Varios son los expertos que sostienen que el Fenómeno El Niño (FEN) estaría perdiendo fuerza en el Perú por la presencia del Anticiclón del Pacífico Sur, sin embargo, la Comisión Multisectorial del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen) dejó en claro en su reciente reporte que, para el verano del 2024, se anticipa que la presencia de precipitaciones fluviales y otros eventos atmosféricos serán por encima de lo normal en varias zonas del territorio nacional.
Las regiones que sufrirán las consecuencias serán Tumbes, Piura, Lambayeque, La Libertad, Cajamarca, Junín, Ayacucho, Huancavelica, Apurímac, Cusco, Arequipa, Puno, Moquegua, Tacna y Lima.
Precisamente, sobre la capital del Perú, el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) publicó hace unos días la “Evaluación de zonas críticas por peligros geológicos ante Fenómeno El Niño 2023-2024 en el departamento de Lima tomo I: Lima Metropolitana”.
A través de este análisis el organismo adscrito al Ministerio de Energía y Minas (Minem) trata de poner en alerta a la población sobre el riesgo geológico que existe en la capital del Perú y los distritos que cuentan con zonas críticas.
Estos son los distritos de Lima con zonas críticas y riesgo geológico
De acuerdo al estudio, durante el Fenómeno El Niño, que se extendería hasta otoño del 2024 y que tendría su etapa más álgida las primeras semanas de este mes de enero, podrían activarse en Lima Metropolitana un promedio de 173 “peligros geológicos”, entre ellos, flujos de detritos (huaicos), con 31% del total de peligros; erosión fluvial (22%), flujos de lodo (21%), caída de rocas (8%), inundación fluvial (8%), entre otros.
Estas amenazas se activarían en 81 “zonas críticas” de distritos como Lurigancho, Chaclacayo, Cieneguilla y San Juan de Lurigancho. Al respecto, la evaluación del Ingemmet sostiene que los lugares catalogados “de potenciales desastres” necesitan urgentes medidas de mitigación o incluirse en los planes y políticas de desarrollo urbano.
Reactivación de quebradas y ordenamiento territorial
El análisis de la institución pública referida demostró que varios de los peligros latentes podrían ocurrir por culpa del ciclón Yaku, ya que este evento atmosférico reactivó los cauces de quebradas secas en Lima. Entre los ejemplos que postulan, destacan el de la quebrada en Lurín, que nunca había registrado huaicos, pero todo cambió en marzo del 2023.
El problema con la reactivación de estas quebradas es que afectarán a las viviendas situadas en las zonas por donde deberían pasar eventuales flujos de lodo o huaicos, según explicó la ingeniera geóloga Griselda Luque, una de las cuatro especialistas de la Dirección de Geología Ambiental y Riesgo Geológico del Ingemmet.
“Siempre hablamos de zonificación, de ordenamiento territorial, pero nadie se atreve a hablar de la necesidad de contar con un catastro urbano único: las más de 2,000 municipalidades no se han puesto de acuerdo para tener un catastro único, que es muy importante para un ordenamiento territorial”, sostuvo a la Agencia Andina.
En ese sentido, desde el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico aseguraron que el principal problema de la ciudad es el crecimiento desordenado de la población, que se asienta en zonas críticas.
Zonas críticas en el norte del Perú
A lo largo del año, las brigadas del Ingemmet registraron 1,030 zonas críticas en el norte del Perú: Tumbes, Piura, Lambayeque, La Libertad y Lima. Estas zonas habían sido declaradas en emergencia durante El Niño Costero 2017, pero poco se ha hecho hasta la fecha para subsanar la situación a poco que el FEN golpee con fuerza.