Este 2023 fue el año de consolidación de varias jóvenes promesas del fútbol peruano, como el caso de Piero Quispe, Bryan Reyna o Franco Zanelatto. Entre todos ellos, hubo uno que resaltó por sobre los demás, debido a que pasó de ser una pieza de recambio a convertirse en quizá, el mayor proyecto del fútbol peruano de cara al futuro, destacando no solo en su club, sino en el plano internacional, en torneos como la Copa Libertadores y las Eliminatorias Sudamericanas.
Este es el caso de Joao Grimaldo, quien a sus 20 años se consolidó como una de las grandes figuras de Sporting Cristal, rindiendo a un nivel espectacular tanto en Liga 1 como Copa Libertadores, y que lo llevó a ser convocado por Juan Reynoso a la selección peruana, donde tampoco le pesó la camiseta.
El habilidoso extremo disputó un total de 43 partidos, en los que convirtió ocho goles y repartió seis asistencias, demostrando que no solo destaca por su velocidad, atrevimiento y capacidad de desborde, sino que también puede ser determinante en los últimos metros del campo.
El nacido el 20 de febrero de 2003 venía de ser una pieza recambio del cuadro ‘celeste’ la temporada pasada de la mano de Roberto Mosquera, quien le dio la oportunidad de participar de 25 partidos, en los que marcó cuatro tantos y brindó tres asistencias. La ‘Mosca’ lo utilizó principalmente a pierna cambiada, partiendo del extremo izquierdo.
Su situación cambió para bien con la contratación de Tiago Nunes, quien vio su talento y apostó por él desde el inicio. De hecho, tras solo un mes de compartir juntos, se deshizo en elogios hacia su juego: “Es un jugador que tiene un punto de velocidad muy alto y una capacidad de uno contra uno que marca muchísima diferencia. Ese tipo de cosas hoy no es fácil encontrar en el fútbol de cualquier parte del mundo”, declaró.
Cuando el técnico brasileño arribó al Rímac, Grimaldo se estaba recuperando de una distensión del ligamento cruzado que lo obligó a perderse el Sudamericano Sub 20 de Colombia y buena parte de la pretemporada. No obstante, esto no fue motivo para perder terreno en su consideración, sino que lo fue insertando poco a poco en el equipo, haciéndolo ingresar en los dos partidos contra Huracán y la ida contra Nacional de Paraguay.
Cuando llegó la fase de grupos, lo colocó de titular contra Fluminense en el Estadio Nacional, duelo en el que, pese a la derrota 3-1, convirtió un gol y fue de lo más destacado del equipo. Después de ahí, casi no volvió al banco de suplentes.
Otro acierto de Tiago Nunes con Joao Grimaldo, fue su visión de colocarlo como extremo derecho, a pierna natural, para aprovechar su capacidad de ganar la línea de fondo y centrar o desbordar e intentar definir. Sacándole un mayor provecho a sus cualidades que por el lado izquierdo a pierna cambiada.
Otro factor clave para entender el gran impacto de Joao Grimaldo este año fue su capacidad para aparecer en las grandes citas, pues en los partidos más complicados fue en los que mostró su mejor rendimiento.
Contra Huracán, tuvo la calma para, en la última acción del partido, sacarse a varios rivales de encima y encontrar libre a Írven Ávila, quien metió el agónico gol de la clasificación a fase de grupos. Luego, se luciría ante el futuro campeón de la Copa Libertadores, marcando en Lima, y luego, siendo vital en el empate 1-1 en el Maracaná, con sus grandes jugadas que tuvieron locos a defensas de la talla de Felipe Melo o Marcelo.
En la altura de La Paz, contra The Strongest, realizó otra sensacional acción, corriendo desde la mitad de la cancha, secándose a un adversario y metiendo un pase milimétrico para Brenner Marlos. Frente a River Plate también tuvo un par de palos e incluso en la eliminación de la Copa Sudamericana ante Emelec, fue de los pocos puntos fuertes, ya que otro de sus arrebatos individuales estuvo por darle a los rimenses el pase a octavos.
Ya sin torneo internacional, en el Clausura explotó como goleador, convirtiendo siete goles, lo que lo llevó a ser convocado a la selección peruana, en la que tuvo un gran debut contra Brasil, donde le cambió la cara a Perú e incluso tuvo una carrera por derecha en la que dejó mal parado a Marquinhos e hizo amonestar a Bruno Guimaraes.