Takanakuy, la herencia prehispánica donde se resuelven las rivalidades a golpes: contrincantes pelean a puño limpio en Navidad

Los contendientes se enfrentan utilizando puñetazos y patadas en un intento por solucionar desde asuntos de honor y respeto hasta diferencias por bienes materiales o problemas financieros, como deudas pendientes.

El Takanakuy, con raíces que resuenan desde el pasado prehispánico hasta la época colonial, refleja la diversidad cultural de Perú. (BELLIDO STUDIOS)

La Navidad en Perú se distingue por un vibrante tapiz cultural, resultado de la fusión de antiguas tradiciones indígenas, las costumbres heredadas de la colonización española y las influencias religiosas. Cada región ofrece un espectáculo distinto, teñido con las prácticas y expresiones artísticas autóctonas que incluyen la melodía de la música y el arte de la danza.

Dentro de este escenario festivo se destaca el Takanakuy, palabra quechua que se traduce como ‘golpearse mutuamente’. Esta costumbre ancestral, surgida en Chumbivilcas, región de Cusco, es una manifestación cultural extraordinaria que se celebra cada 25 de diciembre. Durante esta fecha, los participantes, ataviados con trajes llamativos y máscaras, se enfrentan en combates rituales para resolver desavenencias y restaurar la armonía social.

Con vestimentas vibrantes y máscaras que evocan la historia, los combatientes de 'Takanakuy' entablan duelos cargados de tradición, en busca de solucionar conflictos y preservar la paz comunal en una Perú que fusiona lo ancestral con los tiempos actuales. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)

¿Cuál es el origen de la tradición del Takanakuy?

Hay varias teorías sobre el origen de prácticas como el Takanakuy, y aunque ninguna ha sido confirmada históricamente, todas aportan piezas al rompecabezas cultural.

En su estudio “Takanakuy: Los límites de la cultura y lo jurídico”, Víctor Jaime presenta tres hipótesis sobre el nacimiento de este peculiar evento.

  1. Durante el siglo XIX, es sabido que los hacendados poseían esclavos africanos y mantenían un dinámico intercambio comercial con la zona de Majes, especialmente en el rubro del alcohol de caña. En un contexto donde la presencia estatal era escasa, las disputas emergían con naturalidad, evolucionando hacia enfrentamientos acordados y apuestas entre esclavos y pobladores de Majes, de donde surgen las primeras representaciones: los personajes “negros” y “majeños”.
  2. Otra teoría nos lleva al siglo XVIII, donde dos familias prominentes, los Oblitas y los De la Cuba, protagonizaban un conflicto por intereses económicos, generando un ambiente de bandolerismo en la región. Ambas familias trajeron esclavos africanos de Lima, quienes, disfrazados y con el rostro oculto, gozaban de cierta licencia para la violencia.
  3. Por último, se considera el legado español del virreinato. Durante las celebraciones navideñas, era común que las autoridades coloniales organizaran luchas de gallos, una costumbre que, según se apunta, pudo extenderse a combates entre esclavos africanos, quienes imitaban la conducta de los gallos en el ring.
En el sur andino de Perú, la Navidad se celebra de una manera peculiar con el Takanakuy, un combate ritual que zanja disputas y siembra paz. (SobreHistoria)

Habiendo mencionado los aportes del investigador Víctor Jaime, es pertinente decir que estas visiones históricas ofrecen un fascinante vistazo a cómo podría haberse gestado la tradición del Takanakuy, un evento que, tras siglos de transformación, se ha convertido en parte integral de la herencia cultural de ciertas comunidades en Perú.

¿En qué consiste el tradicional combate de Takanakuy?

Cada 25 de diciembre, en diversas regiones de Perú como Chumbivilcas en Cusco, Antabamba en Apurímac, Huancavelica y Arequipa se celebran el Takanakuy, un singular evento cultural. Hombres y mujeres se dan cita en esta festividad para participar en duelos cuerpo a cuerpo, que sirven para arreglar conflictos personales o familiares que se han ido acumulando durante el año.

Este ritual, profundamente arraigado en la cultura andina y vigente hasta nuestros días, brinda una solución inmediata a diversas disputas. Los involucrados en el Takanakuy se retan con puños y patadas en busca de resolver desde altercados por cuestiones de honor y dignidad, hasta contiendas por posesiones materiales o disputas económicas como deudas no saldadas.

En el reportaje “These are some Christmas traditions around the world, from fistfights to KFC”, la periodista Ayana Archie expone distintas tradiciones navideñas globales, incluyendo las luchas rituales en el sur. El Dr. Raymond March reflexiona sobre el propósito de estas celebraciones: “Esta práctica busca resolver los conflictos de manera definitiva, evitando que se arrastren año tras año y escalen, implicando a más personas y perturbando la convivencia social. En este aspecto, cumple su objetivo. Los implicados combaten bajo un acuerdo fundamental: una vez finalizado el enfrentamiento, la disputa queda zanjada y la reconciliación es inminente”.
El ancestral Takanakuy destaca como un evento cultural que une a las comunidades. (SobreHistoria)

Ahora bien, esta tradición es vista como un mecanismo para impartir justicia dentro de la comunidad, donde los contendientes se enfrentan en un marco regulado y con pautas claras que velan por el resguardo de su integridad física y el respeto. A pesar de su aparente violencia, el evento se desarrolla en un ambiente de camaradería, sin intenciones de causar lesiones graves. Terminados los encuentros, se espera que los concurrentes dejen a un lado las diferencias, culminando así el proceso de reconciliación y confraternidad.

¿Cuáles son los principios y las reglas establecidas durante la pelea?

El Takanakuy, ancestral práctica de la región de Chumbivilcas, en Cusco, se distingue por su riguroso código de honor basado en el respeto y el consentimiento previo de sus participantes. Antes de que los contrincantes intercambien golpes en estas peleas rituales, conocidas como el ‘Club de la pelea andino’, deben aceptar de manera voluntaria el reto.

Cada 25 de diciembre, es típico presenciar numerosos enfrentamientos, y aunque los hombres de entre 20 y 30 años son quienes comúnmente forman parte de este rito, mujeres y adolescentes también se suman a la tradición. Las reglas establecen que los duelos deben ser anunciados con antelación, especificando al oponente y el motivo de la contienda, y se inician y concluyen con un abrazo que simboliza la resolución del conflicto.

Takanakuy: El arte de la reconciliación a golpes en la Navidad peruana (Foto: Anthony Niño de Guzmán)

Los duelos tienen lugar en espacios públicos, como plazas de toros o plazas de armas, y solo entre contrincantes de género, edad y constitución física semejantes para garantizar la equidad. La duración del combate está limitada a tres minutos, y durante el mismo, solo se permiten puñetazos y patadas. Está prohibido atacar a un oponente que ha caído al suelo y el uso de armas. Cabe indicar que hay un árbitro que se encuentra atento para intervenir si el desequilibrio entre los participantes es manifiesto.

Personas mayores, discapacitadas o que por cualquier otro motivo no puedan participar directamente en el Takanakuy, tienen la opción de designar a un representante que pelee en su lugar. Quien resulte vencido deberá pedir disculpas públicamente frente a la comunidad, y una vez finalizada la lucha, la reconciliación se sella, como es tradición, con un abrazo entre los contendientes.

Tras el desenlace del combate, el participante que no haya prevalecido ofrece una disculpa pública ante los presentes. (Página Emol)

¿Cuál es el atuendo típico para participar en el Takanakuy?

En el corazón de la región andina de Perú, los participantes del Takanakuy honran sus raíces vistiendo máscaras tejidas de vivos colores que representan la identidad de su comunidad. Estas máscaras generalmente son acompañadas de impresionantes tocados ornamentados con especímenes de la fauna local, taxidermizados, como zorros, venados y diversas aves, en una muestra de respeto y conexión con la naturaleza propia de su terruño.

Participante del Takanakuy viste atuendo típico, adornado con símbolos de su comunidad. (Anthony Niño de Guzmán)

Con el paso del tiempo, muchas personas han optado por una vestimenta más sencilla, descartando el uso de estas máscaras y exposición de sus rostros y cabezas al natural. Sin embargo, el uso de guantes sigue siendo un componente indispensable, optando por materiales que varían desde la lana y el cuero hasta los sintéticos, manteniendo a su vez una distancia de los guantes diseñados para boxeo o artes marciales mixtas.

Estos cambios en la vestimenta reflejan la evolución de la tradición a través de las generaciones, aunque siempre se mantienen estrictas normas de seguridad. Por ejemplo, es común el uso de botas en estos duelos, siempre y cuando estén libres de elementos metálicos como espuelas, los cuales podrían otorgar una ventaja desleal o causar heridas graves. Se busca, sobre todo, preservar un ambiente seguro y equitativo para todos los contendientes.

Huaylía de Chumbivilcas como Patrimonio Cultural de la Nación

La huaylía, ese vibrante ritmo que se extiende por las provincias de Apurímac, Ayacucho, Cusco, Huancavelica y Junín, es más que una melodía: es un retazo de cultura en movimiento. Cada región le imprime su toque único a esta música y danza que resuena con fuerza en las festividades andinas.

En un acto de reconocimiento a su valor cultural e histórico, en el año 2016, el Ministerio de Cultura del Perú otorgó a la huaylía de Chumbivilcas, Cusco, el título de Patrimonio Cultural de la Nación. Este género, que emerge de un entramado de mestizaje, acompaña no solo las celebraciones navideñas sino también las prácticas rituales de la localidad, entre ellas el takanakuy, endulzando con su cadencia los encuentros de esta singular tradición.