Sus negocios ilícitos de la droga le permitían a Loiber Pérez Galarza, un peligroso narco boliviano, tener una vida de lujos en el Perú. Según las investigaciones, no fue casualidad que alias Omar o el Patrón del Altiplano pusiera sus ojos en nuestro país. Una parte importante de su imperio del tráfico de la cocaína funcionaba en territorio nacional. Con las ganancias millonarias, por sus envíos del estupefaciente a tierras europeas, cubría sus cuantiosos gastos en exclusivos hoteles, restaurantes y casinos en Lima.
Tras un trabajo de inteligencia policial, se develó que uno de sus almacenes de cocaína más importante se encontraba en la localidad de Paita, región Piura, en la zona norte del Perú. Este lugar era administrado por su hermano, Hilarion Pérez Galarza, otro ‘pez gordo’ de la droga que estaba bajo sus órdenes.
Omar se mostraba como un amante de la buena comida en finos restaurantes capitalinos y era recurrente huésped de lujosos hoteles cinco estrellas en el distrito de Miraflores. Llegó a territorio peruano, en compañía de su esposa Laura Salinas Balenzuela, alias la Barbie, una mujer de nacionalidad brasileña, sindicada de ser cómplice de este esquema de tráfico ilícito de drogas.
Pese a las precauciones tomadas por la pareja para no levantar las sospechas de las autoridades locales, ninguno se imaginó que un bien entrenado grupo de agentes de la Dirección Antidrogas (Dirandro), de la Policía Nacional del Perú (PNP), ya estaban realizando un trabajo de seguimiento e inteligencia con el objetivo de capturarlos.
La detención de Omar, su pareja y otros miembros de la organización criminal se produjo recientemente en una calle de Miraflores. Este vestía ropa y zapatillas de una conocida marca deportiva, además de un ostentoso reloj en la muñeca y una cadena en el cuello, cuando fue intervenido a pocas cuadras del lujoso hotel en el que se alojaba.
Formaban un clan familiar de la droga
Para el Ministerio Público, Omar, su esposa, su hermano Hilarion, alias Tito, y otras personas de su entorno más cercano, formaban una red criminal de narcotraficantes que enviaba droga desde el Perú hacia la ciudad de Róterdam, en Países Bajos.
A la par, la Dirandro también ejecutó una intervención en el almacén de Paita propiedad de Pérez Galarza, donde se hallaron 250 ladrillos de cocaína valorizados en más de 12 millones de dólares en el mercado europeo.
Durante el desarrollo de la intervención, frente al personal del Ministerio Público y la Policía Nacional, el narco boliviano intentó quitar responsabilidad penal a su pareja, alias la Barbie, quien se encontraba a su lado.
“Vamos a hablar las cosas claras, como son... Mi esposa es mi esposa. Si yo me dedico a hacer estas cosas, soy yo, pero mi esposa no tiene nada que ver”, dijo ante los representantes de la Fiscalía peruana.
“Aún hay algunos elementos por capturar”
Según el general PNP José Ludueña, jefe de la Dirandro, “hemos detenido a cinco personas. Esta organización aún tiene algunos elementos por capturar; sin embargo, lo que hemos trabajado en estos últimos días ha sido importante para sacar de circulación a una red dedicada al tráfico de drogas de alcance internacional”, dijo al noticiero 24 horas.
Alias Tito, hermano de Loiber Pérez Galarza, también cayó detenido en el almacén de cocaína del centro poblado Nueva Esperanza, donde se incautaron los numerosos ladrillos de droga. Para las autoridades, él sería el brazo derecho del lider de la organización y el responsable de aplicar las órdenes de la cabeza criminal del clan de narcos.
Durante los varios días seguimiento policial, Omar, su esposa y Tito fueron captados cenando en exclusivos restaurantes miraflorinos e ingresando a lujosos casinos en ese mismo distrito, donde podían gastar miles de soles en unas cuantas horas.
Ya había sido detenido en Paraguay
Esta no es la primera vez que Pérez Galarza es detenido, pues ya pasó por una situación similar en el año 2016, cuando fue detenido en Paraguay con casi una tonelada de droga.
Ahora, enfrenta una orden de detención preliminar en Perú, junto a su hermano, esposa y otras dos personas, por integrar un clan de narcotráfico internacional. Lucía muy distinto, aún sin ropa ni zapatillas de marca, ni joyas ni costosos relojes que presumir. La Policía adelantó que es cuestión de días para que los otros miembros de la red también sean puestos en manos de la justicia.
Muy probablemente, la Fiscalía peruana irá por un pedido de prisión preventiva para estos investigados, a quienes les esperaría un buen tiempo tras las rejas. El delito a imputárseles será el de tráfico ilícito de drogas. Indirectamente, al intentar defender a su esposa, el Patrón del Altiplano reconoció su culpabilidad respecto a este delito.
El Ministerio Público tiene la certeza que Omar montó su maquinaria de la droga hace ya varios meses en el Perú. La detención solicitada al Poder Judicial fue por 15 días, al término de ese periodo, se formularía el pedido de prisión preventiva. En Paraguay también estaría requerido para que responda por sus delitos vínculados al tráfico ilícito de cocaína.
De acuerdo a fuentes policiales, el Patrón del Altiplano ya había despertado la rivalidad en otros capos de la droga peruanos, por lo que no se descarta que hayan estado planeando atacarlo.