El delantero Alexander Succar acaparó la atención de la prensa, en la recta final del 2023, por su disposición de representar a la selección de Líbano en detrimento de Perú debido a sus raíces asiáticas por lazo paterno. El interés fue serio y en absoluto secreto avanzó sus papeles con la Federación de Fútbol de Líbano (LFA) hasta que recibió la aprobación del Ministerio del Interior junto al Gobierno.
Una vez que recibió sus documentos libaneses, el comando técnico -por aquel entonces encabezado por el estratega croata Nikola Jurčević- decidió llamarlo para que se sumara al plantel con miras a unos amistosos preparatorios contra Montenegro y Emiratos Árabes Unidos, respectivamente. No obstante, desde Universitario de Deportes rechazaron la citación por cuestiones bélicas en el Medio Oriente.
“Universitario explicó que rechazó la solicitud por las circunstancias del conflicto armado y porque la prioridad es proteger al jugador, quien recientemente había recuperado su ciudadanía libanesa y obtuvo luz verde de la FIFA para representar a su país de origen”, afirmó la LFA en un comunicador difundido en sus canales oficiales.
Desde entonces, el delantero nacional no ha vuelto a ser llamado por Líbano para los últimos juegos preparatorios de noviembre frente a Palestina y Bangladesh. Ahora, a puertas de la Copa Asiática, ‘los cedros’ han presentado al montenegrino Miodrag Radulović como nuevo timonel, cuya principal labor es elaborar una nueva lista de futbolistas pensando en los desafíos del 2024.
¿Succar está en los planes de Líbano?
La selección nacional ha iniciado un campamento interno, sin Alex de por medio, pero con otros 29 futbolistas seleccionados por el comando técnico, previsto hasta el 28 de diciembre bajo las órdenes de Miodrag ‘Radu’. En principio la idea es conocer al grupo para la Copa Asiática 2024. De la concentración se podrá realizar una evaluación concreta para la conformación de la lista de la competición AFC, aunque no es un filtro primordial para el momento de la convocatoria.
Así pues, Alexander Succar aún cuenta con opciones para ser llamado por la selección libanesa. Sin embargo, lo curioso es que al momento que la Federación informó por Instagram el llamado para los entrenamientos en el Estadio Municipal de Trípoli, reaccionó a un comentario que preguntaba por la ausencia del hoy atacante de Carlos A. Mannucci. Ante esa interrogante, la LFA fue tajante: “su elección”.
El periodista Samer Al Halabi, de amplia experiencia en corresponsalía por Europa, explicó a Infobae Perú uno de los motivos del actual desentendimiento de Alex: “La guerra que pasa aquí en Palestina y Líbano”. Desconoce si el distanciamiento al campamento afectará la consideración del estratega Radulović, pero cree que “aceptará ir a la Copa de Asia”.
La ciudad deportiva, cautiva de conflictos
Desde hace muchos años, la selección de Líbano no ha podido entrenarse como es debido en su centro de élite por las constantes guerras y conflictos que envuelven al país. Al Halabi lamentó que las coyunturas bélicas hayan golpeado la Ciudad Deportiva de Beirut: “Ha sufrido abandono y olvido. Este edificio deportivo siempre ha sido una cara cultural del Líbano. Era una joya y un lunar en la faz del país”
“La Ciudad Deportiva recibió dolorosos golpes y bofetadas de factores artificiales y económicos que han azotado al Líbano en los últimos años y no se libró de la famosa explosión del puerto de Beirut el 4 de agosto de 2020. Lo que llama la atención es que hasta el momento sus ruinas siguen sobre sus hombros y ningún funcionario ha hecho nada para eliminar los daños y los desechos”, expresó.
El escenario deportivo principal de ‘los cedros’, asimismo, se encuentra en un estado deplorable. “La altura del pasto seco podía alcanzar los 40 centímetros y las sillas de plástico rotas o saqueadas, como si el olor a muerte y guerra había resucitado allí”, enfatizó Samer Al Halabi añadiendo que el fiscal general “Oweidat invitó a los medios de comunicación a una visita de campo a la Ciudad Deportiva, y quedaron impactados por el horror de lo que vieron, desde los escombros que caían sobre las paredes y techos interiores, los sanitarios desgastados, los destrozados y sillas de tela esparcidas, y los olores a humedad que emanan de las alfombras y moquetas”.