Nochebuena.
Ayacucho, ciudad de variada gastronomía, reúne a las familias en la mesa para disfrutar del chicharrón de cerdo, guagua, rosquitas y cuy, algo que comparte con Apurímac, donde se sirve esta carne con pepián y papas.
Selva
Al oriente del país la historia cambia un poco producto de los diferentes insumos que se pueden encontrar. En la selva, el juane hace su aparición para brillar con sus aceitunas, gallina en cantidades generosas, huevo, arroz y su vaso de aguajina.
El tacacho, la cecina, el camu camu y la cocona son estrellas en Madre de Dios, donde también se disfruta el paiche y el masato para un buen brindis.
En Amazonas se puede disfrutar de un plato de cuy con plátano asado, mientras que en Loreto la patarashca es una de las elegidas para la cena.
Lo cierto es que esta diversidad culinaria en muchos rincones del país da cuenta de la riqueza que tiene el Perú, la tierra de los mil sabores que espera con ansias la llegada de la Navidad.